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La importancia del Palacio Rucellai viene dada por dos factores: su diseño renacentista y la presentación de una nueva forma de construcción integrada en la ciudad. El objetivo de este palacio era demostrar la riqueza del banquero Giovanni Rucellai, quien, no satisfecho con las dimensiones de su propiedad, compró unas ocho casas adyacentes a esta y las derruyó para conseguir una gran ampliación de la obra. Además, junto al palacio se construyen una loggia y una plaza, creando un espacio público en el que se desarrollarían actividades comerciales, sociales y eventos de la familia Rucellai, consiguiendo de esta manera una integración social y arquitectónica total dentro de la ciudad de Florencia. También es importante destacar que, una vez más, Leon Battista Alberti realiza un proyecto sobre elementos ya existentes, algo tan característico en su carrera arquitectónica.


 En cuanto al diseño del Palacio Rucellai, presenta una fachada claramente renacentista. Alberti trabaja en esta obra la arquitectura muraria, es decir, se centra en el buen diseño y representación del muro, alejándose de la arquitectura militar y eliminando el carácter defensivo que se realizaba en este tipo de palacios. En este caso, presenta una fachada sin columnas con un ritmo superpuesto horizontalmente de órdenes clásicos, separados entre ellos por líneas de imposta. Esta superposición corresponde en planta baja al orden dórico-toscano, en primera planta al orden jónico y en segunda planta al orden corintio, características que deducimos gracias al diseño de las pilastras verticales de cada nivel en fachada, al igual que ocurre en el Coliseo Romano. Por ello, el diseño de esta fachada es una libre y personal interpretación de la arquitectura clásica realizada por Alberti. Además, también hay que destacar el material de piedra lisa con el que está construida ya que le da un carácter más amable a la obra, las ventanas de arco de medio punto que reafirman su diseño renacentista y el poyete integrado en la entrada del palacio, elemento que vuelve a poner en juego su finalidad social dentro de la ciudad. Por último, la fachada se termina en planta superior con una destacada cornisa, integrada en el resto de la obra.


Elena ENRIQUEZ

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