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Peabody Terraces

Viviendas para estudiantes casados enHarvard University.
  • 1963 - 1965
  •  
  • SERT, Josep Lluís
  •  
  • Cambridge (Massachusetts)
  • Estados Unidos
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CURTIS William. J. La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Págs. 437-451."La Unité d´habitation de Marsella como prototipo de vivienda colectiva” 


La combinación de torres en altura, manzanas cerradas y patios se buscó con afán en otra variante de la ‘Unité’, también para residencias universitarias, pero esta vez en los Estados Unidos. Se trata del proyecto de José Luis Sert para la residencia de estudiantes casados en Harvard (1962-1964). Recordemos (véase el capítulo 21) que Sert había contribuido a fundar una rama catalana del movimiento moderno y había trabajado con Le Corbusier; desde el principio se había interesado por la combinación de la arquitectura y el urbanismo. Debido al resultado desfavorable de la Guerra Civil española, Sert había emigrado a los Estados Unidos. En 1942 publicó el libro Can Our Cities Survive? (‘¿Pueden sobrevivir nuestras ciudades?’), que difundió en el mundo de habla inglesa las doctrinas urbanas de los CIAM anteriores a la guerra; durante un tiempo, también fue presidente de los CIAM. El proyecto de Harvard, conocido como las Peabody Terraces, se organizaba como un grupo de tres torres alrededor de ese tradicional elemento colectivo y universitario que era el patio. El habitual vacío que se dejaba en la base de los edificios altos se evitaba mediante un cambio de escala entre las torres principales. La estructura combinaba la puesta en obra y el prefabricado, y sus detalles daban una idea de cómo estaban montados sus componentes, como una analogía con la construcción en madera. Delicados balcones con carpinterías de acero sobresalían de las fachadas y estaban pintados de blanco. Había lamas ajustables para protegerse del sol y pequeñas puertas de ventilación en colores primarios. En conjunto, todo ello proporcionaba a las Peabody Terraces una escala humana y un toque de vida. La variedad se conseguía a partir de unos cuantos tipos estandarizados de viviendas, ingeniosamente dispuestos en sección, y comunicados mediante galerías elevadas, con calles y puentes, a los espacios progresivamente más públicos del exterior. Se puede considerar este proyecto como una extensión de los principios de la Unité, en la que ideas heredadas como la ‘calle en el aire’, el brise-soleily la terraza de cubierta se habían fundido con la tradición local del patio para residencias de estudiantes, y con los ligeros balcones de madera de las cercanas casas de tres pisos de Nueva Inglaterra. De esta forma, una visión utópica de una ciudad alternativa -en la que se habían incluido una armonía ideal del hombre, la naturaleza y la vida urbana- se modulaba, se hacía menos absoluta y se ligaba a un contexto existente. El planteamiento era vagamente similar al adoptado una década antes en la concepción de las agrupaciones de Lasdun, pero se expresaba en un estilo personal diferente y con diferentes respuestas regionales en mente.


            El proyecto de Sert era notable por la atención que prestaba a la calidad de los espacios situados entre los edificios, a la ocultación de los estacionamientos, a los detalles del paisaje urbano y los materiales del suelo, así como a la expresión de las formas reales de la arquitectura. Sert tuvo la fortuna de contar con un cliente que buscaba lo mejor y que tal vez podía conseguirlo más fácilmente que los habituales mecanismos de vivienda pública de los Estados Unidos, y es realidad de la mayoría de los países.


Págs. 547- 565.“ Extensión y crítica en la década de 1960”  


Aunque no hubo un equivalente directo del Team X en Norteamérica, las ideas de este grupo filtraron varias vías. Bakema, Woods y Jerzy Soltan dieron clases en algunas escuelas de arquitectura norteamérica mientras que Sert (que no era miembro, pero las cusas no eran muy distintas) abogaba por una nueva unidad de arquitectura y urbanismo en la Graduate School of Design de Harvard (de la que era decano) a finales de los años 1950. En el proyecto de Peabody Terraces (véase el capítulo 24) dio forma a sus teorías. El centro Holyoke y los añadidos a la Universidad de Boston (1960-1967) manejaban ideas similares: el enlace sutil de los espacios modelados como un paisaje urbano, torres altas, calles interiores, edificios intermedios de una escala de transición, la articulación de los distintos usos por medio de fachadas de gran textura con lamas y balcones, y la delicada composición de estructuras de hormigón y colores brillantes.


  Al igual que en Europa, estas demostraciones urbanas seguían siendo monopolio de las universidades más pudientes, y tenían muy poco efecto sobre el desarrollo cada vez más brutal de la ciudad capitalista. La década de 1960 presenció la destrucción en masa de extensas superficies de tejido histórico en interés del 'desarrollo económico'


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MONTANER, Josep María., Sistemas arquitectónicos contemporáneos. Gustavo Gili. Barcelona, 2008. 


págs.26-63. “Sistemas racionales” 


En la búsqueda de un nuevo urbanismo, la arquitectura moderna elaboró un concepto que avanzaba en la definición de los conjuntos residenciales como elemento básico repetible de la ciudad: las unidades vecinales. Se trata de una tradición paralela que consiguió superar la rigidez y simplicidad de las propuestas racionalistas y lecorbusieranas de los grandes bloques pantalla. Planteado y puesto en práctica por arquitectos norteamericanos, el concepto de unidad vecinal fue adoptado pronto por algunos miembros de los CIAM y empezó a extenderse por América y Europa en ejemplos como el Lafayette Park en Detroit (1956), donde Mies van der Rohe y Ludwig Hilberseimer organizaron las viviendas a lo largo de un eje comunitario verde; el Peabody Terrace en Harvard (1958)de Josep Lluís Sert; las supercuadras de Brasilia (1957-1960) de Costa y Niemeyer; o el barrio San Felipe en Lima (1963-1966)de Henry Ciriani.


Las neighborhood units[unidades vecinales] fueron teorizadas por Clarence Arthur Perryen 1929, en un intento de definir una idea de agrupación de viviendas que potenciase la vida comunitaria; y se había experimentado por primera vez en el esquema urbano de Radburn, Nueva Jersey (1928),por Clarence Stein Henry Wright. La idea inicial de unidad vecinal provenía de la experiencia de las company towns,las colonias industriales norteamericanas, y se basaba en el establecimiento de una escuela primaria que, según su capacidad, daba la medida de la unidad. En Radburn, que tiene una morfología heredada de la ciudad-jardín, se instauró la separación de vías: las rodadas eran en calles sin salidas para llegar en vehículo a las casas desde los bordes exteriores y las peatonales unos senderos que comunicaban las casas, la escuela y el espacio libre central. De esta manera se mantenía el interior del conjunto, con la vege­tación y con la escuela, totalmente libre del tráfico rodado.


En 1942, Josep Lluís Sertrecuperó la idea con énfasis en su libro Can our cities survive?al introducir morfologías configuradas por tipologías modernas como los bloques y las torres, y redefiniendo con precisión las características de una unidad vecinal: un conjunto urbano capaz de albergar a una población de entre 1.000 y 5.000 habitantes, a escala humana, susceptible de ser reco­rrido a pie y que dispone de viviendas y equipamientos para la educación, la sanidad, el comercio y el ocio. Albert Mayer y Le Corbusier las utilizaron en los superbloques de Chandigarh, y Lucio Costa las desarrolló explícitamente como principio básico para el proyecto de Brasilia.


En resumen, en Europa la idea de ciudad-jardín se tradujo en las Siedlungen de las ciudades alemanas—donde se sintetizó con los principios de la vivienda y la ciudad racionalista— y reapareció a gran escala en las New Towns inglesas de la segunda posguerra.Mientras tanto, de manera más pragmática y a escala más básica, la idea de ciudad-jardín se había desarrollado en Norteamérica en las unidades vecinales, adoptando morfologías distintas, con bloques bajos, medianos y altos complementados con equipamientos comunitarios, e incorporándose al contexto de los trazados urbanos racionalistas”.


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