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Fotografía fachada Frontal

Casa, estudio y museo Luis Barragán

  • 1947 - 1948
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  • BARRAGAN MORFIN, Luis
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  • Ciudad de México
  • México
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La Casa Luis Barragán, construida en 1948, representa una de las obras arquitectónicas contemporáneas de mayor trascendencia en el contexto internacional, como lo ha reconocido la UNESCO al incluirla, en el año 2004, en su lista de Patrimonio Mundial. Se trata del único inmueble individual en América Latina que ha logrado tal distinción, debido a que es una obra maestra dentro del desarrollo del Movimiento Moderno, que integra en una nueva síntesis elementos tradicionales y vernáculos, así como diversas corrientes filosóficas y artísticas de todos los tiempos. La influencia de Luis Barragán en la arquitectura mundial sigue creciendo día con día, y su casa, conservada con fidelidad tal como la habitó su autor hasta su muerte en 1988, es uno de los sitios más visitados en la ciudad de México por los arquitectos y los conocedores de arte de todo el mundo. Este museo, que comprende la residencia y el taller arquitectónico de su creador, es propiedad del Gobierno del Estado de Jalisco y de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán.


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CURTIS W., “Proceso de asimilación. Ame. Latina, Australia, Japón” en  La arquitectura moderna desde 1900.Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Págs. 491-511."La casa propia de Barragán en Tacubaya (1947) estableció muchos de los temas de su arquitectura madura, volúmenes cúbicos, espacios tranquilos, muros con textura de colores uniformes, planos ambiguos, variaciones sobre la plataforma, el patio, la terraza y el jardín secreto. Su arquitectura incorporaba vistas controladas, transiciones a través de capas de espacio, estanques reflectantes y fuentes de luz ocultas. El mundo exterior se mantenía apartado tras muros compactos, con huecos mínimos que permitían vislumbrar unos interiores que se alejaban del desorden y la confusión de la vida contemporánea para acercarse a un centro sosegado. Barragán llamaba a su propia casa su "refugio" y afirmaba que «toda obra de arquitectura que no exprese serenidad es un error".


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FRAMPTON Kenneth., “Regionalismo crítico: arquitectura moderna e identidad cultural” en Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.  


 pág.323-325."En la época de su primera casa con estudio —construida en torno a un patio vallado en Tacubaya, Ciudad de México, en 1947— Barragán ya se había alejado de la sintaxis del Estilo Internacional . Y, sin embargo, su obra siempre ha mantenido su compromiso con esa forma abstracta que ha caracterizado el arte de nuestra era. La afición de Barragán por los grandes planos abstractos, casi inescrutables,colocados en el paisaje, tiene de los barrios residenciales de Las Árboledas (1958-1961) y Los Clubes (1961-1964),y en el monumento de autopista conocido como las Torres de Ciudad Satélite, diseñado junto con Mathias Goeritz 1957."


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MONTANER Josep Maria.,"Arquitectura y mímesis: la modernidad superada " en La modernidad superada. Arquitectura, arte y pensamiento del siglo XX . Gustavo Gili. Barcelona, 2002.


págs.12-24. "Lina Bo Bardi pudo apreciarlo de manera plena en el nuevo mundo.  Más importante que la arquitectura fuera o no moderna era que fuera utilitaria e imaginativa, libre e integrada a la realidad. Es similar a lo que reflexionó Luis Kahn, al visitar la casa propia de Luis Barragan en México: “Mientras corría su casa, sentí el sentido del término “la casa”; buena para él y buena para cualquiera en cualquier momento de la vida. Esto nos dice que el artista busca sólo la verdad y que lo que es tradicional o moderno no tiene ningún sentido para el artista”.


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RUIZ BARBARIN, Antonio. Luis Barragán Casa Estudio .Fundación Caja de Arquitectos. Barcelona ,2011.


Casa estudio. Tacubaya. 1948. “No quiero realidad, quiero magia”


“ Después de un corto paréntesis de cinco años en los que no ejerce, y ya en la segunda mitad de los años cuarenta, Barragán se reconcilia de nuevo con la arquitectura y la reprimida sociedad a la que pertenece, y recupera las ganas de construir. Va a realizar entonces su primera casa, la llamada casa Ortega, obra que resume en sí misma todo el mundo personal y espacial del arquitecto mexicano hasta ese momento. Y es en ésta, su primera casa, y en la colindante y posterior, donde hay más similitudescon la obra de Le Corbusier, pues desarrolla su arquitectura más racionalista, reposada e intensa, no falta de mil referencias.


"En el año 48 realicé la casa en la que vivo, y la hice para mi gusto expresamente, pues no buscaba clientela ni seguía sus deseos, deseando la nostalgia de los ranchos, la nostalgia de los pueblos, con las ideas que yo tenía del confort de la vida moderna. Estas ideas produjeron mi casa, que es la que más me ha dado a conocer aquí y en el extranjero."2


Así pues, Barragán comenzaría en el año 1948 la construcción de su casa definitiva, situada en la misma manzana donde ya vivía, en la calle de Francisco Ramírez. En esa primera vivienda, construida en 1940, se había retirado cansado de la arquitectura, de la clientela y de la especulación que vive durante la década anterior. No deja de ser curioso que Barragán, hastiado de esto, se dedicara los siguientes años precisamente a lo mismo, es decir, a especular con terrenos para poder financiarse sus propias obras y jardines privados.


 Sin embargo esta primera casa, la casa Ortega, fue hipotecada y más tarde vendida para poder hacer frente a la compra de los terrenos de El Pedregal de San Ángel. La casa Ortega es el primer trabajo fruto de esta especulación, donde utilizó los mismos principios que repetirá luego en su casa definitiva. La levanta a partir de una vieja construcción popular, restos de una antigua cantera de arena donde se asentaba, y proyecta una austera vivienda cerrada a la calle pero abierta hacia su mundo privado, hacia el jardín interior. Utilizará para ello grandes ventanales que proporcionan la sensación de tener el jardín dentro de la casa, y empleará la cubierta a modo de terraza, como habitación abierta, proyectando un recorrido interior tortuoso, para llegar, siempre, al jardín. Aquí vuelve a aparecer La Alhambra, que se niega al exterior y que se abre a un universo interior sensual, rico y poético: el paraíso terrenal perdido al que se llega a través del laberinto.


La preocupación principal del proyecto parece ser la de mantener las zonas de servicio,dentro de lo posible, hacia la calle, y las diferentes estancias, orientadas sobre el jardín.”


 

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