La sistematicidad es la esencia de la teoría y la obra del monje y arquitecto belga Hans van der Laan (1904-1991), autor del tratado De architectonische ruimte [El espacio arquitectónico]2' y de diversos monasterios contemporáneos, como la abadía benedictina de Vaals, en Holanda (1986). La abadía está conformada por una serie de espacios minimalistas que siguen sistemas de medidas y criterios clásicos de simetría y euritmia, para los que Van der Laan diseñó incluso todo el mobiliario. Van der Laan creía en la existencia de una sintaxis arquitectónica básica, los "números plásticos", que reconciliaban los sistemas geométricos, aritméticos y armónicos, y que partían del conocimiento de unos datos espaciales y formales que son comunes a todo el género humano. Para proyectar desde esta esencia de la arquitectura, Van der Laan propone tres escalas espaciales: la cella o interior íntimo, el patio o espacio de locomoción, y el campo de visión, hacia el exterior y la naturaleza. Según Van der Laan, la arquitectura es la mediadora entre la tierra y el cielo; su acto fundamental es crear un lugar. Para ello la arquitectura se basa en recintos, estructurados por muros y pilares, y relacionados por puertas y ventanas que atraviesan el grueso del muro. Lo esencial es comunicar un orden y una armonía implícitos.