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Hospital de los Venerables

Hospital de Venerables Sacerdotes. Sevilla.

Centro de Investigación Diego Velázquez
  • 1673 - 1697
  •  
  • FIGUEROA, Leonardo de
  • Adaptación   1840 - 1848
    En el año 1840 el hospital se convirtió en fábrica de tejidos
  • ; CHUECA GOITIA, Fernando Restauración   1987 - 1991
    La Fundación FOCUS (Fondo de cultura de Sevilla) restauró el edificio, dándole un nuevo uso que es el que mantiene en la actualidad.Habilitándose como centro cultural de exposiciones, en el que se celebran conciertos, conferencias, seminarios etc.
  •  
  • Sevilla. Andalucía.H
  • España

VV.AA., Fernando Chueca Goitia. Un arquitecto en la cultura española. Fundación Antonio Camuñas. Madrid, 1992


Pág. 160-165.”El Hospital de los Venerables Sacerdotes es uno de lo monumentos barrocos más interesantes y más bellos de la ciudad de Sevilla. Esta institución fue fundada por el canónigo D. Justino de Neve, que se mostró siempre muy atento por la suerte de los sacerdotes viejos o enfermos.


Como decía el propio fundador: “Permitió Dios que por muchos siglos hasta el que gozamos (XVII), padeciesen sus sagrados ministros la pobreza sin alivio, al enfermedad sin curación, el impedimento con desamparo, el sedoro de mendigar puerta a puerta, sin reparo de los fieles  y finalmente todas las necesidades sin más remedio que el desconsuelo de padecerla”.


Sucedía esto por los años 1627 y de esta fecha es por lo tanto el origen de tan notable institución. No es el momento de hacer la historia del hospital, ni de trazar la personalidad de Justino de Neve, pero tras unas primeras instalaciones provisionales, Justino de Neve, con otros auxilios, llegó a la construcción definitiva del susodicho Hospital, construyendo al efecto un edificio de extraordinario empaque y valor artístico en el corazón del barrio de Santa Cruz.


 El primer tracista fue el maestro Juan Domínguez, paro a partir de1686, ya figura el maestro Figueroa al frente de las obras. Se puede decir que el Hospital de los Venerables es, por lo tanto una obra del insigne arquitecto Leonardo de Figueroa.


Figueroa concibió este edificio como un gran palacio con su entrada principal, su apeadero y un gran patio señorial; en torno a este patio se sitúan las principales dependencias. Pero si un palacio señorial puede tener una capilla, no sería lógico que tuviera una gran iglesia de las dimensiones y  ornamentación de la iglesia del Hospital. Una de las más bellas y decoradas de Sevilla.


Este edificio ya no cumplía con su función original y estaba materialmente abandonado. Por eso fue necesario realizar una restauración muy a fondo cuando la Fundación Fondo Cultural de Sevilla (FOCUS) negoció con el arzobispado la ocupación temporal del edificio para establecer en él una institución de carácter cultural en el más alto sentido de la palabra. 


Además diremos que la restauración es la más respetuosa que cabe con el monumento, tanto en el fondo, espíritu del edificio, con en la forma, su lenguaje arquitectónico.  No se alteran lo más mínimo las partes esenciales de su arquitectura: iglesia, patio mayor, apeadero, patio posterior a la iglesia, escalera principal, gran enfermería y principales salones artesonados. En este caso lo que se hace es una consolidación, una revisión de cimientos y sobre todo una reconstrucción de todas las cubiertas. Precisamente es una de las tareas más importantes que se han hecho. Se han desmontado todas las cubiertas, se han reconstruido todos los elementos estructurales y se han vuelto a retejar con sus antiguas pendientes y con teja curva sevillana de la mejor calidad. Las cubiertas estaban, desde luego, en pésimo estado.


En las partes que como decimos, se respeta íntegramente el monumento, se ha llevado a cabo las siguientes operaciones: arreglo de los artesonados de las pandas baja y alta del patio principal, lo que ha llevado consigo el arreglo de la viguería de madera, reponiendo muchas vigas con las cabezas carcomidas y colocando, cuando las circunstancias lo exigían, viguetas metálicas ocultas. Se puede decir que en estas partes se ha hecho nueva la carpintería, que estaba materialmente deshecha por el deterioro del tiempo y por la mala calidad inicial. Lo que se ha hecho es aprovechar toda la postiguería que contaba con puertas de gran interés por su diseño.  Pero estas puertas recuperadas han sido también objeto de una restauración llevada a cabo por hábiles carpinteros.


En imprescindible también, y se ha hecho, revocar todos los parámetros de albañilería. El Hospital sólo tiene fachadas visibles a la calle Jamerdana y  a la plazuela de los Venerables. Los demás lindes son medianeros con otras edificaciones o con jardines de predios privados.


Las fachadas, cuando nos hicimos cargo de la obra, estaban en pésimo estado, pero analizado el problema se comprobó que se trataba más bien de daños en los revocos superficiales que de verdaderas lesiones estructurales.


Los muros estaban sanos, sin grietas ni desplomes. Se procedió pues a picar los parámetros, a resanar las llagas del ladrillo, a enfoscar de nuevo con un mortero de cemento fuertemente dosificado y con un árido de arena fina de rio.  Con esto, los propios muros recibían un plus de fortaleza y se aseguraba su conservación. Después estas fachadas se han pintado manteniendo la policromía original, muy característica de Leonardo Figueroa; paños blancos y abultados en un rojo sangre de toro.


La única grieta seria que encontramos en el edificio estaba en el testero de la iglesia y debió producirse por desequilibrio en los asientos de la cimentación. Se manifestó, como se dice en el argot de la construcción, se grapó con lañas metálicas y se volvió a colmatar dejándolo todo firme.”

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