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Imagen de Lilly Reich

REICH, Lilly

  • Arquitecta y diseñadora
  •  
  • 1885 - Berlín. Alemania
  • 1947 - Berlín. Alemania

MONTANER J.M. MUXI Z., Arquitectura y política.Gustavo Gili. Barcelona, 2011. 


Págs. 27-78. “Historias”


ARQUITECTURA Y ESPACIO DOMÉSTICO 


La vivienda desempeñó un papel fundamental en el proceso de transformación social resultante de la Revolución industrial y fue la base de las metrópolis industriales del siglo XX.


En medio de este proceso, y al dedicarse a los barrios de vivienda social, los arquitectos europeos de principios del siglo XX consiguieron situarse en el centro del proyecto de la ciudad, que en el siglo XIX había estado en manos de médicos, higienistas, ingenieros militares y civiles, políticos y perfectos de policía. La conquista de este lugar decisivo en el proyecto de la gran ciudad, no sólo desplazó a estos ingenieros, higienistas y prefectos, sino también a los maestros de obras y otros técnicos que habían proyectado las viviendas y las arquitecturas consideradas de segundo orden en ciudades y pueblos a lo largo de todo el siglo XIX. Y los arquitectos lo lograron porque consiguieron otorgar forma tipológica, morfológica, tecnológica y urbana a una búsqueda colectiva de décadas en torno al higienismo, al funcionalismo, al orden urbano y al control.


Por primera vez en la historia, la vivienda social para las masas trabajadoras, pasó a estar de lleno en el centro del pensamiento arquitectónico y constituyó una parte muy importante de la teoría y de la obra de arquitectos como Adolf Loos, Alexander Klein, Ernst May, Margarette Schütte-Lihotsky, J.J.P Oud, Bruno Taut, Lilly Reych, Ludwig Mies van der Rohe, Heinrich Tessenow. Walter Gropius o Le Corbusier, que pensaron todo tipo de viviendas dentro de la lógica de la producción en serie que pudieran servir para el objetivo de la vivienda social y la igualdad.


Paralelamente, en el campo de la vivienda unifamiliar, en contextos sociales distintos y para clases medias y altas, autores como Frank Lloyd Wright, Gerrit Th Rietveld, Ludwig Mies Van der Rohe, Louis I. Kahn, Max Cetto, Luis Barragán,José Antonio Coderch, Jean Prouvé, Eileen Gray, Charlotte Perriand, Alvar Aalto, Charles y Ray Eames, Mary y Russel Wright o Alison y Peter Smithson realizaron experimentos, prototipos y propuestas con la voluntad de revolucionar el funcionamiento del espacio doméstico, creando espacios flexibles y utilitarios relacionados con el entorno natural o el contexto urbano que rompían los condicionantes rígidos de la caja tradicional para potenciar  patios y dobles espacios, proporcionar espacios de refugio o recurrir a nuevas tecnologías y nuevas imágenes de los medios de comunicación de masas.


 En todo este proceso tuvieron un papel trascendental las mujeres, fueran o no arquitectas, como Catherine Beecher, Christine Frederick, Erna Meyer, Lilly Reich, Margarette Schutte-Lihotzky, Charlotte Perriand, aún hoy poco conocidas, que fueron las que trazaron una fuerte tradición de repensar la vivienda desde la experiencia y la eficiencia.


Ha quedado pendiente resolver las cuestiones previas planteadas si en este proceso de la vivienda obrera fue pensada de nuevo o resultó de una reducción de la vivienda burguesa, si mejoraron las condiciones de vida o la vivienda siguió siendo un espacio de dominio, y si las propuestas de las arquitectas y diseñadoras fueron cualitativamente distintas de las de los arquitectos....


... LA CRÍTICA POSTMODERNA AL MORALISMO MODERNO


Desde una interpretación retrógrada y reaccionaria, David Watkin en su libro Moral y arquitectura, fue uno de los primeros en desvelar las contradicciones de la arquitectura moderna, dedicándose a seguir el prejuicio del moralismo como base de la arquitectura moderna, desde el neogótico de Pugin hasta las teorías del que fuera su maestro Nikolas Pevsner. Watkin puso en cuestión la confianza en el progreso, en la función social de la arquitectura, en la utilidad y la naturalidad, sin artificios y añadidos superfluos, en que se basa nuestro pensamiento moderno en arquitectura; un pensamiento iniciado, por una parte, por Pugin, Ruskin y Morris, y por otra, por el positivismo tecnológico de Viollet-le-Duc y Lethaby y consolidado en las obras de Le Corbusier, Mies van der Rohe y Gropius, y en las teorías de Pevsner y Giedion.


Esta crítica conservadora a la modernidad y a la alta tecnología en arquitectura y urbanismo, sintoniza directamente con los argumentos que desde la década de 1980 plantea el príncipe Carlos de Inglaterra. En una visión que se ha desarrollado en polos contrapuestos, desde el revival urbano de Rob Krier y el new urbanism hasta la deconstrucción arquitectónica de Peter Eisenman.


Si una de las revisiones del moralismo moderno lo representa la visión conservadora de David Watkin, las críticas progresistas procedieron especialmente del pensamiento femenino (Hannah Arendt y Maria Zambarno) y del diseño moderno hecho por mujeres (Charlotte Perriand, Lilly Reich, Margarette Scütte-Lihotzky), además de la filosofía de la Escuela de Frankfurt. En su ensayo Functionalism Today Theodor W. Adorno, arremete contra el puritanismo de Adolf Loos al estigmatizar el ornamento. Adorno argumentaba que el artesano necesita dejar huella de su trabajo manual que dentro de lo funcional también entre lo simbólico y que el ser humano necesita y seguirá necesitando los significados simbólicos. 


 


 


 


 

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