Vasco de nacimiento y madrileño de adopción, este arquitecto viacaíno desarrolló su actividad profesional entre 1943 y 1970, llevando a cabo mayormente su trabajo en torno a Madrid.
Rafael Aburto fue uno de los arquitectos que impulsó el arraigo definitivo de la arquitectura moderna en España al término de la Guerra Civil. Su trayectoria profesional se dilató durante casi cinco décadas y a pesar de haber tenido un indiscutible protagonismo y notoriedad —especialmente durante los años cincuenta—, no disfrutó inicialmente de un reconocimiento ajustado a la calidad de los proyectos.
Su obra ampliamente documentada y publicada en las revistas profesionales del momento, nos muestra una clara evolución, pasando del tradicionalismo franquista al Estilo Internacional, proyectando desarrollos urbanos de cierta importancia.
Su particular carácter extravagante y solitario, repercutió directamente en esta fortuna crítica y se manifestó igualmente en todos los expresivos rasgos de su actividad creativa, bien fuera en la arquitectura o la pintura.
Titulado por la Escuela de Madrid en 1943, Aburto desarrolló además proyectos de interiores que demuestran "el contrapunto, la autonomía y la autenticidad de sus intereses arquitectónicos que le llevaron, al final de su etapa activa, a conquistar un lenguaje abstracto de alta densidad plástica y expresiva". Se implicó, a través de la Revista Nacional de Arquitectura o de su participación en el Manifiesto de la Alhambra, en el debate disciplinar de la modernidad durante los años cincuenta. Al final de la década siguiente fue docente en la Escuela de Madrid. Se retiró en 1969, tras completar las viviendas de Neguri y se dedicó a la pintura, su verdadera pasión.
La arquitectura religiosa, tiene también una destacada presencia en su evolución profesional, optando por la estética de modernización que en España se podía desarrollar de forma más libre con la realización de nuevas iglesias.
Gonzalo ZUZUARREGUI ETULAIN