James Bogardus fue un inventor y arquitecto estadounidense, pionero en la arquitectura de hierro fundido, por la que obtuvo una patente en 1850. Nació en la ciudad de Catskill, Nueva York y era un descendiente del reverendo Everardus Bogardus, clérigo en Nueva Holanda. A la edad de catorce años, Bogardus dejó la escuela para comenzar un aprendizaje con un relojero.
Comenzó a inventar temprano en su vida y, a la edad de 28 años, había patentado una hiladora de algodón, una máquina de grabado para billetes de banco y una fresadora para rodamientos de bolas y lentes. Después de su invención de hierro fundido a principios de la década de 1850, demostró su uso en la construcción de fachadas de edificios, especialmente presentes en Nueva York durante las siguientes dos décadas, quedando en la actualidad más de 100 de los edificios que aún permanecen en pie en las áreas de Soho y Tribeca en Manhattan.
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Págs.217-241..,”La tradición norteamericana”
p.233 ... En la primera mitad del siglo XIX los progresos americanos en el sector de la edificación no son comparables a los europeos, puesto que se apoyan en un desarrollo industrial mucho menor. Basta considerar que en 1850 la producción siderúrgica americana apenas supone una sexta parte de la inglesa, y es casi igual a la francesa; sólo entre 1830 y 1840 se extiende el uso de pilares de fundición y sólo en 1855 se empiezan a producir en Pittsburgh vigas y raíles de hierro laminado.
Como compensación, a partir de 1850 la utilización de la fundición se extiende rápidamente: James Bogardus (1800-1874) construye un gran número de edificios comerciales con hierro colado en Nueva York y otros lugares, y se convierte en infatigable propagandista del nuevo material, del que constantemente propone nuevas aplicaciones. Sus ideas recuerdan mucho más a las de Wilkinson, el great ironmaster del XVIII, que a las de su contemporáneo Labrouste; se complace en sustituir, con el nuevo material, a los antiguos, dejando inalteradas las formas estilísticas y sin preguntarse por el significado cultural de tal operación.
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FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.
Págs. 29-40.“Transformaciones técnicas: ingeniería estructural, 1775-1939”
La repentina expansión en el crecimiento urbano y el comercio en la costa norteamericana oriental en 1840, alentó a hombres como James Bogardus y Daniel Badger a inaugurar talleres de fundición en Nueva York, para la fabricación de estructuras de varias plantas en hierro. Sin embargo, hasta finales de la década de 1850, sus estructuras “empaquetadas” se basaron en el uso de grandes vigas de madera para cubrir el espacio interno, reservando el hierro para las columnas interiores y las fachadas. Una de las obras mejores de la extensa carrera de Bogardus es su Haufhwout Building de Nueva York, construido en 1859 según los diseños del arquitecto John P. Gaynor. Este fue el primer edificio que dispuso de un ascensor para pasajeros, solo cinco años después de que Elisha Graves Otis hiciera su histórica demostración del mismo en 1854.
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