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CURTIS William. J.  La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Págs. 491- 511.“El proceso de asimilación: América latina, Australia y Japón” 


En 1950, con el estallido de la Guerra de Corea, un periodo inflacionario desembocó en otro de prosperidad, y por fin los proyectos de papel pudieron dejarse de lado en favor de la construcción real. El debate volvió una vez más a la cuestión de un estilo moderno japonés. Estaba claro que éste tendría que afrontar las realidades de una sociedad en rápida industrialización en la que los valores tecnocráticos occidentales estaban más y más en evidencia, pues la vida japonesa se estaba norteamericanizando a marchas forzadas. El banco Nihon Sogo, de Kunio Mayekawa, o la casa editorial Readers' Digest, mas delicada, de Antonin Raymond(ambos realizados en Tokio en 1951) reflejaban un intento de continuar con la experimentación 'moderna' anterior a la guerra....


...En Japón, a finales de los años 1950 y principios de 1960, los ayuntamientos y los centros cívicos se proyectaban como genuinos intentos de expresar tanto la noción de foros para los ciudadanos en la democracia recién creada, como un nuevo sentimiento de confianza nacional. Los efectos delicados y a modo de pantallas dieron paso a un tratamiento más monumental y a una articulación más poderosa en hormigón rugoso. Una vez más, en este caso podían identificarse los antecedentes nacionales-especialmente las casas del tesoro imperiales con sus gigantescos troncos y ménsulas-, aunque había que tener cuidado para evitar el trasfondo autoritario. También había prototipos relevantes en la cultura arquitectónica internacional del periodo: Mayekawa y Tange estaban entre los primeros arquitectos de Japón que comprendieron la importancia que la inquebrantable combinación de tradiciones asiáticas y europeas de Chandigarh tenía para el lenguaje de la monumentalidad en su propio país. Uno de los edificios decisivos de este nuevo género era el Ayuntamiento de Kioto(1958-1960), de Mayekawa, en el que los toscos dibujos de la madera en el hormigón y en las vigas prefabricadas se usaban de un modo análogo al planteamiento de 'juego de piezas' de la construcción tradicional japonesa en madera. En el Palacio de Festivales Metropolitano de Tokio(1961), Mayekawa amplió aún más el mismo estilo. En este caso, el problema consistía en combinar auditorios y zonas públicas en un marco visual convenientemente impresionante, y no cabe duda de que el arquitecto tomo como modelo de su proyecto el edificio del Parlamento de Chandigarh. Los voladizos en forma de cavidad, los pórticos profundos, el hormigón desnudo y los elementos escultóricos de la cubierta que ponían de manifiesto los auditorios, procedían todos de esa fuente. Con todo, había una sutil diferencia: las siluetas, las figuras y las proporciones hablaban un lenguaje evocador de las tradiciones monumentales de Japón.


Págs. 515... Pero el poderoso estilo tardío de Le Corbusier podía revelarse útil como punto de partida para algunos talentos sensibles que retomasen no sólo los efectos externos, sino también los planteamientos intelectuales par la transformación de los antecedentes. Los ejemplos japoneses... indican algunas vias por las cuales los arquitectos como Mayekawa y Tange fueron capaces de combinar las sugerencias de Le Corbusier con una reinterpretación de las tradiciones asiáticas en madera, al crear una iconografía cívica para nuevas instituciones democráticas como los ayuntamientos. 


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FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987. 


Pág.252-265.“El Estilo Internacional: tema y variaciones, 1925-1965”


En 1926, empezó a formarse un movimiento japonés relativamente independiente alrededor del Grupo de Secesión Japonés, que incluyó entre sus primeros miembros a Mamoru Yamada, que diseñó la central telefónica de Tokio en 1926 y Tetsuro Yoshida, que proyectó la oficina general de correos de Tokio en 1931. Al propio tiempo, los pertenecientes a una generación todavía más joven, como Kunio Mayekawa y Junzo Yoshimura, empezaron a trabajar para Raymond o bien a estudiar en el extranjero. Numerosos japoneses acabaron incluso estudiando en la Bauhaus a finales de la década de 1920, en tanto que otros tales como Mayekawa y Junzo Sakakura, trabajaron para Le Corbusier....


... La antigua generación, los nombres nacidos al principiar el siglo, tales como Mayekawa y Sakakura, siguieron realizando contribuciones importantes, aunque menos vistosos. La labor teórica de Mayekawa se enfrentó con efectividad a toda la orientación de la arquitectura del siglo XX y su vinculación fatal con la instrumentalidad de occidente. Tanto el museo Kamakura de arte moderno por Sakakura 1951, y los apartamentos Harumi de Tokio, por Mayekawa 1957, fueron obras híbridas que revelaron una cierta dependencia cultural, ya que la una era auténticamente neoclásica en un sentido contracultural, y la otra procedía de la Unite de Habitation de Le Corbusier en Marsella....


...Mayekawa efectuaría un audaz intento para acomodar un estilo vital en parte occidental y en parte japonés dentro de los múltiples estratos de una gigantesca estructura antisísmica. Que el bloque de apartamentos Harumi, al igual que el sintético estilo de vida que pretendía albergar, podía ser, en el mejor de los casos, tan solo un éxito cualificado, es algo que al parecer reconoció el propio Mayekawa cuando en 1965, en un ensayo titulado pensamientos sobre la civilización en arquitectura, llegó a la tranquilizadora conclusión de que:


La arquitectura moderna está y debe estar tajantemente basada en los sólidos logros de la ciencia, la tecnología y la ingienería moderna. Por qué, pues, ¿tiende tan a menudo a convertirse en algo inhumano? Creo que una de las principales razones es la de que no siempre es creada meramente para satisfacer unas necesidades humanas, sino más bien por alguna otra razón, tal como la motivación de unos beneficios. O bien se intenta meter la arquitectura en el marco de algo ‘un presupuesto formulado por las operaciones mecánicas de un poderoso sistema burocrático del estado moderno, presupuesto que nada tiene que ver con las consideraciones humanas. Otra posibilidad es la de que los elementos inhumanos puedan estar contenidos por la propia ciencia, tecnología o ingeniería. Cuando el hombre trata de comprender ciertos fenómenos la ciencia los analiza, descomponiéndolos en los elementos más simples dentro de lo posible. Por tanto, la ingeniería estructural, cuando uno procura comprender un cierto fenómeno, los métodos adoptados son los de la simplificación y la abstracción. Surge la cuestión de si el uso de tales métodos no puede ser causa de un alejamiento respecto a las realidades humanas … La arquitectura moderna debe recordar sus rudimentos, sus principios iniciales como arquitectura humana. Mientras que la ciencia y la ingeniería son los productos del cerebro humano, la arquitectura moderna y las ciudades modernas que son construidas por ellas tienden a hacerse inhumanas. Lo que ha oscurecido los principios rudimentarios de la arquitectura moderna, lo que está deformando su sentido de misión, es el actual sistema ético que regula la acción humana y el sistema de juicios de valor oculto tras este sistema ético. Estos criterios éticos y de valor son las fuerzas que están moviendo a la civilización moderna pero también están anulando la dignidad humana y burlándose de la declaración de los derechos humanos. La conclusión de la tragedia no tiene nada de simple. Debemos retornar a los comienzos de la civilización occidental y descubrir si cabe en realidad encontrar el poder para llevar a cabo semejante revolución ética en el inventario de la propia civilización occidental. De no ser así, debemos buscarlo, junto con Toynbee, en el oriente o quizás en Japón.


Con esta paradójica proposición, la de que la cultura japonesa tradicional todavía puede sobrevivir en su ausencia como única fuerza capaz de redimir los excesos tecnocráticos de occidente, la era del Estilo Internacional concluyó definitivamente, no solo en Japón, sino en todo el resto del mundo.


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 KOSTOF, Spiro., Historia de la arquitectura. Alianza Editorial. Madrid 1988. Tomo 3


págs.1263-1315.“En paz con el pasado. Las últimas décadas”


El Estilo Internacional


Pero si los acontecimientos daban a los arquitectos modernos su gran oportunidad a mediados de siglo, también ellos estaban entonces plenamente preparados para asumirla. Durante los años difíciles de su revolución, cuando las oportunidades de construir eran escasas y modestas, habían estado rumiando esquemas prototípicos y grandiosos proyectos ideales, habían formado a arquitectos jóvenes, y habían luchado contra una situación establecida recelosa con un fervor propio de una cruzada. Le Corbusier lanzó planes exorbitantes para Barcelona, Argel y, en repetidas ocasiones para su propia ciudad de Paris; dio conferencias en Brasil y se involucró en el diseño de un nuevo Ministerio de Educación (en donde sus parasoles tendrían una primera aplicación a gran escala):y escribió y dibujó incansablemente. Su taller en Paris era ahora un afamado lugar de parada obligada. Los aprendices llevaban un mensaje a rincones distantes. Dos de ellos, Kunio Mayekawa (nacido en 1905) y Junzo Sakakura (1904-1974), llevaron su estilo a Japón, país que brillaría inesperadamente después de la guerra como una brillante avanzada de la arquitectura moderna con la obra de una joven generación que incluye al prolífico Kenzo Tange (nacido en 1913).


 

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