El artículo ‘Geometría, técnica y arquitectura’ correspondiente al nº 17 de la revista TECTÓNICA, realiza un análisis del uso de la geometría a lo largo de la historia, y cómo esta ha influido en las arquitecturas resultantes. El escrito comienza con la frase: ‘Dios geometriza’ que expresa a la perfección cómo la naturaleza, en su infinita sabiduría, se va estableciendo en sus respectivos ámbitos conforme a unas leyes geométricas únicas. Estas leyes han sido la base de la geometría arquitectónica, y en definitiva de cada elemento que se encuentra en las calles o en nuestras casas.

 Es en este contexto en el que se mueve el arquitecto, o en cualquier caso, el primer constructor del primer refugio de la historia, desde los orígenes se ve continuamente en la necesidad de tomar prestados modelos geométricos provenientes de la naturaleza como inspiración vital a la hora de realizar su obra. Desde las antiguas civilizaciones como Grecia y Roma con sus módulos repetitivos de columnas, órdenes y entablamentos, donde ha estado presente la mímesis e imitación a la naturaleza, pasando por la geometría compleja de la arquitectura gótica y los sistemas de composición de Brunelleschi quien volvió a los cánones clásicos bajo una interpretación libre y personal, la naturaleza como fuerza imitadora siempre ha estado presente.

 Finalmente, este trayecto llega hasta el racionalismo donde el desarrollo de nuevos materiales fue determinante para la concepción de obras que buscaban reconstruir la arquitectura empleando sistemas constructivos modernos, y así recuperar la integridad que se había perdido en los historicismos. Estas dos ideas que engloban al racionalismo: recuperar la integridad de la arquitectura y el empleo de nuevos materiales, han ido paulatinamente degenerando en concebir una arquitectura donde la técnica constructiva fuera la protagonista y donde la forma, aunque basada en conceptos geométricos, carece de afecto hacia los usuarios. De esta manera, la geometría, que en sus inicios recogía en un todo a la propia arquitectura junto con la naturaleza, ha desembocado en una herramienta que crea formas pero no arquitectura.

Aitor GONZÁLEZ DE GARIBAY