El capítulo trata del desarrollo arquitectónico europeo en la década de 1950. En esta época posterior a la II Guerra Mundial, existe a primera vista un predominio de la prosa constructiva, en la que se da prioridad a las necesidades de cobijo, higiene y sensibilidad urbana. El análisis de la arquitectura en países tan diversos como Holanda, Alemania, Francia, Italia, Grecia, Portugal y España, muestra una dualidad entre la nueva arquitectura moderna de carácter internacional y las tradiciones vernáculas campesinas que todavía continúan presentes. Contrastando obras de afamados arquitectos como Jean Prouvé, Aldo Van Eyck, Bruno Zevi, Pier Luigi Nervi, Carlo Scarpa, Fernando de Távora, Alvaro Siza, José Antonio Coderch, Oriol Bohigas, Francisco Javier Sáenz de Oiza y Alejandro de la Sota entre otros.