COHEN Jean- Louis., Le Corbusier 1887-1965. El lirismo de la arquitectura en la era de la máquina. Edit. Taschen. Colonia, 2006.
p.19." De regreso a La Chaux-de-Fonds, tras descubrir gran parte de la Europa germana, balcánica y mediterránea, Jeanneret distribuye su tiempo entre la enseñanza en la "nueva sección" de la Escuela de Artes Aplicadas y el ejercicio de la arquitectura y la decoración. Realiza varios conjuntos mobiliarios para un grupo de clientes israelies, partidarios de la innovación, y se dedica a diseñar proyectos de ordenación urbana, entre los que destaca la ciudad jardín de Crêtets, impregnada de las reminiscencias de Hellerau.
En un terreno próximo a las casas construidas cob Chapallaz, pone en práctica un nuevo enfoque en la "villa blanca" que edifica para sus padres, donde el habitáculo ya no se comprime en el interior de una manera preconcebida como en el caso del chalé. La casa no se levanta sobre un promontorio, sino perpendicular a la cuesta, en un terreplén sostenido por un muco de contención. Se llega a la planta baja tras una larga deambulación desde el camino, primero cubierta por una pérgola parecida a aquellas dibujadas por Jeaneret en Pompeya, y tras un ángulo recto, por un paseo que conduce hasta la puerta de entrada, oculta.
Esta conduce a un pequeño recibidor iluminado por ojo de buey y a las escaleras. Un vestíbulo comunica entre sí el conjunto de las habitaciones de recepción, distribuidas según un eje que parte del comedor, que se abre al jardín por una ventana en ábside, hasta la antecámara dotada de un "ventanl hacia el bosque", pasando por el salón iluminado por una ventana rectangular orientada cuesta abajo, "un ventanal hacia el horizonte". Los ángulos envuelven la sala de estar y la biblioteca. En la primera planta la luz inunda los dormitorios a través de una franja de ventanas que se estiran horizontalmente, y que recuerdan la casa Winslow de Frank Lloys Wright en River Forest, que Jeanneret conoció gracias a las revistas alemanas.
Debido al revoco blanco y a la cubierta de amianto y cemento. la casa Jeanneret-Perret muestra las experiencias acumuladas en sus viajes a Italia y Oriente, aunque no deja de parecerse en algunos aspectos a las casas dibujadas en el Bósforo el año anterior. Sin embargo, el uso del terreno sigue fielmente los principios enseñados por el alemán Paul Schultze-Naumburg desde 1906 en los "Kulturarbeiten". Los detalles de la vivienda reflejan los intentos de Paul Mebes por rehabilitar las formas arquitectónicas sencillas y transparentes en vigor "alrededor de 1800".
Entre la Reformkultur alemana y el clasicismo mediterráneo, a los que le habían acercado lecturas como "Entretiens de la Villa du Rouet" (1908) del escritor Charles Cingria-Vaneyre, se esboza una estrategia personal, no exenta de cierta torpeza, aunque ya extremadamente definida para un joven de apenas veinticinco años. La casa levantada en Locle ese mismo año para Georges Faivre-Jacot, dueño de los relojes Zénith, confirma los anteriores modelos del Jura. Ecos de la arquitectura contemporánea alemana se mezclan con aspectos extraídos de los palacios urbanos parisinos; el volumen recuerda a Schultze-Naumburg y Mebes, y la fachada y la distribución, a las casas de Behrens."
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CENICACELAYA J. SALOÑA I., Continuidad de la tradición en la modernidad. Edit. Centro Vasco de arquitectura.Bilbao, 2012
P. 118. Le Corbusier. Villa Jeanneret-Perret. Chaux de Fonds.
Fue construida en 1912 para sus padres en la ciudad natal del arquitecto. Le Corbusier contaba con 25 años y había viajado por varias ciudades de Europa, trabajando en varios estudios de prestigiosos arquitectos; por este motivo su visión de la arquitectura era menos provinciana y mas cosmopolita. Desinteresado por el Art Nouveau, entonces en boga, Le Corbusier mira hacia referentes sólidos y de prestigio, como es el caso de Peter Behrens en cuyo estudio berlinés había estado unos meses.
La casa, en su implantación en el lugar, en la relación de las partes y con el jardín, y desde luego en su composición, sigue los patrones del clasicismo. Tres niveles donde destacan por una parte la jerarquía de las plantas, con mayor relevancia de la planta noble, y por otra la cuidada composición de las fachadas y sus fenestraciones. En conjunto es una casa de notable elegancia y sofisticada sencillez.
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FRAMPTON Kenneth.,Historia crítica de la Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.
Pág.151-162. “Le Corbusier y el Esprit Nouveau”
Le Corbusier fue a Alemania en 1910 con el pretexto de ampliar sus conocimientos sobre la técnica del hormigón armado, pero mientras estuvo allí recibió el encargo, por parte de la escuela de arte de La Chaux-de-Fonds, de estudiar la situación de las artes decorativas . Esta tarea -que dio como resultado un libro- le puso en contacto con todas las figuras importantes del Deutsche Werkbund, en especial co n Peter Behrens y Heinrich Tessenow , los dos artistas que iban a ejercer una poderosa influencia en dos de sus obras posteriores en La Chaux-de-Fonds : la villa Jeanneret-Perret (para sus padres), de 1912, y el cine Scala, de 1916.
Además de esto, el contacto con el Werkbund le hizo tomar conciencia de los logros de los productos de la ingeniería moderna: los barcos, los automóviles y los aviones, que iban a constituir los puntos esenciales de su polémico artículo 'Ojos que no ven'. A finales de 1910, tras cinco meses en el estudio de Behrens -donde sin duda conocería a Mies van der Rohe - abandonó Alemania para ocupar en La Chaux-de-Fonds una plaza de profesor que le ofreció L'Éplattenier . Sin embargo, antes de regresar a Suiza hizo un extenso recorrido por los Balcanes y Asia Menor, y desde entonces la arquitectura otomana ejerció una influencia callada pero decidida en su obra. Todo ello queda patente en sus líricos apuntes de viaje, reunidos en su libro Viaje a Oriente, de 1913.