Revista Arquitectura Viva., Monografías. Herzog & de Meuron (2013-2017). Nº191-192. Edit. Arquitectura Viva SL 2017
p.152. "Las torres residenciales comunes suelen organizar las viviendas de manera apropiada, pero, sin embargo, no es habitual que generen un impacto positivo sobre el entorno. La multiplicación de unidades dentro de formas sencillas construidas en altura produce estructuras repetitivas y anónimas sin cualidades arquitectónicas destacables, aparte de la alta densidad que alcanzan. Frente a esto, la torre situada en el número 56 de la neoyorquina Leonard Street muestra un fuerte carácter íntimo y singular. El proyecto se ha concebido como un apilamiento de habitaciones, donde cada estancia es única e identificable. Los forjados varían en cada planta para adaptarse a las condiciones específicas de cada apartamento, desplegándose con voladizos y balcones. Desarrollada desde dentro hacia afuera, la torre empieza por las habitaciones, que se van agrupando sucesivamente planta por planta, creando así el volumen exterior. Desde dentro, los grupos de estancias parecen un conjunto de miradores. Las terrazas y los balcones en voladizo favorecen los vínculos visuales entre los vecinos, aunque se disponen cuidadosamente para evitar la visión directa sobre las áreas privadas de los apartamentos adyacentes. Como es común en los rascacielos de Nueva York la parte superior de la torre es la más expresiva, y acoge diez enormes áticos con grandes zonas exteriores y salones. Por su parte, la base de la torre responde al carácter especial del barrio de Tribeca, definido por una mezcla de escalas de edificación muy variadas. Agrupando unidades y bloques de diversos tamaños, que incluyen el vestíbulo, el aparcamiento y el acceso rodado, instalaciones y servicios para las viviendas y algunos apartamentos, la base consigue incorpora las escalas diferentes del barrio e integrarse en él. La apariencia global de la torre es el resultado de llevar al límite los métodos habituales de construcción local. El volumen presenta unas proporciones extremas en el tope de sus posibilidades estructurales- y, para su reducida huella, es excepcionalmente esbelto. El edificio muestra la estructura a través de los forjados y de las columnas de hormigón visto, registrando la configuración constructiva planta por planta y la escala estructural de las fuerzas que soportan. La percepción del sistema de escalonamiento y apilamiento se potencia con ventanas operables, una característica inusual en la construcción en altura que, sin embargo, ofrece la ventaja de proporcionar aire fresco a las viviendas. En suma, todas estas estrategias producen un edificio donde los habitantes pueden poseer una vivienda única con características propias que se diferencia dentro del conjunto residencial."