CURTIS William. J. La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. (edición original 1982).
Pág.589-613.“ El pluralismo de los años 1970”
A mediados de los años 1970, llegó a ser políticamente respetable (especialmente en los organismos de vivienda de Europa occidental) la limitación de las cubiertas a cuatro aguas y las molduras, en la creencia de que era una garantía automática de ‘la imagen humana’ de la vivienda.
El bloque lineal de viviendas para el barrio Gallaratese de Milán (1969-1976), obra de Aldo Rossi, presentó un fuerte contraste tanto respecto a Byker Wall como respecto al resurgir de lo vernáculo.
Las artificiosas complejidades de Byker Wall se reemplazaban por una simplicidad desolada y repetitiva; la forma sinuosa y los acentos pintorescos se sustituían por una linealidad obsesiva; los rincones y las rendijas se reemplazaban por una monótona calle galería que corría de un extremo a otro. La banda de viviendas definía el borde de un enclave próximo a un cruce de autopistas, y en un entorno tan vacuo se necesitaba un gesto audaz. Según parece, el planteamiento del proyecto de Rossi se situaba entre lo que llamaba ‘inventario y memoria’ e implicaba la fusión deliberada de tipos anteriores. En el cementerio de Módena (1972), el mausoleo antiguo se había cruzado con las visiones abstractas de Boullee o Ledoux de finales del siglo XVIII; en el Gallaratese, Rossi pareció juntar la organización de la Unité, la calle-puente, recuerdos melancólicos de las arcadas del norte de Italia (con alguna ayuda de los metafísicos paisajes urbanos de Giorgio de Chirico) y la idea de un viaducto:
[…] existe una relación analógica con determinadas construcciones de ingeniería que se confunden ampliamente con la tipología de corredor y el mismo sentimiento que siempre experimentado por las viejas casas milanesas en las que el corredor es una forma de vida bañada en historias menores, en intimidades domésticas, en relaciones.
...Estos tres conjuntos residenciales (Byker, Gallaratese y Quinta da Malagueira) Indican diferentes vías por las cuales la herencia de la arquitectura moderna podía extenderse a nuevos territorios expresivos. Una gama igualmente amplia de compromisos ideológicos y vocabularios surge si se analizan las soluciones arquitectónicas para los lugares de trabajo y los años 1970, en particular los edificios de oficinas....
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Págs.617-633 Los edificios de Rossi a finales de los años 1970 y comienzos de 1980 (por ejemplo, el bloque de viviendas Gallaratese, figura 743) quedaban reducidos a las geometrías más elementales del cubo, el cono y el cilindro, solían disponerse en plantas simétricas y estaban despojados de todo ornamento, aunque los lucernarios triangulares hacían sutiles alusiones a los frontones, y los elementos estructurales agrupados con regularidad recordaban filas de columnas.
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FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.
Pág.284-316. “Lugar, producción y escenografía; práctica y teoría internacionales desde 1962”
Rossi reconocía que los programas más modernos eran vehículos inadecuados para la arquitectura , y para él esto significaba recurrir a una arquitectura llamada 'analógica’ cuyos referentes y elementos debian abstraerse de lo vernáculo en un sentido lo más amplio posible. Su bloque de viviendas en el barrio Gallaratese , diseñado como parte de un conjunto residencial de Carlo Aymonino construido a las afueras de Milán en 1973, fue una ocasión para evocar la arquitectura de la tradicional casa de vecindad milanesa. De igual modo, el ayuntamiento de Trieste , proyectado con forma de penitenciaría en 1973, era tanto un homenaje a la tradición constructiva local del siglo XIX como un comentario sarcástico acerca de la naturaleza última de la burocracia moderna. Al igual que Leon Krier -que por entonces tomó un camino similar-, Rossi intentaba eludir las quimeras gemelas de la modernidad (la lógica positivista y una fe ciega en el progreso) volviendo tanto a la tipología edificatoria como a las formas constructivas de la segunda mitad del siglo XIX. De su aportación al, conjunto del Gallaratese , escribía:
En mi diseño para el bloque residencial del barrio Gallaratese en Milán (1969-1973), hay una relación analógica con ciertas obras de ingeniería que se mezclan libremente tanto con la tipología de corredor como con un sentimiento de afinidad que siempre he experimentado en la arquitectura de las tradicionales casas de vecindad milanesas, en las que los corredores significan un estilo de vida inmerso en los encuentros cotidianos, la intimidad doméstica y la variedad de relaciones personales. Sin embargo, otro aspecto de este diseño me lo hizo ver Fabio Reinhart mientras pasábamos en coche por el puerto de San Bernardino, como hacíamos a menudo para ir a Zúrich desde el valle del Ticino, Reinhart señaló el elemento repetitivo en el sistema de los túneles abiertos por un costado,y con ello su trazado inherente. Comprendí... que debía haber sido consciente de esa estructura concreta... sin pretender expresarla necesariamente en una obra de arquitectura .