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Torres Blancas

Torres Blancas

  • 1961 - 1969
  •  
  • SÁENZ DE OIZA, Francisco Javier
  •  
  • Madrid
  • España
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CURTIS William. J.  La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006.


Págs. 547- 565.“ Extensión y crítica en la década de 1960” 


En la década de 1960, España revela un pluralismo de distinta índole que unas veces combina diversos rasgos de la herencia moderna, y otras responde a los diferentes climas y lugares. A diferencia de las obras silenciosas y retraídas de De la Sota (véase el capítulo 26), Madrid presenció el eclecticismo eruptivo y escultórico de Torres Blancas( 1961-1968), de Francisco Javier Sáenz de Oíza, un edificio 'orgánico' con fustes arracimados y balcones curvos en béton brut, que estaba muy en deuda con las obras tardías de Wright, por no decir con los racimos y los tanques de los metabolistas japoneses. Visto en retrospectiva, el edificio se consideró «el mayor admirador de la modernidad y su mayor disputador», pues aunaba posiciones que a menudo eran opuestas: «un deseo de ser leal a los principios de la función y la tecnología, pero adhiriéndose simultáneamente a un lenguaje arquitectónico organicista, expresionista y escultórico.»


Pág.589-613. “ El pluralismo de los años 1970”


El diseño de rascacielos en los años 1970 revela también una búsqueda diversas soluciones a partir de los descubrimientos de las décadas anteriores. Se trataba de un tipo en el verdadero sentido de la palabra: un problema para el que se habían planteado montones de soluciones durante casi un siglo....


 ... En la década de 1970 se hicieron varios rascacielos que se basaban en una ingeniosa fusión de conceptos extraídos de diferentes prototipos dentro del movimiento moderno. El banco de Bilbao (actualmente BBVA) en Madrid (1971-1978), obra de Francisco Javier Sáenz de Oíza, pertenecía en términos generales a una tradición ‘orgánico-tecnológica’. La estructura se basa en la idea de unas plataformas voladas de hormigón colocados cada seis plantas, en las que se insertaban armazones de entramado de acero de cuatro alturas. Este concepto se expresaba con una torre articulada y de esquinas redondeadas en la que el acristalamiento estaba cortado por balcones y barandillas de rejilla de acero para la limpieza y la sombra de las ventanas. Había ecos de los densos colores de bronce y los precisos detalles del edificio Seagram de Mies, aunque el prototipo seguido era claramente la torre de laboratorios de Johnson Wax, de Wright (1943-1945).


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