Esta capacidad para crear paisajes exteriores e interiores no solo se manifiesta en los conjuntos, sino que también se expresa en sus edificios, como el Nordjyllands Kunstmuseum en Aalborg, Dinamarca (1958-1972), cuyas salas se enroscan en torno a un espacio central. O en sus viviendas colectivas, como el bloque para el Hansaviertel de Berlín (1955-1957), en el que, dentro del recinto prismático y reducido de cada vivienda todas las piezas giran alrededor de un gran espacio vacío central, el lugar familiar de la “tupa”, y cada una va girando para adaptarse a la orientación, volcándose hacia la terraza abierta al exterior. Por tanto, incluso dentro de las condiciones restringidas de la vivienda colectiva, Aalto consiguió que el espacio se convirtiera en paisaje.
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