RIVERA, David.,La otra arquitectura moderna. Expresionistas, metafísicos y clasicistas. 1910-1950. Edit. Reverté. Barcelona, 2017.

Págs. 159-190.” El clasicismo moderno en Italia”

La mayoría de los edificios fascistas de la EUR exhiben cierta dependencia de los modelos del clasicismo; pero resulta más interesante detenerse brevemente en un edificio algo anterior proyectado por Libera y por De Renzi en el centro histórico de Roma: la estafeta de correos de Via Marmorata (1932), frente a la pirámide de Cayo Cestio y a los pies del monte Aventino. Una plataforma escalonada da acceso a un edificio llamativamente vanguardista, compuesto por austeros bloques cúbicos animados únicamente por un dinámico patrón en zigzag en los bloques salientes de los extremos (el trasunto de las escaleras que hay detrás) y una serie de pequeñas ventanas cuadradas dispuestas en las caras interiores. Una banda de cristal curva y continua remata misteriosamente el cuerpo más bajo, contenido entre los bloques laterales: se trata del lucernario de la sala de operaciones. Obviamente moderno como es, el edificio está esencialmente gobernado por criterios clasicistas. La composición del frente, con los dos pabellones laterales avanzados que enmarcan la sala principal, más baja, pertenece de nuevo al ámbito de la composición jerárquica y axial típicamente beaux-arts, y la disposición perfectamente simétrica del zigzag de las escaleras, junto con la modulación pura de las ventanas cuadradas, refuerza la impresión monumental y tradicional tanto como el aplacado uniforme de mármol. Incluso el lucernario azul —como una banda curva recortada, que hace pensar en Erich Mendelsohn o el Constructivismo— adquiere la forma y la posición de una cúpula o un cimborrio.

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