Págs. 117-131. “Futurismo. Teoría y evolución”
Los cubistas de quienes adquirieron este recurso fueron los integrantes del Groupe de Puteaux, grupo formado alrededor de la familia Duchamp, en la periferia del círculo Picasso-Braque. El grupo de Puteaux aportaría más de una contribución al desarrollo del diseño moderno, ya que sus miembros estuvieron vinculados a la Section d'Or, al movimiento predadaísta de Nueva York y alpurismo, de los cuales nos ocuparemos a su debido tiempo. En ese momento, podían ofrecer a los futuristas un enfoque intelectual y cuasi diagramático de la pintura, en lugar del enfoque intuitivo y cuasi representativo de Braque o Picasso. En el Molinillo de caféde Marcel Duchamp (obra ocasional, realizada como regalo de bodas para su hermano), pintado a comienzos de 1911, podía verse no sólo una máquina «desmantelada» a fin de revelar sus funciones, sino también una convención para mostrar las distintas posiciones de la manivela en su movimiento de giro. Esta obra fue realizada probablemente bajo la influencia de los primeros manifiestos futuristas, pero eso no altera el hecho de que los futuristas no hubieran llegado todavía a una serie definitiva de conversaciones, ya fuese para representar el movimiento, ya la disolución de las formas.
Págs. 207-220.“La arquitectura y la tradición cubista”
Como se ha dicho en otra parte, solo unido a las ideas futuristas pudo el cubismo realizar una aportación de importancia a la corriente arquitectónica: pero la conjunción particular lograda por el Marcel Duchamp, el miembro más importante del Grupe de Puteaux a este respecto, difiere notablemente la realizada por en el circulo de de Stijl o entre los elementaristas. El matiz peculiar conferido por Duchamp a la estética cubista-futurista se halla presente en una obra ya discutida en un capitulo anterior como posible fuente de los métodos pictóricos futuristas: el “molinillo de café” de 1911. Mientras que, en la obra de 1911 a una etapa avanzada, procurando satisfacer ciertas preocupaciones puramente pictóricas y personales (imágenes violentas, ilusiones espaciales controladas, etc.), Duchamp descompone el “El molinillo de Café” a fin de poner de manifiesto su mecánica, como en un esquema telescópico de un manual de instrucciones: hay incluso una flecha para indicar el sentido de rotación de la manivela. Duchamp ha desplazado la atención del hecho de hacer un cuadro para concentrarla en un examen del Innesrste Wesen del material temático, si bien sus motivos se aproximan más a los de los futuristas antitradicionalistas que a los del Werkbund racionalista