p. 59-63. " El director de la Fundación Querini-Stampalia encargó a Scarpa la remodelación tanto de la planta baja, que se habia vuelto unitilizable por las inundaciones periódicas, como del patio interior del palazzo veneciano del siglo XVI. Una remodelación anterior, ealizada en el siglo XIX, había distorsionado por completo la sala original, que debía ser reconstruida con sentido crítico. Scarpa sabía que cualquier intento de mantener el agua fuera del edificio fracasaría; en consecuencia, jugó con ella; construyó una pasarela enmarcada en piedra labrada, dejo penetrar el agua por una brecha de la entrada y, por medio de una canaleta, la condujo por las salas bordeando los muros a fin de neutralizar los efectos de las inundaciones periódicas.
A la entrada del palazzo se llega a través de un puente, que lo une con el campiello, la plaza pequeña frente a la iglesia Santa María Formosa. También este puente es un tema típicamente veneciano. Consta de una construcción de acero que tiene la forma de un arco tensado apoyado sobre bloques de piedra de Istria. la construcción de soporte, está formada por dos arcos de placas curvas de acero, vinculadas por piezas de unión macizas y de sección cuadrada. Los barrotes de la barandilla, de acero plano, soportan un tubo con un pasamano de teca que evoca formas de la construcción naval. La barandilla está formada por tres segmentos que, por ser rectilíneos, esfatizan la forma arqueada del puentecillo. Los escalones y el descansillo son de duramen de madera de alerce.
A la izquierda del puente, dos rejas idénticas cierran los dos actos de medio punto situados a la orilla del canal. Cada reja tiene dos partes: la superior, formada por barrotes de una aleación especial de bronce, dispuestos verticalmente dentro de marcos de hierro; la parte inferior está formada por perfiles de hierro de diferente grosor, definiendo un motivo de inspiración oriental.
Después de pasar por el puente y ell cancel acristalado, se baja al vestíbulo, cuyo solado de mármol es un mosiaco polícromo que reproduce motivos de Paul Klee y que Scarpa ya había usado en el museo Castelvecchio. El revestimiento de la pared, está formado por paneles de albañilería ligera y enlucido blanco, fijados a cierta distancia de la pared para asegurar su ventilación y protegerlos de la jumedad. Los techos están cubiertos con estuco veneciano de color roko-naranja. Desde el vestíbulo y pasando delante de un plano acristalado que llega hasta el techo, se llega a las salas de conferencias y exposiciones situadas más arriba. La necesidad de instalar aparatos de calefacción condujo a Scarpa a diseñar aquí un revestimiento my elaborado, de piedra de istrial.
En la gran sala de exposición, que se extiende hasta el patio interior, unas franjas de peidra separan el área del suelo de la de los zócalos de hormigón lavado. Este solado es una interpretación moderna de los tradicionales revestimientos con fajas de piedra y grava, como los que se encuentran en los patios interiores y en los portegui, los pórticos de los palacios venecianos. Encima del zócalo, las paredes están revestidas con dos anchas fajas de marmol travertino de Rapolano, separadas, a la altura de los ojos, por un perfil de bronce. Unos tubos fluorescentes protegidos por láminas de vidrio opalino, están integrados a ras del revestimiento de piedra. De forma muy lograda, se integró en este plano una puerta de travertino que conduce a una habitación pequeña, reservada a los conferenciantes.
la habitación se abre hacia un pequeño jardín rectangular. Carlo Scarpa, elevó también el nivel del jardín para crear una relación más estrecha entre el interior y el exterior. Un lado del jardín está delimitado por un muro de hormigón armado decorado conun osaico, diseño de Mario De Luigi, que asemeja al muro de la tumba de la familia Brion.
Tambiñen en la disposición del jardin se hace patente la influencia de latradición veneciana, pero Scarpa subraya aquí sobre todo el carácter regional de la arquitectura. El agua participa otra vez en el juego de los caminos; un pequeño estanque de mármol violeta, de los Alpes Apuanos, recoge el agua que gotea deun tubo. Desde allí, el agua es conducida por una serie de estanques a través de un camino laberíntico, desembocando en un arroyo profundo donde crecen menúfares. En el extremo opuesto del estanque, donde los pajaros pueden apagar su sed, el agua desagua en forma de una pequeña cascada, cerca del petril de un antiguo aljibe. la interevención arquitectónica de Scarpa concluye con la remodelación del área del ascensor, en el diseño de cerraduras para puertas y ventanas y la remodelación de la escalera que conduce a la biblioteca en el primer piso. Ahí, sobre el descansillo de la escalera, se encuentra una lámpara muy interesante, cuyo marco etá elaborado en palo santo basileño, pende de una barra de sección poligonal. Dos láminas de vidrio poalino protegen las bombillas".
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Págs. 547- 565.“ Extensión y crítica en la década de 1960”
Por el contrario, la enigmática figura de Carlo Scarpaevitaba esa costumbre italiana de teorizar. Sin embargo, sus proyectos se contaban entre los más sutiles cuando se trataba de insertar edificios modernos en el tejido antiguo. El vocabulario de Scarpa, a base de fragmentos suspendidosy niveles estratificados, le permitía 'excavar' un emplazamiento en busca de sus resonancias subyacentes y explorar las superposiciones del tiempo. Su conversión en museo de un antiguo palacio veneciano, el Querin Stampalia(1961-1963) reiteraba su técnica de trabajar con 'capas', de separar lo nuevo de lo viejo, y de guiar el movimiento con planos entrelazados en paredes, suelos y techos. El recorrido a través del museo iba desde una pequeña piazza delante del edificio, pasando sobre un canal mediante un puente de exquisitos detalles y por los interiores sobre un suelo ligeramente elevado, hasta salir al jardín de la parte posterior, donde unas pantallas de hormigón llevaban insertas teselas de mosaico. Este camino era un elemento independiente en sí mismo, intervención moderna colocada justo por encima del del acqua alta, la subida invernal de la marea que inunda periódicamente las plantas bajas de la ciudad. En el jardín, el tema del agua rodeando la materia se invertía en forma de un canal de curso lento que corría por la parte alta de un muro. Un manantial desaguaba lentamente en un estanque de mármol blanco con forma de laberinto.