Print
Almacenes en Casablanca

Almacenes en Casablanca

  • 1915 - 1916
  •  
  • PERRET, Auguste
  •  
  • Casablanca
  • Marruecos

KOSTOF, Spiro., Historia de la arquitectura. Alianza Editorial. Madrid 1988. Tomo 3


págs.1211-1262. “Arquitectura y Estado . Los años de entreguerras” 


pág. 1211. Los años veinte.


La Gran Guerra dejó tras de sí un mundo roto. La matanza había sido algo sin precedentes. Murieron millones de personas. Sólo en Rusia la Revolución de Octubre y la guerra civil que le siguió costaron 20 millones de vidas.


Se extendió ahora un fervor revolucionario izquierdista. Las naciones occidentales se encontraron a sí mismas empobrecidas. Aquella estable economía internacional construida en los cien años precedentes en los que Europa no había conocido ninguna guerra importante yacía sembrada de ruinas. Las monedas fluctuaban salvajemente. Se dio una vuelta a las tarifas proteccionistas y a otras tácticas de nacionalismo egoísta. Y, sin embargo, paradójicamente, en el estado de ánimo socialista que ahora prevalecía, podía verse un deseo de fraternidad universal, mientras que el avance de las comunicaciones impulsado por la guerra borró las fronteras y aminoró las distancias. La radio y el teléfono, por ejemplo, se estaban haciendo habituales. La aviación civil tuvo un inicio propicio, en agosto de 1919, cuando se inauguró la primera ruta comercial entre París y Londres.


Los modelos territoriales habían cambiado radicalmente. La desmantelada nación zarista perdió Finlandia, Polonia y los Países Bálticos. Otros tres imperios se deshicieron. El dominio otomano, en decadencia desde el siglo XVIII, se había replegado hasta quedar tras la línea que define actualmente a Turquía. Allí se proclamó una República en 1923, y se comenzó a edificar una nueva capital en el corazón de Asia Menor, en Ankara. El imperio austro-húngaro engendro tres naciones: la república de Austria, Checoslovaquia y Hungría. Y en cuanto a la Alemania imperial, las cosas podían haber sido peores. Reconstituida como una república, consiguió retener hasta cuatro quintas partes de su territorio en los tratados de paz; su población de 65 millones era aún la mayor de Europa.


Los vencedores tuvieron, por supuesto, sus recompensas. Francia absorbió trozos de África, obtuvo el mandato de Siria y retuvo sus posesiones en Indonesia. En países como Marruecos y Vietnam, los administradores franceses y los arquitectos planificadores trazaron sus nuevos barrios junto a las ciudades nativas; o bien erigieron estructuras gubernamentales muy vistosas en los centros antiguos. Tanto la arquitectura, en su mayor parte dentro de la tradición académica de la École des Beaux-Arts como los esquemas geométricos de calles en cuadrículas y diagonales barrocas, pregonaban la superioridad cultural del poder colonial. También hubo ciudades enteras nuevas. Casablanca, con los grandes diques de August Perret, fue planificada como centro económico de Marruecos.

Up