Pág. 685. EL PREDOMINIO DE LA VEGETACIÓN:LAS SQUARES DE LONDRES
Rechazo del plan de Wren. Esa unidad global buscada por el Barroco no resultaba aceptable para la Inglaterra del siglo XVII. El plan coordinado de Christopher Wren para la reconstrucción general de Londres tras el gran incendio de 1666 fue rechazado por el rey Carlos II después de analizarlo tan sólo tres días. Y esto ocurría justo en el momento en que Gian Lorenzo Bernini estaba trazando la plaza situada delante de San Pedro, y André Le Nôtre los jardines de Versalles. El alcance del proyecto de Wren — medio barroco y medio renacentista en su carácter— era demasiado riguroso como para permitir su ejecución, pero por una razón más importante que la alegada habitualmente. La creencia popular es que el plan de Wren no se aplicó porque resultó imposible llegar a un acuerdo con los propietarios de media docena de solares arrasados, por los que inoportunamente pasaban los ejes de Wren. Pero no fue simplemente una complicada cuestión de propiedad lo que bloqueó el trazado de los ejes a la manera del Renacimiento o el Barroco; había también cierta repugnancia interna hacia ellos. Esta misma repugnancia actuó para impedir cualquier disposición sistemáticamente relacionada de hileras, plazas y calles en aquellas zonas donde más fácilmente se podría haber logrado: dentro de las grandes propiedades. La Corona y el duque de Bedford hicieron caso omiso de tales esquemas en el distrito de Covent Garden; y el conde de Southampton hizo lo propio en Bloomsbury. El modo en que estas plazas están salpicadas irracionalmente por el terreno, separadas y sin embargo no completamente aisladas unas de otras, es similar al dibujo de una alfombra oriental o a una pintura de Paul Klee.