Págs. 257-273“El Estilo Internacional, el talento individual y el mito del funcionalismo”
La arquitectura moderna de la década de 1920 también articulaba toda una variedad de visiones de la esfera privada que revelaban una gama de ideas para el interior: desde la austeridad clínica y las bombillas desnudas de los arquitectos de la Nueva Objetividad, hasta la seda tornasolada, el acero pulido y el cromado reluciente de Mies van der Rohe. En sus casas, Le Corbusier sacaba provecho de los contrastes entre los muros planos (algunos blancos, otros en verdes, marrones o azules uniformes), los objets trouvés industriales (radiadores metálicos, picaportes o grifos), las sillas de madera curvada Thonet y objetos artesanales como las alfombras bereberes, geométricas y vivamente coloreadas, del norte de África. Trabajando en colaboración con Charlotte Perriand, desarrolló toda una gama de muebles de tubo de acero que se servían de la tecnología de las bicicletas y se adaptaban al cuerpo humano en posición sentada o reclinada. La chaise longue, con su esbelta estructura de acero y su revestimiento de cuero, puede que se inspirase en parte en el mobiliario de campamento, pero su figura sinuosa también estaba en armonía con la geometría curva de la 'planta libre'. La arquitecta y diseñadora Eileen Gray también desarrolló una refinada estética para los interiores, recurriendo a sutiles yuxtaposiciones de acabados exóticos, populares y maquinistas, y a su sensibilidad para los rituales íntimos de la existencia cotidiana; combinaba pantallas deslizantes (de inspiración oriental), trabajos modulares de carpintería, sillas ligeras con tapicería de cuero (por ejemplo, la silla 'Transar'), superficies lacadas y tejidos. La casa que Gray proyectó para ella misma y Jean Badovici en Cap Martín (1926-1929) revelaba «un control relajado y elástico del ambiente visual», un sentido de los matices humanos y de los episodios espaciales opuesto a la manipulaciónestilística y la vacuidad del diseño meramente funcionalista.
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Págs.26-63. Sin embargo, debido a las insuficiencias, los excesos y la prepotencia del pensamiento racionalista, éste pronto entró en crisis, siendo cuestionado en especial desde el diseño y el pensamiento femenino, en diversas autoras. Por ejemplo, la arquitecta y diseñadora Elieen Gray (1878-1976) en sus obras y sus escritos demostró que las necesarias formas mecánicas, demasiado duras y frías, también podían ser emocionantes, despertar la emotividad y dejarse penetrar por lo real; y la filósofa María Zambrano (1904-1996) conceptualizó la experiencia vital humana construyendo una nueva razón poética.