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BENEVOLO L., Historia de la Arquitectura Moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1985.


Págs.. 125-149.“Ingeniería y arquitectura en la segunda mitad del siglo XIX” .


Muchos arquitectos, incluso los de escuela racionalista, como A. De Baudot, critican las proporciones demasiado rebajadas y los detalles, particularmente la junta articulada (de la Gallerrie des Machines), que debilita visualmente la base de los arcos. Otros expertos, al contrario, aprueban la correspondencia entre la estructura y la envoltura arquitectónica:


“Este monumento no sólo anuncia desde lejos su finalidad, sino que revela la intención de su constructor, hace abarcar, en una sola mirada, en su infinita variedad, las aplicaciones de la ciencia moderna al servicio del constructor. La finalidad es plenamente alcanzada. Estudiad los caminos elegidos para conseguirla, la ligereza de la estructura, el vuelo audaz de la graciosa curva de los arcos, que cortan el espacio como las alas desplegadas en un pájaro en plano vuelo”.


Págs. 351-373.”Los movimientos de vanguardia europeos de 1890 a 1914. El nuevo clasicismo francés: Auguste Perret y Tony Garnier”.


El cemento artificial es un material descubierto a principios de siglo por el inglés Aspdin; la patente del 21 de octubre de 1824 dice textualmente:


“El barro o polvo de las calles empedradas con piedra calcárea o, en caso de que este material no se pueda obtener en suficiente cantidad, la piedra calcárea calcinada, se mezcla con una determinada cantidad de arcilla, amasada con agua, por medio del trabajo manual o a máquina, hasta reducirla a un limo impalpable. La pasta se deja secar, luego se trocea y se calienta en un horno de cal, hasta que se haya desarrollado todo el ácido carbónico; después se reduce a polvo el producto con muelas y morteros y ya está listo para el uso.”


 Hacia 1845 empieza a producir industrialmente y se hacen los primeros intentos de asociar el cemento al hierro, para dotarlo de la resistencia a la tracción de que carece. En 1847, F. Coignet proyecta la primera cubierta en cemento fraguado en encofrados y armado con perfiles de hierro para una terraza en St. Denis, construida después en 1852; en 1848Lambot proyecta su embarcación, y en 1849 Joseph Monier (1823-1906) construye las primeras jardineras, armadas contela metálica. Por ahora las aplicaciones se reducen a objetos de pequeñas dimensiones y sólo la curiosidad de laposteridad, testigo del progreso del hormigón armado en las últimas décadas del siglo XIX, ha permitido conocer los nombres de estos precursores.


 Monier se da cuenta muy pronto de que el nuevo sistema de construcción es bueno para muchos otros usos y, después de haber patentado en 1855 sus jardineras, obtiene en los años siguientes una serie de patentes para otrasaplicaciones del hormigón armado: tuberías (1868), paneles (1869), puentes (1873), escaleras (1875), vigas (1878),cubiertas (1880). En seguida empiezan las realizaciones concretas: un depósito de agua en Fontainebleau en 1868, seguido inmediatamente de otros de mayor capacidad y, en 1875, el primer puente de 16 metros de luz.


 En 1879 se ceden las patentes de Monier a Alemania y a Austria y en 1887 se constituye la Actien Gesellschaft für Beton und Monierbau, que construye numerosos puentes en los países alemanes. Entre 1885 y 1890 llegan otrascontribuciones de América (Ward, Hyatt y Ransome); en 1880 aparece François Hennebique (1842-1921), que estudia losforjados de cemento armados con redondos de hierro, construyendo el primero en 1888 en Lombardtzyde, en Bélgica.Alrededor de 1890, F. Coignet obtiene varias patentes para la construcción de acueductos con tubos de cemento y realizaen 1891 el primer forjado de vigas prefabricadas en Biarritz. Después de 1892 se intensifica la actividad de Hennebique; suempresa crea 42 agencias en el extranjero, y en la siguiente década cerca de 7000 obras, entre las que figuran los forjados del Grand y del Petit Palais, para la Exposición Universal de París de 1900. En 1904, Anatole De Baudot (1834-1915)construye la iglesia de Saint-Jean de Montmartre en cemento armado dejando vista, con audacia, en el interior laestructura portante: De Baudot es un antiguo alumno de Labrouste y de Viollet-le-Duc y es el primero en emplear el nuevo material en una obra representativa, con evidente intención polémica; como Viollet-le-Duc, plantea la estructura según elmodelo gótico, para que sea aceptable por el gusto de la época.


 Mientras tanto continúan los estudios teóricos –con importantes contribuciones alemanas, sobre todo de F. Von Emperger alrededor de 1895— y nace la exigencia de un reglamento que controle los diversos sistemas de cálculo en uso(Hennebique, Cottancin, Rabut, etc.). En 1892 se instituye la Comisión francesa para el estudio del cemento armado, en 1897 Rabut da el primer curso sobre el tema en la Ecole Polytechnique, y en 1903 se forma la Chambre Syndicale deConstructeurs en Ciment Armé de France. Por último, en 1906, se publica el primer reglamento oficial francés, al quesiguen los de los demás países.


La publicación de los reglamentos es importante porque libera el empleo del cemento del control de teóricos y experimentadores y permite una gran difusión del procedimiento, con previas garantías técnicas. Especialmente elreglamento francés, dotado de gran flexibilidad, permite a los mejores proyectistas cierta libertad y admite estructurasbastante sutiles, que en otros países están prohibidas por las leyes.


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FRAMPTON Kenneth., 
Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987. 


Págs. 29-40.“Transformaciones técnicas: ingeniería estructural, 1775-1939”


En 1890 el ingeniero Cottancisn patentó su propio sistema de ciment armé, que dependía del refuerzo combinado de hormigón y ladrillo, en el que los ladrillos se unían con el cemento mediante refuerzos de alambre. En este sistema híbrido, la función principal del elemento “hierro forzado” consistía en mantener una continuidad estructural en las zonas de alta tensión. En las áreas de compresión, predominaba naturalmente el ladrillo. El sistema atrajo singularmente al arquitecto racionalista Anatole de Baudot, el cual, como alumno del gran teórico estructural francés Viollet-le-Duc, investigaba la estructura revelada como única base válida para la expresión en arquitectura. Sobre esta base de Baudot confinó le betón armé monolítico al campo de la ingeniería, mientras reservaba para el arquitecto la técnica estrictamente más explícita y articulada del ciment armé, una tecnología cuyas cualidades expresivas quedaron demostradas plenamente en si iglesia de Saint-Jean-de-Montmatre, en Paris (comenzada en 1894).


La intrincaba bóveda de esta iglesia estaba estrechamente relacionada con toda una secuencia de proyectos grande salle que De Baudot diseñó entre 1910 y 1914. Después de Viollet-le-Duc, a él le preocupaba el problema del gran espacio como necesario terreno de pruebas para toda cultura arquitectónica. En este contexto, su serie grand salle, que comenzó con un basto proyecto para la exposición de 1900, puede ser considerada como una anticipación con respecto a las retículas de losas planas y las conchas prefabricadas que conseguiría medio siglo más tarde el ingeniero Pier Luigi Nervi, especialmente en la sala de exposiciones de Turín, en 1948 y en la  hilaturas de lana Gatti, construidas cerca de Roma en 1953.


 


Págs.64-73 "El racionalismo estructural y la influencia de Viollet-le Duc; Gaudí, Horta, Guimard y Berlage, 1880-1910 “ 


En Francia, la linea de sucesión que vincula a Viollet-le-Duc con Héctor Guimardpasa a través de Anatole de Baudot, maestro de Guimard, que había sido alumno a la vez de Viollet-le-Duc y de Labrouste. En 1894 De Baudot, había proyectado en asociación con el ingeniero Paul Cottancin, la iglesia de St-Jean-de Montmatre en Paris, una estructura de ladrillo reforzado  y ciment armé, que fue seguramente el ensayo mas profundo en racionalismo estructural hasta la fecha. Por tanto, en sus primeras obras parisienses, Guimard recela su deuda tanto respecto a de Baudot como a Viottel-le-Duc, particularmente en su École du Sacré Coeur y su Mansion Carpeaux en el Boulevard Exelmans, completadas ambas en 1895. En tanto que la primera, un edificio escolar pequeño con soportes en V hasta la planta superior, fue una realización casi directa de la famosa ilustración en Entretiens, la última, una mansión urbana burguesa, mostró con respecto a un clasicismo residual las mismas tendencias que encontramos en las obras de Horta.


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 PEVSNER, N., Pioneros del diseño moderno. De William Morris a Walter Gropius. Ed. Infinito. Buenos Aires,2003.


p. 17-40. "Teorías del arte desde Morris hasta Gropius" 


De este modo, la posición de Wright en 1901 era casi idéntica a la que sustentan hoy los más avanzados pensadores respecto al futuro del arte y de la arquitectura. Sin embargo, esta teoría continuo aislada en América por un largo tiempo. Y es un hecho indiscutible que, también en la mayor parte de los países europeos los que abogaban por un nuevo estilo del siglo hallaron muy poco eco antes de la Primera Guerra Mundial. Este ocurrió, por ejemplo, con Anatole de Baudot quien, ya en 1889, decia: «Hace mucho tiempo declino la influencia del arquitecto, y el ingeniero, I’homme moderne par excellence, está empezando a sustituirlo»; y fue también el caso de H. P. Berlage (1856-1934) en Holanda, quien en dos artículos de 1895 y 1896, recomendaba al arquitecto no pensar en términos de estilo al proyectar edificios. Solo así, decía, puede crearse verdadera arquitectura, comparable a la de la Edad Media, arquitectura como un «puro arte de utilidad». A una arquitectura así la consideraba «el arte del siglo XX», y debe advertirse que el siglo, para él, había de ser un siglo de socialismo.


Págs.161-186 .“El Movimiento Moderno antes de 1914” 


La contribución de Francia al Movimiento Moderno antes de la guerra es debida exclusivamente a la obra de dos arquitectos: Auguste Perret y Tony Garnier. Perret nació en 1874 y Garnier en 1869 (murió en 1948). El rasgo más distintivo en la obra de ambos es que fueron los primeros en usar el hormigón tanto para el interior como para el exterior de sus edificios, sin disfrazar las características particulares del material y sin tratar de adaptarlo al espíritu de los estilos del pasado. En esto fueron más allá que Baudot, quien en St. Jean de Montmartre, si bien no copió literalmente las formas de la arquitectura gótica tendió a expresar, por medio del hormigón, los sentimientos encerrados en las catedrales medievales.


 


 

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