Imprimir

FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987. 


Pág.252-265.“El Estilo Internacional: tema y variaciones, 1925-1965”


En Brasil la arquitectura moderna tuvo sus orígenes en la sociedad formada a mediados de los años veinte por Lucio Costa y Gregori Warchavchik, un arquitecto ruso emigrado que había sido influenciado por el futurismo durante sus estudios en Roma y que fue el responsable de las primeras casas cubistas en Brasil. Con la revolución encabezada por Getulio Vargas en 1930 y el nombramiento de Costa como director de la Escuela de Bellas Artes, la arquitectura moderna fue bien recibida en Brasil como cuestión de política nacional.


---


 BENEVOLO, L Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Págs. 733-770. ”La difusión mundial”


En 1925 G. J. Warchavchik publica un manifiesto de la arquitectura funcional,  inspirado en la ideología de Le Corbusier, y en 1928 construye la primera casa moderna; en 1927, en el concurso para el Palacio del gobierno del estado de Sao Paulo. F. de Carvalho escandaliza al público y a los jueces con su proyecto rígidamente racionalista. Junto a la referencia europea aflora también la tendencia a revalorizar la tradición indígena y el movimiento antropofagista (año 1928) propone retrotraer las fuentes de inspiración incluso a la herencia precolombina. En 1929, Le Corbusier, de regreso de la Argentina, se detiene en Sao Paulo y Río, pronuncia algunas conferencias y es recibido oficialmente por las autoridades con quienes empieza a discutir algunos proyectos urbanísticos.


El vuelco decisivo del movimiento brasileño coincide con la revolución de Getulio Vargas de 1930. La clase política que accede ahora al poder sale del mismo


mundo en que se apoyan los artistas de vanguardia, que, a partir de ese momento, no quedan ya confinados en la oposición, sino que pasan a formar parte de la élite dirigente.


Inmediatamente después de la revolución, Lúcio Costa es nombrado director de la Escuela de Bellas Artes de Río de Janeiro, y llama a G.J. Warchavchik y A. Budeus cómo profesores de composición, proyecta una renovación total de la enseñanza tradicional, pero suscita tales críticas que se ve obligado, antes de un año, a abandonar el cargo. Los estudiantes toman su partido, organizan una huelga e intentan fundar una nueva escuela, entre ellos se distinguen J. M. Moreira. E. M. Vasconcellos, y C. A. Leão, que tendrán, más tarde, parte decisiva en las vicisitudes del movimiento brasileño.


 

Subir