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 BENEVOLO, L., Historia de la Arquitectura Moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


 Pág. 530-564.”Formación del Movimiento Moderno en Europa entre las dos guerras. Aproximación a los problemas urbanísticos”


 2.- Las primeras aplicaciones de los nuevos standars en la posguerra alemana.


 En principio, la distinción entre arquitectura moderna y arquitectura tradicional depende de la aceptación o del rechazo de la estandarización de los elementos, que rompe la continuidad del tejido urbano tradicional y debilita o destruye totalmente - es decir, descarta para el futuro - la «composición conjunto» que, en el trazado urbano tradicional o de vanguardia, representa todavía el instrumento que absorbe cualquier nueva intervención en el sistema de la ciudad burguesa...


... Haesler construye en Celle algunos barrios ejemplares Italienischer Garten, año 1923; Georgsgarten, 1924 - y por primera vez sustituye a la tipología tradicional de la edificación (casas aisladas o bloques continuos siguiendo calles) por filas de casas de tres tipos orientados perpendicularmente a la calle; junto a estos barrios realiza algunas escuelas que se encuentran entre las mejores de la Alemania de entreguerras. 


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BENEVOLO, L., Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Págs. 565-600”El compromiso político y el conflicto con los regímenes autoritarios” 


2.-Alemania y Austria.


El cuadro de la cultura arquitectónica alemana, en la inmediata posguerra, es más o menos el siguiente:


Los maestros que encabezaron las luchas de vanguardia a principios de siglo son ahora los personajes más importantes en el campo profesional y académico: Peter Behrens, consejero artístico de la AEG y profesor de la Academia de Arte de Viena, Hans Poelzig (1868-1936) profesor de la Technische Hochschule de Charlottenburg y presidente de la Werkbund, Fritz Schumacher (1869-1947), Oberbaudirektor en Hamburgo; en Austria, después de la muerte de Wagner, en 1918, domina la figura de Hoffman, profesor de la Kunstgewerbeschule y Oberbaurat de la capital.


Los cuatro son casi de la misma edad (Behrens nación en 1868, Poelzig y Schumacher en 1869, Hoffmann en 1870). En el momento de la fundación de la Bauhaus, tienen alrededor de los cincuenta años y están en plena actividad: su formación dentro del grupo de vanguardia los hace sensible al clima de lucha de la posguerra y propensos a recibir las aportaciones de las nuevas corrientes. Así Poelzig y Behrens proyectan algunos edificios de inspiración expresionista, entre los más audaces y sugestivos (véase los diseños de Poelzig, de 1919 para el teatro de Salzburgo y las oficinas para Höchster Farbwerke en Frankfurt, construidas por Berhens entre 1920 y 1924); pero, acto seguido están dispuestos a seguir a los jóvenes del movimiento moderno, aceptando, dentro de lo posible, su método de investigación. Ambos participan en 1927, en la construcción de la Weissenhof en Stuttgart, y Behrens cierra su carrera con un edificio industrial, sencillo y suelto, que casi constituye la antítesis de sus macizas construcciones juveniles: la manufactura de tabacos en Linz, construida entre 1930 y 1934.


Entre ellos y la generación de Gropius (1883-1969) existe un grupo de profesionales ya afirmados antes de la guerra; Paul Bonatz (1877-1951; Bruno Taut (1880-1938), Dominikus Böhn (1880-1955), Hugo Häring (1882-1948) – todos alumnos de Theodor Fischer (1862-1938) y los dos primeros, además, colaboradores suyos, al principio de sus carreras – Fritz Höger (1877.1949), que trabaja en Hamburgo en la línea de Schumacher; el muniqués Otto Haesler (nacido en 1880) y el suizo Otto Rudolf Salvisberf (1882-1940), también educado en Munich.


Todos ellos, formados en la pausa entre la lucha cultural de 1900 y la desarrollada en la posguerra, son ajenos, en general, a las posiciones extremas y trabajan para introducir las aportaciones de los movimientos de vanguardia en un más amplio eclecticismo, preocupados sobre todo por no perder los contactos con los procesos constructivos y con el repertorio estilístico tradicional. Esto no sólo por cálculo profesional, puesto que la fidelidad a la tradición permite conservar constantemente el alto nivel técnico y acoger las innovaciones constructivas tras una oportuna prueba experimental; heredan el cuidado y la competencia casi artesanas propia de la arquitectura alemana de finales del siglo XIX.


Todos ellos son volubles y dotados de una fantasía fértil en todo lo que nos afecta a los datos técnicos. Reciben. Suavizándolas oportunamente, las aportaciones del expresionismo (Höger en la Chilehaus de Hamburgo, 1923) se comprometen en complicadas contaminaciones formales (Taut en el Ledigenheim de Schöneberg, de 1919) o en una sutil transcripción de formas rústicas (Bonatz en las casas de campo de Renania, Salvisberg en los primeros barrios obreros). Frente al movimiento moderno reaccionan de distintas maneras: algunos, fuertemente ligados ya al eclecticismo, no están en condiciones de participar en el nuevo curso de las experiencias, mientras otros se sienten atraídos, por distintos caminos, a la línea de Gropius y de Mies: Taut llega por vía teórica y se convierte en uno de los propagandistas de la nueva arquitectura. Haesler – consejero de la Reichsforschungsgesellschart para la economía de la edificación por medio de su experiencia en el campo de la construcción popular en Celle, Haring a través de una opción francamente formal. Todos conservan las huellas de su eclecticismo original, tanto en las inquietudes como en las sofisticaciones formales; basta considerar los bloques populares de Taut en los barrios berlineses de Britz (1926-1927) y de Zehlendorf (1927-1928), donde la composición está subordinada, con evidente artificiosidad, a algunos expedientes escenográficos, como la doble herradura en el centro del primer barrio.


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FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.  


Pág.132-143.“La nueva objetividad: Alemania, Holanda y Suiza, 1923-1933”


La aparición de la Neue Sachlichkeit en Alemanía vino ligada al programa intensivo da construcción de viviendas iniciado en la Republica de Weimar tras la estabilización del Rentenmark, la nueva moneda introducida en noviembre de 1923. Ese año, Otto Haesler pionero de las viviendas de tipo Zeilenbau (en hilera), terminó la Siedlung Italienischer Garten, en Celle, cerca de Hannover . Con cubierta plana y fachadas enfoscadas de colores, su fórmula moderna iba a ser adoptada por Ernst May como modelo para las primeras unidades que se iban a construir en Frankfurt en 1925 . En 1924 en la Siedlung Georgsgarten, su segunda obra en Celle, Haesler transformó el modelo de las viviendas en hilera Alte Heide, diseñadas por Theodor Fischer en 1919, en un sistema general en que los edificios alargados se separaban una distancia óptima para la entrada del sol y la ventilación. Este trazado -basado en la regla de Heiligenthal, según la cual las hileras deberían separarse al menos el doble de la altura de los bloques- llegó a ser la fórmula normativa de la Neue Sachlichkeit, una fórmula que se repetiría en buena parte de los conjunto s de viviendas realizados en Alemania entre 1925 y 1933. En tales esquemas, según el ejemplo de Haesler, los cuartos de estar orientados al sur o al oeste se abren a un espacio verde común. En Georgsgarten, Haesler añadió unos bloques cortos, orientados al sur, a las hileras que corren de norte a sur, creando así una serie de espacios verdes con forma de L que se extienden a las parcelas adyacentes . Estas parcelas estaban subdivididas en huertos familiares para el cultivo de alimentos (compárese con el conjunto Heuberg de Adolf Loos en Viena, de 1926). En Georgsgarten, Haesler desarrolló también el tipo básico de vivienda, del que iba a diseñar muchas variaciones a lo largo de su carrera. Esta vivienda tipo, con tres pisos superpuestos y acceso mediante escaleras por parejas, consistía en un cuarto de estar y comedor, una cocina pequeña, un aseo y entre tres y seis dormitorios. La sustitución de la tradicional Wohnkuche ('cocina-comedor') por una cocina independiente fue un cambio radical en la viviendas colectiva, y tuvo el trascendental impacto social de transformar el centro del hogar en una version austera del 'salón' burgués. Haesler iba actualizar su vivienda tipo en la Siedlung Friedrich Ebert-Ring de Rathenow, construida en 1929, en la que se introdujo un cuarto de baño independiente en las unidades convencionales sin ascensor.


Estos dos primeros asentamientos estaban dotados de servicios comunes como lavanderías, salas de reuniones, bibliotecas, campos de deporte, etcétera, mientras que el de Georgsgarten disponía además de un jardín de infancia, un café y una peluquería. El escaso mobiliario de estos espacios -con piezas Thonet convencionales y bombillas desnudas, todo ello realizado por tuberías y conducciones eléctricas cuidadosamente elaboradas- sintetizaba el interior tipico de la Neue Sachlichkeit: frío y austero, pero al mismo tiempo resplandeciente. Estas cualidades se repetían en el exterior, donde las fechadas lisas y enfoscadas, las carpinterías de acero, el acristalamiento bien visible y las barandillas metálicas se combinaban para crear la universal sintaxis sachlich.


A pesar de las divergencias nacionales e ideológicas de los diecisiete arquitectos implicados -entre los que había, sólo de Alemania, figuras tan distintas como Behrens, Dócker, Gropius, Hilberseimer, Rading, Scharoun, Schneck, Mies van der Robe y los hermanos Taut- esta forma de expresión objetiva se adoptó de un modo más o menos universal en la Weíssenhofsiedlung del Deutsche Werkbund, levantada a las afueras de Stuttgart en 1927.


 En el desarrollo posterior de su propia obra, Haesler empezó a apartarse de la expresión de la Siedlung como una entidad colectiva para acercarse a la reafirmación del bloque en hilera como unidad exenta y repetible hasta el infinito. Su plan inicial para la Siedlung Rothenberg en Kassel es típico, a este respecto, no sólo de su propio trabajo, sino de la mayoría de las viviendas de la Neue Sachlichkeit de fechas similares.


...Con el nombramiento de May como arquitecto municipal de Frankfurt en 1925, la construcción de colonias obreras dio comienzo en esa ciudad a una escala sin precedentes. Sin embargo, debido a su formación inicial tanto con Theodor Fischer en Múnich como con Raymond Unwin en Inglaterra, el racionalismo de May estaba atemperado por el aprecio que sentía hacia la tradición. Mientras que Haesler había creado una forma quebrada pero continua en Georgsgarten y un trazado apretado e indefinido en Rothenberg, May (al igual que Bruno Taut y Martin Wagner en sus viviendas coetáneas de Berlín-Britz) estaba más interesado en la creación de un espacio urbano autónomo, según el modelo del tradicional pueblo Anger prusiano. Así, la primera obra de May en Frankfurt -el conjunto de Bruchfeldstrasse, de 1925 , diseñado con C.H . Rudloff- consistía en un gran patio de viviendas 'en zigzag' que rodeaban un espacio común cuidadosamente ajardinado. Este trazado singular -que recuerda en su forma la Cité Moderne diseñada por Victor Bourgeois para Bruselas en 1922- dio paso al planteamiento más genérico del plan general de May para el Neue Frankfurt de 1926, y a las colonias de Rómerstadt, Praunheim, Westhausen y Hóhenblick, construidas como parte de la urbanización del valle del río Nidda entre 1925 y 1930.


Las 15 .000 viviendas terminadas bajo la dirección de May suponen más del noventa por ciento de los alojamientos construidos en Frankfurt en todo ese periodo . Esta impresionante cifra difícilmente se podría haber alcanzado sin la insistencia de May en la eficacia y la economía tanto en el diseño como en la construcción . Un planteamiento tan objetivo, reforzado por las realidades de los costes de edificación, condujo inevitablemente a la formulación de las normas del espacio 'mínimo existencial 'que se convirtió en el discutido tema del CIAM de Frankfurt, celebrado en 1929 . En contraste con el llamamiento 'idealista' de Le Corbusier en favor de un 'máximo existencial', los criteríos mínimos de May dependían del uso extensivo de ingeniosos sistemas empotra de almacenamiento, camas plegables y, sobre todo, del desarrollo de una cocina ultraeficiente, casi un laboratorio : la Frankfurter küche, la 'cocina de Frankfurt' diseñada por la arquitecta Grete Schütte-Lihotzky . La escalada de los costes llevó finalmente a May a experimentar con la construcción a base de losas prefabricadas de hormigón: el denominado 'sistema May' qua se usaría en los conjuntos residenciales de Praunheim y Hóhenblick, comenzados en 1927.


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MONTANER J.M. MUXI Z.,  Arquitectura y política.Gustavo Gili. Barcelona, 2011. 


Págs. 27-78.“Historias” 


Tras estas primeras experiencias (Puig i Cadafalch), llegó el fuerte compromiso en el período de entreguerras de diversos arquitectos municipales; Adolf Loosen Viena, Ernst Mayen Frankfurt, Dritz Schumacheren Hamburgo, Otto Haesler en Celle, Max Bergen Breslavia, Bruno Tauten Magdeburgo, Martin Wagneren Berlin.

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