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CIAM, Arquitectos

  • 1928 - La Sarraz. Suiza
  • 1959 - Otterlo. Países Bajos


 BENEVOLO, L., Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Págs. 942-1023.”El cambio de los años sesenta” 


1.-La crisis de los CIAM y el TEAM X


En la década de los años sesenta tiene lugar un cambio que tan sólo hoy, con el paso del tiempo podemos valorar; por un lado, la arquitectura moderna se extiende por todo el mundo, y acumula unos resultados cada vez más numerosos y más variados; por otro lado, pierde las características de un movimiento unitario, con las características de los cincuenta años anteriores. 


Este viraje se evidencia antes en los hechos que en las discusiones teóricas, e intentaremos captarlo por medio del examen de cinco series de acontecimientos: la crisis de las formas de asociación propias de los cincuenta años anteriores, la muerte de los maestros, las experiencias proyectuales de grandes dimensiones – que ponen  a prueba de forma real, los modelos de agregación estudiados anteriormente-, el debate sobre la ciudad y el que se refiere a las nuevas tendencias arquitectónicas. 


La importancia de los CIAM, creados en 1928 en La Sarraz, decae con el tiempo. De 1928 a 1930 aportaron una contribución fundamental a la nueva cultura arquitectónica; de 1930 a 1951 sirven para comparar y sintetizar las experiencias empezadas en todo el mundo, conservando un amplio consenso, a partir de 1953 se evidencian, más bien, los desacuerdos entre los distintos grupos pertenecientes a varias generaciones y a países distintos, comprometidos en determinadas búsquedas cada vez más heterogéneas.


En 1953, en Aix en Provence, los “jóvenes” que no tuvieron una experiencia directa en la fase final del movimiento – Candillis (1913), Bakema (1914), Van Eyck (1918) y los Smithson (1923 y 1928) – critican, en línea de principio, las fórmulas teóricas nacidas de las reuniones anteriores, a partir de la Carta de Atenas de 1941 hasta la relación de Sert referente al CIAM de 1951, dedicado al “corazón de la ciudad”, y presentan sus primeros proyectos importantes – el Alexanderpolder y el Golden Lane, basados en un acercamiento más complejo a la realidad del ambiente urbano.


 Estos arquitectos son los encargados de la preparación del décimo congreso; se organizan en un grupo, que toma el nombre de Team X. El grupo se reúne en 1954 en Doorn y en 1955 en Paris; convocan a otros arquitectos de una línea similar, entre los cuales se encuentra Ralph Erskine y toman contacto con Le Corbusier. El décimo CIAM tiene lugar en Dubrovnik en 1956, sin la presencia de los viejos dirigentes que dimiten. Le Corbusier, con su habitual inteligencia, acepta de buen grado este viraje y escribe en aquella ocasión: "Los que ahora tienen cuarenta años -nacidos hacia 1916, en medio de guerras y revoluciones- y los que por entonces aún no habían venido al mundo y que ahora tienen veinticinco años -nacidos hacia 1930, durante los preparativos para una nueva guerra y en medio de una profunda crisis económica, social y política-. todos aquellos que se encuentran, por tanto, en el corazón del presente, son los únicos capaces de entender los problemas reales de manera personal y profunda, las metas que buscar, los medios para alcanzarlas, la percuta urgencia de la situación actual. Son ellos los entendidos. Sus antecesores ya no lo son; están acabados; ya no están sometidos al impacto directo de la situación."


Pero la nueva “situación” no se presta a una resolución con formulaciones de principio, y a la vieja dirección sucede un comité de coordinación presidido por Bakema, que se encarga de preparar, en 1959, una confrontación – lo más amplia posible -  entre las experiencias en curso.


Para esta reunión decisiva se escoge el Museo Kroller-Muller, construido por Van de Velde en Otterlo, Holanda.  Los participantes provienen de todo el mundo – entre ellos Kenzo Tange de Japón, Louis Kahn de Estados Unidos -  y presenta sus obras, pero sólo unos pocos (Bakema y Van den Broek, con el plan de Noord Kennermeerland y los Smithson con los proyectos de Coventry y del centro de Berlín) siguen proponiendo una metodología común, válida a escala internacional.  La discusión demuestra que esta exigencia no es compartida por la mayoría de los arquitectos, y sólo queda recoger la documentación de los dibujos de las declaraciones y de los debates que saldrán, en 1961, como primer volumen de una colección del editor Karl Kramer de Stuttgart. Desaparece así, la finalidad fundamental de la serie de los congresos, y los participantes,  en su última reunión, deciden separar su actividad de la sigla de los CIAM poniendo así fin a la institución... TEAM X...


... Más tarde hubo varios intentos para resucitar los CIAM. Hay que recordar el ICAT (International Congress for Architecture and Townplanning), promovido por el lusemburgues Jos Weber, junto a un grupo de arquitectos europeos, en su mayoría alemanes, que se reunió en Otterlo, en 1982; en Hamburgo en 1983, y en Copenhaguen en 1984, con la participación de algunos personajes del ciclo anterior, Cor Van Eesteren y Alfred Roth. Pero el contraste entre esta fórmula y los recientes desarrollos es irremediable, y las finalidades propuestas (la continuidad de la proyectación y de la construcción, el intercambio de experiencias, la búsqueda de soluciones comunes) deberán definirse de nuevo, con otros instrumentos.

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