Este libro es una aproximación a la vez imaginativa y rigurosa, tierna y crítica, al período crucial de la historia de Barcelona comprendido entre la Exposición Universal de 1888 y los albores de la primera guerra mundial, un período de relativa estabilidad política y fuertes altibajos económicos, de orden burgúes y rebeldía intelectual, de renovación artística y cambios radicales en costumbres, en el que el trabajo y la bohemia, los bailes de máscaras y las bombas anarquistas configuraban la vida de la ciudad.