Cuando Reyner Banham escribe el presente libro a finales de los años 1950, nos comenta las fuertes consecuencias que sobre el ser humano tienen las distintas eras de la máquina, afectando de forma definitoria y concluyente a la manera de vivir, la economía, la moral y la sociología.
El desarrollo actual de la explotación sistemática de las energías que tenemos a mano, para llevar a cabo y mantener el nivel de vida que se ha impuesto a nivel global -advierte el autor - corre el riego de hacer inhabitable el planeta. Aunque esta insuficiencia planetaria, quizás pueda equilibrarse al pisar los umbrales del espacio, abriéndonos a las posibilidades que nos pueden dar otros planetas. En todo caso -reflexiona- habría que tener cuidado ante el peligro de condicionar el pensamiento humano a las necesidades de una élite gobernante de ideas estrechas.