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Laboratorios Bell

  • 1957 - 1962
  •  
  • SAARINEN, Eero
  •  
  • Holmdel (Nueva Jersey)
  • Estados Unidos

El futuro ocupaba constantemente la imaginación de Saarinen que creía que lo que traería el mañana sería decidido por un grupo privilegiado de individuos, investigadores comprometidos en proyectos destinados a producir cambios en la sociedad.  Para él, los laboratorios eran los santuarios de los elegidos. "Deberíamos observar esos laboratorios para hacernos una idea de que vendrá... Allí las personas se concentran sobre ciertas ideas que, de hecho, podrían resultar interesantes para todos nosotros". 


Eero Saarinen ya había trabajado en dos proyectos de laboratorios de investigación para IBM y había emprendido entonces una lección que aplicaría ahora el encargo de Laboratorios Bell; cómo proveer la máxima flexibilidad para hacer posible la adaptación a los cambios en los métodos de trabajo de una comunidad que trata con un conocimiento científico en constante evolución. Al considerar las interrelaciones entre científicos trabajando solos, en grupos, o haciendo pausas en su trabajo de investigación. Saarinen concibió un espacio compacto, basado en la "creciente importancia de creara líneas de comunicación breves para los científicos que trabajan juntos, o privacidad absoluta, según el caso". El empleo predominante de aire acondicionado y luz artificial permitiría crear un paradigma completamente diferente en el planteamiento de laboratorios.


El resultado final de estas reflexiones fue lo que parecía ser un volumen sólido, que de hecho consistía en la disciplinada disposición de cuatro edificios alargados donde se encuentran las oficinas y los laboratorios. Recurriendo a las más recientes tecnologías de ventilación- Saarinen ubicó los laboratorios en las profundidades del edificio, en espacios sin ventanas. Esto le permitió acortar las distancias con corredores y diseñar una planta más eficiente, que tiene forma de cruz y se abre en un eje mayor, creando jardines interiores y otros espacios públicos. Un deambulatorio a lo lardo de las paredes del perímetro reduce a un mínimo las molestias que el tráfico de personas podría causar a las actividades de investigación. Tanto los edificios como las áreas abiertas coexisten bajo un único techo.


La fachada de vidrio proporciona la luz al corredor externo y consistencia formal a la piel del edificio. Saarinen también concibió un plano grandioso para los alrededores. Entradas, vías de acceso y una laguna se integraron en un parque concebido formalmente como un jardín de escala monumental.


Pierluigi SERRAINO

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