CURTIS William. J. La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 3ª edición en español. 1ª edición 1986
Págs. 515-516... En las ciudades norteamericanas, el monumento urbano tenía que hacer valer su presencia en el contexto de un centro lleno de rascacielos. Por ello se estudiaban recursos que pudiesen diferenciar los edificios públicos del mundo privado de los negocios. El Ayuntamiento de Boston (1962-68) de Gerard Kallmann, Michael McKinnell y Ewward Knowles se servía de un lenguaje escultórico áspero de hormigón armado rugoso con rampas, suelos y escalinatas de ladrillo rojo que incorporaban la plaza circundante en los niveles inferiores. El edificio trataba de afrontar la contrariedad entre la autoridad y la apertura, , combinando el peso visual con interpretaciones activas del espacio. Las formas principales expresaban claramente la jerarquía de la institución que albergaba. Las oficinas de la burocracia estaban en los pisos superiores y eran legibles en el repetitivo sistema prefabricado de elementos de ventanas, mientras que las funciones ceremoniales (por ejemplo el depacho del alcalde) estaban congadas en volúmenes más amplios a media altura; los servicios más públicos estaban en la planta baja, donde eran más fácilmente accesibles. El programa parecía sugerir una planta rectangular en torno a un patio, pero este diagrama básico se animaba luego en términos dinámicos con lo que Kallmann llamaba a una "arquitectura de acción" que exploraba los espectaculares espacios interiores, el movimiento ascendente, y las vistas enmarcadas de los alrededores. El conjunto componía una forma global de considerable sencillez; en sus niveles superiores había un prolongado énfasis horizontal que le confería en parte el carácter de una cornisa clásica, y proporcionaba un fuerte contraste con los rascacielos cercanos. Los pilares de hormigón y las variaciones de la textura visual se atenían claramente al modelo del Monasterio de La Tourette de Le Corbusier, mientras que los montículos inferiores de ladrillo indicaban el impacto de Aalto. Los arquitectos sentían necesidad por esos espacios públicos de la Italia en la Edad Media y el Renacimiento en los que las plazas penetraban en una planta baja con arcadas. El Ayuntamiento aunaba los métodos modernos de estandarización de componentes con una reformulación de la retórica clásica; los pilares eran una espacie de "gran orden" de hormigón, mientras que la retícula estructural del techo era una reminiscencia del casetonado. Estos recursos eran fieles exponentes del hecho de que las delgadas pieles y los esbeltos pilotis del Estilo Internacional habían demostrado ser inadecuados para solucionar un edificio de tal escala. El Ayuntamiento de Boston abordaba una amplia gama de temas cruciales para el problema de la monumentalidad, y presentaba soluciones que, sin no estaban siempre totalmente resuletas, estaban no obstante inspiradas por un pensamiento serio.