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Antiguo Hospital de Atxuri

Instituto Politécnico Emilio Campuzano
  • 1818 - 1835
  •  
  • ORBEGOZO, Gabriel Benito de
  • Reforma interior   1902
    Se adaptan los espacios para convertirlo en Escuala de Artes y Oficios y pequeño Museo de Arte
  •  
  • Bilbao
  • España
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CENICACELAYA, J. RUIZ DE AEL, M., SALOÑA, I.,


El gusto neoclásico. Arquitectura del País Vasco y Navarra


Edit. Nerea. San Sebastián, 2014.


Págs. 75-79." La presencia urbana de esta obra y la solidez de su fábrica, quizás hayan sido algunas de las causas de supervivencia de este singular edificio, que ha tenido diversos usos a lo largo de su historia. Si bien comenzó como hospital (y a él se debe el éxito de su diseño, en su disposición en planta, ubicación y distribución), los usos posteriores como museo (1902) y escuela (1959) ya en el siglo XX, obligó a realizar importantes reformas interiores, que afortunadamente no han afectado de manera sustancial su original aspecto exterior. Gracias a ello, podemos contar hoy en día con un proyecto hospitalario de gran importancia en la época, que ponía a Bilbao en el mapa de las soluciones arquitectónicas más vanguardistas en este tipo de establecimientos.


 Es ya conocido el interés de los ilustrados por los problemas públicos, y especialmente por los aspectos sanitarios. Tipologías como los cementerios y los hospitales, cobran especial protagonismo en este momento. Gabriel Benito de Orbegozo, responsable principal del diseño del Hospital, se había formado en la Escuelas de Dibujo que la Sociedad Bascongada tenía en Bilbao, y su obra es acorde con esos ideales que ponían el acento en la salud, limpieza y educación. Es más, la misma posición del edificio, ubicado sobre el antiguo solar de la iglesia de los Santos Juanes, quiere dar solución a una desordenada periferia, que creaba problemas de degradación para la misma ciudad, configurando espacios públicos urbanos poco claros hasta el momento.


 El modelo a escoger para este nuevo establecimiento, refuerza el ideal ilustrado al que hemos hecho referencia, y potencia más si cabe el compromiso higienista y la racionalidad médica de primer orden, que se pretendía para el edificio. Si bien tenemos noticia de que Pedro Manuel de Ugartemendía, realizó en esta misma línea progresista y moderna, un proyecto no ejecutado de hospital (1803), este no se convertirá en realidad física hasta la construcción del Hospital de Achuri en Bilbao en 1818.


 La autoría de esta obra, no deja de resultar en cierto modo controvertida, ya que en torno a ella aparecen nombres como Silvestre Pérez, Agustín de Humarán y Antonio de Echevarría. Lo cierto es que los planos del proyecto fueron concebidos originalmente por Gabriel Benito de Orbegozo. Silvestre Pérez actuó en este trabajo como director de obra a partir de 1820, introduciendo leves modificaciones interiores, e informando en Madrid favorablemente. En cuanto a Agustín de Humarán y Antonio de Echevarría, parece que intervinieron así mismo en esta dirección pero en menor medida. Sin embargo la proyección quizás más doméstica de un arquitecto como Gabriel Benito de Orbegozo, no debe quitar ni un ápice de mérito a un proyecto bien informado, y bien resuelto.


 Se trata de un edificio de cuatro plantas, sólido y racional, dentro de la línea del purismo clasicista y de la estricta funcionalidad, “comprometido con el clasicismo” en su parte más visual de fachada. Dicha fachada posee un destacado carácter urbano, remarcado por un leve giro, y a modo de templo clásico se eleva sobre un podium con escalinata, mostrando cuatro columnas toscanas, que ocupan parte de esta fachada, sobre la que descansa un potente entablamento, del que sale una línea de imposta a modo de cornisa, que resalta el cuarto piso de todo el edificio. Esta fachada se encuentra así mismo enmarcada con pilastras en su encuentro con el edificio. Finalmente un escudo remata dicho entablamento. En esta gran fábrica de aparejo de silleria, destacan los vanos adintelados directamente sobre el muro, lo que acentúa los contrastes entre las luces y las sombras. Sobre los huecos recortados en el muro, se diseñan tenues resaltos de bandas y refuerzos de esquinas y cornisas (6).


 Orientado al mediodía, el Hospital de Achuri está concebido en planta con un diseño en forma de E, de tres cuerpos que se adelantan hacia el sur, y que se cierra en las dos primeras plantas de la fachada a la calle, formado por pabellones aislados pero unidos entre sí. Esta forma de tridente permite la creación de dos patios con amplias galerías en arco soleadas y ventiladas.


 En cuanto a la originalidad de su diseño, como ya ha sido señalado, la composición modular en forma de tridente, con patios abiertos, que vemos en Bilbao , difiere de los sistemas hospitalarios españoles cruciformes y radiales que dibujara Benito Bails y del realizado por Sabatini en Madrid en 1761, conectando más con los modelos franceses e ingleses. La aportación de Orbegozo con la construcción de este hospital de Achuri, fue la de aplicar por primera vez en España, un modelo de edificio de pabellones al modo de Porstmouth y Plymouth, tal y como se cita en la memoria de construcción. No obstante también se tienen en cuenta los modelos franceses de pabellones aislados y construcción en piedra, especialmente los proyectos hospitalarios de B.Poyet, que el ilustrado vasco Valentín de Foronda popularizara entre nosotros a partir de 1787, fomentando el nuevo espíritu de higienismo y racionalidad médica. Finalmente el modelo hospitalario de J.N.L. Durand publicado en 1809, que también pudo servir de inspiración, nos introduce ya a un neoclasicismo racional, de proporciones modulares, que se extenderá por toda Europa, con espacial presencia en el clasicismo romántico alemán, ampliándose a otras topologías no específicamente hospitalarias".

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