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Biblioteca Nacional de Finlandia

Biblioteca Nacional de Finlandia

  • 1840 - 1845
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  • ENGEL, Carl Ludvig
  • NYSTRÖM, Karl Gustav Ampliación   1902 - 1907
    Fue diseñada para dar cabida a 200.000 volúmenes distribuidos en seis plantas, esta rotonda, que comenzó a construirse en 1902-1907, fue una ampliación de la que entonces era la Biblioteca de la Universidad de Helsinki. La estructura es de hierro, pero las librerías son de madera. la disposición de éstas últimas es radial, aunque no para facilitar la vigilancia, sino debido a la iluminación, que procede de las ventanas del muro exterior así como de la cúpula hemisférica de cristal de la cubierta.
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  • Helsinki
  • Finlandia

CAMPBELL James W.P., La biblioteca. Un patrimonio mundial. Edit. Nerea. San Sebastián, 2013.


pág.225-227. "Uno de los rasgos de la arquitectura neoclásica era la rígida planificación simétrica. En Paris, la Ecole des Beaux Arts y las enseñanzas de J.J.N. Durand, profesor de arquitectura de l´Ecole politechnique influyeron enormemente en la concepción axial de los edificios. En manos de los mejores arquitectos, aquella era una poderosa herramienta de composición. Pero su empleo por arquitectos menos competentes produjo edificis de factura deficiente en los que el espacio de circulación superaba el espacio útil. El método de la composición simétrica no se limitó en modo alguno a la planificación de interiores arquitectónicos, sino que se aplicó al diseño de plazar y barrios enteros. 


La bibioteca de la Universidad de Finlandia que proyectó el arquitecto alemán Carl Ludvig Engel (1778-1840) y que se convertiría en la Biblioteca Nacional de ese país, fue precisamente de este tipo de planificación neoclásica. Se diseñó como parte de la Plaza del Senado de Helsinki. Este recinto urbano de aspecto solemne aparece dominado en su flanco norte por la iglesia de San Nicolás (actualmente Catedral de Helsinki) que diseñó, como las demás construcciones de la plaza, el propio Engel.


En su lado oriental, el ágora limita con el edificio de la Universidad de Helsinki, que se concluyó en 1832, mientra que en lado opuesto destaca la fachada del palacio del Consejo de Estado, que armoniza con el edificio anterior y que se terminó de construir en 1822. Toda esta sección de la ciudad la mandó edificar el zar Alejandro ( (1717-1825) con el propósito de crear un nuevo San Petersburgo en la capital finlandesa. En aquella época Finlandia, bajo el control de Rusia, tenía el estatus formal de un ducado autónomo en el cual el emperador ruso ostentaba el título de gran duque. 


La biblioteca se construyó contigua al edificio de la Universidad. Engel presentó tres alternativas al zar Nicolás I (1796-1855), quien se encargó de seleccionar el proyecto que se habría de edificar. La fachada, que mira al lado occidental de la catedral, consta de un enorme pórtico central con un ático imitando al arco triunfal. El visitante penetra en su vestíbulo, con guardarropas a ambos lados (algon indispensable teniendo encuenta el invierno finlandés) donde unas grandes puertas conducen al espacio central rematado en cúpula que constituye el núcleo de la biblioteca.  El saló lo flanquean dos salas de lectura. Aquí al igual que en la Hofbibliothek vienesa, el empleo de los órdenes clásicos ayuda a disimular la enorme escala de los espacios. Unas columnas corintias sostienen las galerías, que se ubican en dos niveles, uno a medio fuste y el otro por encima de las propias columnas; de este modo, la parte más alta del entablamento forma una balaustrada bajo la cual se sitúan las estanterías. Los techos, los casetones, aparecen ricamente decorados, aunque la ornamentación figurativa resulta escasa. En lugar de ello,  la biblioteca se utilizó para exponer esculturas clásicas. En el momento de la inauguración sus estancias alojaban un mobiliario escaso,  sin las mesas y vitrinas que saturan el espacio en la actualidad,  aunque si se habían dispuesto las estatuas en posiciones estratégicas por todo el edificio. 


Engel no se había formado en Francia, pero había asistido a la Academia Prusiana de las artes en un momento en el que las nociones clásicas de la simetría como fuente de belleza se hallaban extendidas por toda Europa. EL problema no es la simetría per se, sino la forma en que se utilizó en el diseño academicista del estilo Beaux-Arts. Existió cierta tendencia a tratar los proyectos como obras de arte por derecho propio, diseños abstractos plasmados sobre el papel y no representaciones de edificios reales. En la práctica no importa que determinada sala situada al otro lado del edificio no replique exactamente las proporciones de aquella en la que nos encontramos, pues como demostró Wren en su praxis arquitectónica, resulta imposible ver los dos lados opuestos de un edificio, simultáneamente.  Sin embargo, sobre el plano revela un error. Los edificios casi nunca acomodan sus funciones por partida doble: una vivienda no necesita dos cocinas y una biblioteca raravez precisa de varias salas de lectura idénticas. El resultado de la planificación promovida por el Beaux-Arts, fue la proliferación de espacios en los que la tarea de los bibliotecarios no resultaba práctica, ya que las salas estaban diseñaddas para lucir impecablemente en los planos del proyecto y no para funcionar bien en la realidad. Aquella tiranía de la planta simétrica. El buen arquitecto sabía cuando y cómo romper la simetría, el malo carecía de ese discernimiento."


Este edificio presenta una planta simétrica. Los salones ubicados al norte y al sur de la construcción rodean un gran salón central rematado en cúpula. Los dos salones laterales incorporan galerías cuya disposición resulta especialmente interesante. La galería inferior descansa sobre las columnas de tal modo que las cabezas de los lectores están a la misma altura que los capiteles coríntios. La galería superior se encuentra tras el entablamento, cuyo dorso actúa al modo de parapeto ocultando las galerías inferiores. En un principio ambas salas se decoraron únicamente con vaciados de yeso de esculturas griegas y romanas. 


Desde el salón central los lectores se dirigen a las salas de lectura, situadas a cada lado o bien a la rotonda. La galería de la rotonda se conecta directamente con las galerías de estos espacios y carece de escalera propia.

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