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COHEN Jean- Louis., Le Corbusier 1887-1965. El lirismo de la arquitectura en la era de la máquina. Edit. Taschen. Colonia, 2006.


p.21. "La casa Schwob, llamada "villa turca" por los vecinos,  es el último edificio construido por Jeanneret en La Chaux-de-Fonds. También es la única de sus primeras casas que considera digna de publicación en "L´Esprit nouveau". Junto con el cine Scala es el primer edificio construido por él en el centro de la ciudad. Esta amplia nave edificada en hormigón y madera, enclavada en un terreno en pendiente, cuyo trazado explota con habilidad, evoca sin duda por su amplia cubierta, el Festhaus de Tessenow aue había visto en Hellerau. Pero también sigue algunos consejos de Perret para llevarla a cabo.


Más radical, la gran mansión construida para Anatole Schwob, dueño de todos los relojes Cyma, constituye tanto una recapitulación de los años de su dormación como un aviso de su paso a la abstracción, durante los años veite. Jeanneret parte de la "casa botella" de hormigón, diseñada en el estudio de Perret en 1909 - de la que no ha quedado rastro- tal y como escribe a su mentor en 1916 cuando le señala que tendrá "fachadas con terrazas al estilo francés, pero de hormigón armado".


Para ello emplea "la estructura del hormigón armado, realizado en pocas semanas y el relleno de pequeños ladrillos aparentes", semejante a la fachada lateral del teatro de los Campos Elíseos de Perret y cuya fachada principal se inspira para la amplia superficie blanca de la fachada principal de la calle de Doubs. Una "amplia cornisa que forma una jardinera" rodea la terraza. El volumen cortante del cubo, prolongado por los ábsises en medio de cilindros, consagra el abandono definitivo del lenguaje formal popular y clásico de sus primeras obras. El exterior conserva un "aire de casa de Estambul", donde los elementos de hormigón sustituyen los paneles de madera de las construcciones otomanas; de allí el apodo de villa turca dado por los vecinos. Pero el interior integra varias referencias e incluso las supera. 


Se puede equiparar el espacio que comunica la entrada con la sala de estar de doble altura a los bosquejos realizados en 1911 en Pompeya; parece que reproduce la distribución de la "villa de Diomedes" alrededor del atrio. Resulta difícil deshacer los cabos que unen este espacio, por el que Le Corbusier siempre sentirá cariño, a sus otras fuentes: el hall inglés de doble nivel el espacio diáfano de los estudios de artistas parisinos y también la nave del garaje de coches construido por Auguste Perret en la calle Ponthieu de Paris en 1908. Acoge el inmenso piano situado en el cruce entre el eje longitudinal que va de la entrada hasta el jardín y el eje transversal. Este comunica, en la planta baja, la sala de juegos con el comedor. En el primer piso, los dos dormitorios forman una U alrededor del hueco central. La cocina queda relegada al exterior, contra la pared que da a la calle, y los cuartos de baño y de servicio de la planta quedan comprimidos entre los dormitorios y la escalera. 


En una carta dirigida a Ritter y fechada en junio de 1920, Jeanneret ve en esta casa el punto de partida para un nuevo programa que incorpore el recuerdo de los viajes. "Me estoy dedicando a obras serias, incluso científicas, a pinturas que sean al menos la continuación de mi Casa Schwob... Pero me fijo ante todo en el Partenón y en Miguel Angel... Un arte fiable. Y el temperamento vencido; de nuevo modelo; el Partenón, ese drama".


 

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