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COHEN Jean- Louis., Le Corbusier 1887-1965. El lirismo de la arquitectura en la era de la máquina. Edit. Taschen. Colonia, 2006.


p.17. "La producción de relojes resulta muy pronto un espacio demasiado restringido para Jeanneret, cuyo interés gira enseguida hacia otros proyectos. Junto al arquitecto René Chapallaz, que había ayudado a su maestro l´Eplattenier a construir su residencia en lo alto de su ciudad natal, levanta en 1906-1907 una casa para el grabador Louis Fallet en un terreno cercano. Registrado por Chapallaz en 1906, la licencia de obras describe un edificio compacto que ilustra el estereotipo del chalé con la que se identificaba el estilo nacional helvético desde varias décadas atrás.


Todo parece indicar que se procedió primero a un estudio en maqueta de este sólido bloque revestido por una cubierta a cuatro aguas, enclavado en un terreno en cuesta con orientación sur. SU planta simétrica se centra en un recibidor de doble altura que comprende la escalera. La amplia sala se abre sobre el valle mediante una galería cerrada que sirve de soporte al balcón del dormitorio. La distribución vertical de las habitaciones no resulta especialmente innovadora con respecto a las casas de la burguesía suiza de la época. El zócalo acoge las habitaciones de servicio; el nivel principal, las habitaciones de recepción y el nivel superior los dormitorios.


La aportación específica de la casa reside en el uso de la decoración, que ya casi es parte integrante del edificio. L´Eplattenier familiarizó a sus discípulos con las reflexiones de John Ruskin acerca del paisaje y les animó a reproducir las láminas de "The Grammar of Ornament", de Owen Jones. Pero ante todo les incitó a que descubrieran el mundo que les rodea. Así pues Jeanneret dibuja los paisajes del Jura y la vegetación local, y en concreto los abetos, y plasma sus líneas geométricas en sus relojes, a veces con el contraste de las figuras animales, como en el caso de la caja de la abeja de 1906.


Los temas naturales que aparecen en numerosos dibujos suyos se hacen omnipresentes en la cada Fallet. Las sólidas ménsulas de piedra del Jura, que soportan el piso principal, parecen formaciones cristalinas y evocan los motivos esculpidos en el reloj de 1906. Las superficies murales, especialmente los aguilones, están decorados con ornamentos de esgrafiados que reproducen los motivos de espigas de los objetos y piñones o de los árboles frondosos en su estado invernal para la parte baja de las ventanas. la forja también utiliza un ornamento geométrico triangular que evoca las coníferas, una temática que reaparece en los revestimientos de madera del interior. Una cálida policromía a base de rojos, amarillos y azules proporciona al conjunto un aire casi oriental. 


Esta primera obra realizada y aplaudida por sus conciudadanos les valdrá a Chapallz y Jeanneret el encargo de dos casas en terrenos cercanos, una para Albert Stotzer, pulidor de cajas de relojes, y la otra para Ulysse. Jules Jacquement, profesor de la escuela de relojería, ambas diseñadas en parte en Viena y acabadas en 1908. Retoman los principios de la primera casa, en una forma más sólida y rígida, mediante el uso de suelos de hormigón armado, dibujando así un modelo reproducible. Entretanto, gracias a los honorarios cobrados por la casa Fallet, Jeanneret logra emprender su primer viaje por Europa."


 

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