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DAL MASO Leonardo B. Roma. Del Palatino al Vaticano. Edit. Puligraf. Roma, 1981


pág.26 El Panteón es uno de los monumentos romanos más ilustres y representativos. Dedicado a todos los dioses como reza su nombre gue erigido por primera vez por M. Agripa, yerno de Augusto, en el año 27 a.J.C. pero reconstruido completamente por Adriano (118 y 125 d. C). El templo se compone de dos elementos bien diferentes; un pornaos rectangular y una rotonda. El pronaos presenta 16 columnas, ocho en el frente de granito gris las demás de granito rosado, todos por capiteles corintios formados por hojas de cala palustre en mármol blanco. Un  soberbio portón de bronce de época romana permite el acceso a la "rotonda", el templo mismo.  Y aquí está la innovación y la audacia arquitectónica de este monumento.  El amplísimo ambiente ha sido realizado con una técnica muy refinada que tenía como objeto aligerar los materiales de construcción, a medida que las obras avanzaban de abajo arriba. La pared cilíndrica que sostiene la cúpula, fua aligerada con ocho grandes nichos intenrnos, mientras el peso de la misma se concentra, mediante una serie de arcos y bóvedas, en los puntos de mayor resistencia. La cúpula con sus dimensiones excepcionales /diámetro de 43,30 m) la mayor de todas las cúpulas en mampostería, está decorada interiormente por cinco hileras concéntricas de 28 casetones cada una, que disminuyen paulatinamente hacia lo alto, donde se abre un gran orificio de casi 9 metros de ancho, única fuente de luz de todo el templo y un ulterior aligeramiento del peso. El piso, si bien muy restaurado. conserva el dibujo y las cualidades de los mármoles preiosos originales. 


En el año 609 el Panteón fue transformado por el papa Bonifacio IV en una iglesia dedicada a la Virgen y a todos lo mártires, y es justamente a esto que se debe su estado excepcional de conservación. Además, el Panteón contiene los restos de muchas ilustres personas como Rafael, Baldassare Oeruzzi, Anibla Carracci, Perín del vaga, Tadeo Zuccari y Vignola. Después de la unidad de la nación fueron sepultados en el mismo los reyes de Italia. 


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GAWNE Eleanor, SNODIN Michael.,Exploring Architecture. Building meaning and making.V&A + RIBA. Edit. Architecture Partnership.


pág 45 nota 3. "En este caso la luz es de 43, 4 m. La cúpula es una imponente cáscara semiesférica de concreto, con un espesor mínimo de 1.2 m. en el punto más alto, donde de abre un gran óculo o lucerna centras de 9.1 m. de diámetro. El espesor de la envoltura es mayor en los puntos en que tiene tendencia a romper, alcanzando los 6.4 m. de grosor en la base. El muro del tambor que sostiene las 5.000 toneladas que pesa la cúpula también de 6.4 m de espesor, esta ahuecado por una serie de nichos de 4,3 m. de fondo, de tal manera que, de hecho, funcionan estructuralmente como 16 contrafertes radiales conectados en sus partes superiores por medio de bóvedas de cañón radiales. Además la cúpula el tambor están entrelazados por medio de arcos de descarga y robustas bóvedas de cañón insertos en la masa de mortero de argamasas para ayudar a dirigir las fuerzas. Otro factor importante fue la selección graduada de los cementa de los concretos, según su peso y resistecia a comprensión. El concreto es una pasta viscosa hecha mezclando agua, un árido de piedra machacada (en latín caementa) y un material aglomerante derivado de la caliza. En el hormigón del Panteón se emplearon distintos tipos de árido según la zona del edificio, el más denso y pesado, de basalto, en el anillo de cimentación, donde se concentraban las mayores cargas, mientras que en la parte de la cúpula más cercana al òculo se empleó un árido muy ligero de piedra pómez, para reducir el peso propio de la cúpula. Las cúpulas, particularmente las de grandes dimensiones, como la del Panteón de Roma, son espacios poderosamente evocadores, pero su planta circular dificulta la adición de espacios abyacentes. A este problema, que se agudizó en el siglo IV d. J. los arquitectos bizantinos le encontraron una ingeniosa solución consistente en disponer la cúpula sobre una planta cuadrada. El elemento que hizo posible esta transición fue el triángulo curvilíneo de la pechina". 


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MONTANER Josep Maria.,  La modernidad superada. Arquitectura, arte y pensamiento del siglo XX . Gustavo Gili. Barcelona, 2002.


págs.25-58 “Espacio y antiespacio. Lugar y no lugar en la arquitectura moderna”  


Espacio y lugar


Ahora bien, justo en el momento en que Schmarzow define la arquitectura como “el arte del espacio” y Riegl sitúa como esencia de la arquitectura el concepto de espacio (un concepto que hasta entonces no había sido utilizado de manera explícita), este mismo espacio recién descubierto es superado. Riegl presenta como paradigma el interior delimitado y perfecto del Panteón de Roma. Sin embargo, la concepción que desarrollaban las vanguardias se basa en un espacio libre, fluido, ligero, continuo, abierto, infinito, secularizado, transparente, abstracto, indiferenciado, newtoniano, en total contraposición al espacio tradicional que es diferenciado volumétricamente, de forma identificable, discontinuo, delimitado, especifico, cartesiano y estático. A esta nueva modalidad de espacio unos la denominaron “espacio-antiespacio”, en relación a la teoría de la relatividad de Albert Einsteiny la introducción de la variable del movimiento, y otros la calificaron como “antiespacio” por generarse como contraposición y disolución del tradicional espacio cerrado. Delimitado por muros....


... En la arquitectura moderna, desde J.N.L. Durand hasta Louis Kahn pasando por los maestros del movimiento moderno y por los postulados de la exposición The International Style de Philip Johnson y Henry- Russell Hitchcock (1932), la sensibilidad por el lugar es irrelevante: todo objeto arquitectónico surge sobre una indiscutible autonomía. Ya Denis Diderot al tratar sobre la relación orgánica entre la pintura y el lugar señalaba que "nuestros arquitectos carecen de genio, desconocen las ideas accesorias que se despiertan por el lugar". Las vanguardias enfatizan el proceso de aislamiento de los elementos fuera de su contexto usual e incluso un proyecto, teóricamente organicista de Le Corbusier, como la capilla de Ronchamp(1950-1954) mantiene una relación genérica y no empírica con el contexto. De hecho, la metáfora del barco, que está presente en buena parte de la obra de Le Corbusier, va estrechamente relacionada con la idea de una arquitectura autónoma, que puede anclarse sin ninguna relación con el entorno.


...Los conceptos de espacio y de lugar, por lo tanto, se pueden diferenciar claramente. El primero tiene una condición ideal, teórica, genérica e indefinida, y el segundo posee un carácter concreto, empírico, existencial, articulado, definido hasta los detalles. El espacio moderno se basa en medidas, posiciones y relaciones. Es cuantitativo; se despliega mediante geometrías tridimensionales, es abstracto, lógico, científico y matemático; es una construcción mental. Aunque el espacio quede siempre delimitado -tal como sucede de manera tan perfecta en el espacio tradicional del Panteón de Romao en el espacio dinámico del Museo Guggenheim de Nueva York-, por su misma esencia tiende a ser infinito e ilimitado. En cambio, el lugar viene definido por sustantivos, por las cualidades de las cosas y los elementos, por los valores simbólicos e históricos; es ambiental y está relacionado fenomenológicamente con el cuerpo humano.


págs.115-140. “Tipo y estructura. Eclosión y crisis del concepto de tipología arquitectónica”


Dentro de una voluntad a la vez clasificatoria, interpretativa y crítica, en el terreno de la arquitectura destacan las aportaciones de Colin Rowe, Steven Kent Peterson y Carlos Eduardo Comas. Si la esencia de la arquitectura radica en sus cualidades espaciales, el análisis arquitectónico debe tender a desvelar las estructuras ocultas que configuran y articulan cada edificio. Colin Rowe, inspirándose en Vincent Scully, ha establecido la diferencia clave entre edificios megarón-con espacios en altura definidos por los muros, como la casa Citrohan de Le Corbusier-, y edificios sandwich -conformados especialmente por los planos horizontales, como la mayor parte de los pabellones de Mies van der RoheSteven Kent Peterson ha delimitado el concepto vanguardista de "antiespacio", frente al concepto de espacio cerrado tradicional. El análisis ejemplar que Comas ha realizado del Ministerio de Educación y Sanidad en Río de Janeiro se basa en criterios de percepción del espacio según recorridos, disposiciones de masas y vacíos, simetría y lateralidad, visión frontal o punto de vista múltiple con aproximaciones en diagonal, volúmenes sólidos y porosidad, prototipo o monumento, modernidad y pervivencia de los conceptos y espacios académicos.


En este terreno es evidente que existe una relación entre estructura espacial y sociedad. Por ejemplo, bibliotecas como la propuesta por Etienne-Louis Boullée(1784) -con un monumental espacio lineal único, donde la bóveda de cañón representa el firmamento y en la que los larguísimos muros están configurados por libros -o como la Biblioteca Pública de Estocolmo (1918-1927) proyectada por Erick Gunnar Asplund  -con un gran espacio central de forma cilíndrica— obedecen a una época basada en una visión unitaria del mundo. En cambio, las bibliotecas de Alvar Aalto en Seinajoki (1963-1965) y en Rovaniemi (1963-1968)la Biblioteca Estatal de Berlín (1967) de Hans Scharoun, la. Biblioteca Municipal de Münster (1987-1993) de Peter Wilson y Julia Bolles y el proyecto de Biblioteca de Francia en París de Rem Koolhaas (1989) señalan el recorrido hacia una sociedad contemporánea fragmentada y diversificada que reconoce que a cada persona y actividad se le debe ofrecer un lugar específico. De hecho, de la caja homogénea y sólida de la arquitectura clásica -como el Petit Trianon en Versalles de J.A. Gabriel -la arquitectura moderna pasa a poner énfasis en el valor plástico de los elementos, en una composición que articula dinámicamente fragmentos.


Museos como la Glyptoteca de Münich (1815-1830), proyectada por Leo von Klenze, responden a una concepción unitaria, con un discurso museográfico neoclasicista y una estructura clara y simétrica en torno a un patio. En cambio, el Museo de Arte Moderno en Frankfurt (1982-1991) de Hans Hollein constituye un modelo de espacio museográfico posmoderno, con estructura laberíntica, multitud de recorridos posibles y establecimiento de espacios singulares y específicos. También los museos mediáticos han puesto en evidencia esta relación entre estructura espacial y contemporaneidad. Todo ello es una muestra de cómo el nuevo mundo de la luz artificial ha creado tipologías como los cines, los edificios masa o los museos mediáticos.


 Esta relación entre estructura espacial y sociedad fue muy evidente en dos manifiestos de la arquitectura moderna. La planta libre y flexible, la fachada transparente, la estructura vista, la indiferenciación, uniformidad e igualdad características del antiespacio del movimiento moderno quería ser el equivalente de una sociedad moderna, igualitaria, basada en la ética de la sinceridad, la justicia y la economía, expresión de la imagen científica de una naturaleza libre.


Una interpretación de este tipo permite establecer que una buena parte de la arquitectura -desde Boullée y Claude Nicolás Ledoux hasta Louis Kahn y Aldo Rossi, pasando por Le Corbusier— se ha basado en una composición hecha de volúmenes autónomos bajo la luz, yuxtapuestos, o articulados, pero no maclado, interpenetrados o deconstruidos. En cambio, a partir de embriones como los espacios de Anselm Kiefer, de los Merz de Kurt Schwitters o de los referentes organicistas, autores como Alvar Aalto, Frank Gehry, la Coop Himmelblau, Zaha Hadid, Bolles/Wilson o Steven Hall han desarrollado obras dinámicas, en las que ningún volumen es independiente, sino que su materia es viscosa y orgánica. Los cuerpos del edificio se desplazan, se giran, se comprimen con tensión y torsión, se maclan, expanden, desgarran o derriban.


 Pensar la arquitectura desde los conceptos de tipo y estructura nos permite establecer comparaciones sincrónicas. Se puede comprobar cómo el modelo del Panteón de Roma sigue vigente en la arquitectura moderna. El espacio simétrico, axial, puro, transparente, rítmico y sereno del atrio del Panteón se reproduce en la base del Seagram Building (1954-1958) de Mies van der Rohe. En su vestíbulo de paramentos acristalados y simétricos volúmenes lisos recubiertos de travertino, el prisma del edificio de oficinas atesora un espacio áulico como el atrio del Panteón. De la misma manera que el Museo Guggenheim de Nueva York (1943-1959) de Frank Lloyd Wright se conforma como un espacio interior, puro y unitario, como el del Panteón, dinamizado ahora por el espacio-tiempo introducido por la visión dinámica, desde las rampas, dentro de un cascarón organicista.


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