Fuller inspirado por los grandes contenedores de acero de grano, ideó las DDU. Convirtió una de las estructuras de acero de Butler Manufacturing Company (“A prueba de fuego, climatología y desperdicios”) en un prototipo de vivienda de emergencia. Su ligereza y precio económico (valorada en 1.250 dólares) hacían de estos espacios un remedio que podría enviarse a cualquier lugar del mundo y servir como refugio en un bombardeo. Poco tiempo después, el Ministerio de Defensa norteamericano y Fuller firmaron un acuerdo para desarrollar 200 de estas viviendas en el menor tiempo posible. Estas unidades incluían un aseo acoplado en el exterior.