FRAMPTON K., Historia crítica de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.
Págs. 226-233.“Le Corbusier y la monumentalización de lo vernáculo, 1930-1960”.
Este cambio hacia los materiales naturales y los métodos primitivos tuvo consecuencias que rebasaron el ámbito de un mero cambio en técnica o estilo superficial. Por encima de todo significó el envoltorio clásico que había sido utilizado en las villas de finales de la década de 1920, en favor de una arquitectura predicada sobre la fuerza expresiva de un solo elemento arquitectónico, ya fuese este una cubierta de una sola pendiente soportada por muros de carga o bien un “megarón” de bóveda de cañón. En tanto que la primera modalidad (anticipada en Mathes) aparecía en los muros de tierra compacta y las cubiertas con una pendiente de fibra vegetal, de las “Maisons Murondinis” propuestas en 1940 para la acomodación de refugiados, la última fue el módulo básico estructural tanto de la casa de fin de semana como del complejo agrícola proyectado para Cherchell, Africa del Norte en 1942. Que la preocupación de Le Corbusier por el Mediterráneo después de la II Guerra Mundial adquirió una forma más vernácula más bien que clásica queda demostrado por una secuencia de obras derivadas del proyecto Cherchell, y que condujeron, a través de las viviendas Roq et Rob, con sus terrazas escalonadas, diseñadas para Cap Martin en 1949, hasta la Casa Sarabhai en Ahmedabad y las Maisons Jaoul en Paris, dos obras que fueron completadas en 1955.
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