CURTIS William. J. La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006.

Págs. 471- 489.“Disyunciones y discontinuidades en la Europa de los años 1950” 

Lejos de aplicar una fórmula, Eiermann respondía a los datos de cada situación, y buscaba un carácter apropiado para la función y el emplazamiento.

El edificio con el que expuso su postura fue la fábrica de pañuelos de Blumberg (1949-1951), obra de una severa abstracción, animada por acentos tectónicos y audaces incisiones en los paneles murales. Sin embargo, el proyecto que más llamó la atención internacional fue la sede de la compañía de venta por correo Neckermann, en Frankfurt (1958-1961).

En ella, el esqueleto estructural articulaba la forma escultórica, pero sin excesos retóricos. La caja industrial neutra se rompía para revelar capas de transparencia, galerías y la jerarquía de la construcción. Las escaleras de emergencia y los elementos del aire acondicionado situados en el exterior resaltaban la sensación de proceso y movimiento.

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