PEVSNER, N ., Pioneros del diseño moderno. De William Morris a Walter Gropius. Ed. Infinito. Buenos Aires,2003.

Págs.41-64 .“Desde 1851 hasta Morris y las Artes y Oficios” 

La misma combinación de originalidad y tradición que aseguró la supervivencia de los diseños de Morris más allá de su época, es la que caracteriza lo mejor de la arquitectura inglesa doméstica durante el mismo período, siendo también comparable la actitud opositora de los principales arquitectos a los aceptados patrones de diseño.

 A través de todo el desarrollo de la arquitectura en las principales naciones de Europa, desde 1850 hasta el final del siglo, puede advertirse la misma tendencia. La fase culminante de la escuelaneogótica  (el Parlamento de Londres: Barry y Pugin, 1835-52) llegaba a su fin alrededor de 1865,aunque edificios posteriores y, no obstante, de puro estilo neogótico habrán de encontrarse todavíaen muchos lugares (Casa Consistorial de Mancheser-Waterhouse,1868-77;Universidad de Glasgow DE J.J. Scott, 1870.(Museo de Historia Natural, Londres: Waterhouse, 1873-80) . El simple Neorrenacimiento terminaba también (Club de la Reforma: Barry, proyectado en 1837; Opera de Dresde: Semper, primer edificiode 1838-41; Galería de Dresde: Semper, 1847-54) . La fase siguiente, en todas partes, fué el retornoa un tipo excesivamente decorado de Renacimiento nórdico  (en París el Hôtel de Ville , comenzado ya en 1837, en Inglaterra el Neoisabelino, en Alemania el Renacimiento Neudeutsch, después de1870). Inmediatamente después de la introducción de este estilo de decoración, apareció unNeobarroco  igualmente ultra decorado pero más colosal (Opéra de París : Garnier, 1861-74 ; Palais deJustice de Bruselas: Poelaert, 1866-83) . Este estilo perduró como el gusto arquitectónico oficial en la mayoría de los países del continente hasta después de 1900.

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GOMBRICH E.H. Historia del Arte. Edit. Debate. Madrid,1997

p.500. "Parlamento de Londres coya historia es característica de las dificultades que tuvieron en que tuvieron que trabajar los arquitectos de la época. Cuando la vieja cámara se quemo en 1834, se organizó un certamen, y la decisión del jurado recayó sobre el protecto de sir Charles Barry (1795-1860) un experto en el estilo Renacimiento. Sin embargo, se consideró que las libertades civiles inglesas descansas sobre los fundamentos del medievo, y que lo lógico y oportuno era erigir la sede de la libertad inglesa en estilo gótico; punto de vista que, por otra parte,  también fue unánimemente aceptado cuando la restauración de la cámara tras su destrucción por las bombas alemanas fue discutida al concluir la última guerra. Consiguientemente Barry tuvo que aceptar el asesoramiento de un experto en los detalles góticos: A.W.N. Pugin (1812-1852), cuyo padre había sido un ardoroso campeón del renacier gótico. La colaboración consistió poco más o menos en lo siguiente: que Barry decidiría la estructura y ordenamiento del edificio, mientras Pugin cuidaría de la decoración de la fachada y del interior. Difícilmente puede parecernos a nosotros muy satisfactorio este procedimiento, pero el resultado no fue demasiado malo. Vista desde lejos, a través de las nieblas londinenses, la silueta del edificio de Barry no carece de cierta dignidad, y vistos desde los barrios próximos, los pormenores góticos conservan algo todavía de su romántico atractio"

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TRANCHTENBERG M. HYMAN I., Arquitectura de la Prehistoria a la Modernidad. Edit. Akal. Madrid,1990.

p.561-562. En 1834 el fuego destruyó el antiguo Parlamento situado en la Plaza de Westminster, en frente de la Westminster Abbey. El concurso para el nuevo edificio celebrado al año siguiente sólo admitía proyectos de dos estilos británicos; gótico e isabelino. De los 97 participantes, todos menos 6 eran góticos, incluso el proyecto ganador de Sir Charles Barry, que tuvo el buen sentido de encargar los lujosos detalles del edificio al joven  y brillante Pugin. El edificio resultante es tan contradictorio como sus dos autores, ninguno de los cuales estuvo satisfecho con los resultados. Barry hubiera preferido una estructura mucho más clásica y dar al edificio, siempre que pudiera simetría y regularidad. En planta, las Cámaras de los Comunes y de los Lores tenían agregadas a izquierda y derecha un núcleo de caminos de entrada y recibidores y esos espacios estaban encerrados en una enorme estructura rectangular de salas de reunión, bibliotecas y oficinas, tan simétricamente dispuestas como fuera posible. En la fachada principal del edificio sobre el río Támesis, la asimetría de los torreones contribuye a los acentos pintorescos del gótico, que permanece esencialmente en un volumen tenso y simétrico con una fenestración y un perfil regular (incluso aunque a veces esta regularidad significara en ocasiones un corte de escaleras a través de una ventana). Fue este aspecto del edificio lo que justificó vehementemente la famosa puntualización de Pugin sobre ello a su amigo; “Todo griego señor, detalles Tudor en un cuerpo clásico”. Aunque Pugin no estaba más satisfecho con la construcción ambivalente de lo que lo estaba Barry, su detalle fue tan auténtico y a la vez tan audaz, lleno de colorido e imaginación- tanto en las dos grandes torres o en los interiores policromados, como en el extremo de la casa de los lores que a los ojos del público la casa del Parlamento representa claramente una victoria del gótico en la continua batalla de los estilos. Como un gran monumento nacional, el edificio da al estilo una legitimidad y un atractivo que contribuyó con fuerza al resurgimiento victoriano.

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RIVERA, David.,  La otra arquitectura moderna. Expresionistas, metafísicos y clasicistas. 1910-1950.

Edit. Reverté. Barcelona, 2017.

Págs. 220-365"El optimismo del Art Déco" . ...Así, por ejemplo, Scott utilizaba un neogótico modernizado en sus iglesias, aplicaba un maquinismo colosal a sus fábricas y era clásico en sus edificios universitarios; por otro lado, ponía buen cuidado en adaptar cada obra a un entorno; compartimentó en bloques y adapto el color de la nueva sede de la Biblioteca Bodleian en Oxford, para ponerlo en relación con sus ilustres vecinos (el teatro Sheldonian de Chistopher Wren y el edificio Clarendon de Nicholas Howksmoor) y rehízo la cámara de los comunes en el Parlamento de Londres, en un estilo similar al original, aunque perceptiblemente simplificado. Este eclecticismo críticono suele ser del agrado de los historiadores de la arquitectura moderna, y por ello no es de extrañar que, a pesar de la amplitud y variedad de su obra.

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CURTIS William. J. La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006.

Págs. 21 - 31.“La idea de una arquitectua moderna en el siglo XIX” 

La industrialización produjo también nuevas estructuras económicas y nuevos centros de poder, mientras que el patronazgo de la arquitectura en la Europa del siglo XVIII había dependido principalmente de la Iglesia, del Estado y de la aristocracia, más adelante comenzó a depender cada vez más de la riqueza y los propósitos de las nuevas clases medias. Como siempre, las élites encontraron en arquitectura con medios de legítimas su propia posición. las referencias históricas podían manipularse para evocar conexiones entre la situación cultural del momento y las ”edades de oro” del pasado. Los monumentos creados por Karl Friedrich Schinkel en Berlín durante la década de 1820 iban a retirar el ideal griego para el Estado moderno de Prusia. el Palacio neogótico de Westminster, en Londres ( proyectado por Charles Barry y A. W.N. Pugin una década más tarde), iba a recordar, sino a recrear, en tono morado, la integridad nacional y la elevada civilización que supuestamente representaba el estilo gótico perpendicular inglés del siglo XV. en las últimas décadas del siglo XIX, las nuevas tecnologías del hierro y el vidrio había desarrollado su propia capacidad iconográfica para expresar las opciones del progreso o de la supremacía nacional en la ciencia, cómo puede verse, por ejemplo, en la Torre Eiffel, construida en Exposición de París de 1889.

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 BENEVOLO, L., Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.

Págs.. 61-84.“ La época de la reorganización y los orígenes de la urbanística moderna (1983-1850)” 

En los trabajos de restauración, los proyectistas deben abordar, necesariamente, la relación entre formas medievales y problemas constructivos. Después de 1830 estos conocimientos pasan, poco a poco, el proyecto de edificios de nueva planta, y se abordan no sólo temas decorativos o residencias para escritores vanguardistas, sino también casas de pisos normales e importantes edificios públicos.

 En Inglaterra se restauran y amplían en el mismo estilo numerosos edificios medievales, como el St. John's College de Cambridge (T. Rickman y H. Hutchinson, 1825) o el castillo de Windsor (J. Wyatville, 1826) y, cuando el viejo palacio de Westminster es destruido en 1834 por un incendio, el concurso para la nueva sede del Parlamento inglés prescribe que el proyecto sea de estilo gótico o isabelino, tal como, de hecho, fue realizado por Charles Barry (1795-1860).

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