p.83-85. "Los arquitectos japoneses tienden a no forzar el terreno. No obstante, Ando no puede resistirse a moldearlo Ya desde sus inicios daba importancia a la planificación del emplazamiento, pero desde la Casa Koshino se atrevió cada vez más a manipular la tipografía. En el conjunto residencial Rokko aceptó el desafío de una colina escarpada; en el Museo Suntory en Osaka usó un emplazamiento en la costa para crear una nueva relación entre el mar y la arquitectura. Veinte años después, en el Museo de Arte de Chichu, constuyó un museo de arte espectacular sepultando formas geométricas bajo la ladera de una montaña.
Naoshima es una pequeña isla del mar interior. Ando ha mantenido una relación profesional con la isla durante más de diez años. Aunque el Museo de Arte de Chichu está situado en una colina de la isla, el edificio está completamente enterrado bajo la tierra, sin consideración alguna con el paisaje natural del mar interior. El museo en su conjunto está compuesto de galerías dispuestas alrededor de dos patios, uno un triángulo equilátero y el otro un cuadrado en planta, y de pasillos al aire libre que unen dichas galerías. Se trata de un espacio subterráneo sin ejes ni direccciones. Éste es precisamente el motivo por el cual esta clase de espacios exigen formas sólidas, materiales únicos y artistas apasionados.
El Museo de Arte de Chichu se dedica a la exposición permanente de obras de tres hombres: el impresionista Claude Monet y los artistas contemporáneos Walter de María y James Turrell. Por decirlo de otro modo, es un edificio donde las obras de arte residen de forma permanente; la arquitectura y las obras no pueden considerarse por separado. En el espacio dedicado a Turrell, se está en estrecho contacto con el cielo. También se experimenta la creación de un cubo en el aire mediante luz blanca. En la sala de Walter María, una obra situada en la pared de una enorme escala irradia un color dorado y crea un espacio de atmósfera religiosa. En la sala de Monet, paredes enlucidas con esquinas redondeada y un suelo de mármol dan la impresión de topar con los menúfares de Monet en algún logar del espacio sideral. En otros museos de arte, las obras son objetos para mirar; en este museo, sin embargo, las obras deben experimentarse con todo el cuerpo. Naturalmente no será posible experimentar las obras de arte de este modo sin la ayuda del espacio arquitectónico. Visto de otro modo, el Museo de Arte de Chichu es un laboratorio subterráneo. Es un ambicioso intento de crear espacios donde los visitantes puedan experimentar las obras de una forma pura mediante el empleo del ambiente subterráneo. En él estamos aislados del mundo exterior, nuestra percepción se agudiza; podemos concentrarnos únicamente en la observación de las obras. Se trata de un concepto audaz.
El cliente, Soichiro Fukukate, es uno de los principales coleccionistas de arte contemporáneo de Japón y encarga obras a artistas de todo el mundo. En 1998 se inició el proyecto de Casa de Arte en el pueblo de Motomura, en la parte oriental de la isla. Se trata de un proyecto para restaurar y conservar las casas tradicionales que quedan en el pueblo y usarlas como galerías de exposiciones permanentes de arte contemporáneo. La idea de reconstruir casas desocupadas en una antigua comunidad de Naoshima y de crear pequeños museos de arte por toda la población es muy interesante.
Uno de esos museos en el Minari-Dera, diseñado por Ando para James Turrel. Es un edificio sin ventanas, con un espacio a oscuras en el cual no entra la luz del exterior. La obra de Turrel "Backside or the Moon" emerge en la oscuridad, una oscuridad en la que hay una cantidad minúscula de luz blanca. Ando creó un espacio oscuro que rechaza la luz, y Turrel introdujo una cantidad ínfima de luz en esa oscuridad para demostrar cómo, en la oscuridad, hasta una pizca de luz puede servir como una crítica elocuente y cambiar el sentido del mundo."