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La capilla vista desde el Este

Parque de Abbadía en Hendaya

Abbadie en Hendaye
  • 1852 - 1884
  •  
  • DUTHOIT, Edmond
  • BüHLER, Eugène
  • VIOLLET-LE-DUC, Eugène - Emmanuel
  •  
  • Hendaya (Pays Basque)
  • Francia

Para poder explicar, y centrarnos en el parque que une las diferentes edificaciones de la abadía de Hendaya, hablaré en un primer lugar de Antoine d’Abbadie, quien impulsó la creación de este lugar. Antoine Thompson d’Abbadie, nacido en Dublín en 1810, fue un viajero, geógrafo, lingüista, astrónomo y mecenas de la cultura vasca. Fue gracias a la herencia de su padre, que pudo desde joven viajar por Europa, África y América, acompañando en ocasiones a su amigo Louis-Napoleón Bonaparte en alguna misión, dando pie a una anécdota sobre el castillo, que dejaré en el aire.


En general, hablamos de una persona del siglo XIX con mucho poder, que decidió acabar sus días en Hendaya, en un castillo que mandaría construir en los terrenos que fue adquiriendo en la Cornisa Vasca (desde Hendaya hasta San Juan de Luz). La construcción del castillo, comenzó en 1864, en manos de los arquitectos Claude Parent, Eugène Viollet-le-Duc y Edmond Duthoit, con un estilo neogótico, e interiores eclécticos, que reúnen las pasiones orientales, africanas y creyentes del demandante. Las obras finalizaron en 1884, habiéndose encargado del parque Eugène Bühler, reconocido arquitecto y paisajista de la época. De los variados aspectos a analizar de esta intervención, me centraré en el parque que une las diferentes edificaciones del complejo siendo quizás  el mayor tesoro que ha dejado Antoine d’Abbadie a los hendayeses. Este parque, une el Castillo con tres antiguos caseríos. El primero de ellos, Larretxea, que hoy funciona como centro de documentación, es decir, centro de ocio, de cultura, e información. El segundo, Nekatoenea, residencia de artistas que residen aquí durante un periodo determinado con el fin de abordar los proyectos en los que estén inmersos. Por último, Asporotsttipi,  que funciona como centro de cultura e información.


El parque, espacio natural protegido a día de hoy, consta de varias entradas. Las principales serían tres, una central directa al Castillo, otra desde la playa de Hendaya, siendo la entrada oeste, y otra desde el este, con el edificio Asporotsttipi que nos da la bienvenida. Me parece imprescindible señalar, que la Cornisa Vasca es apreciada  por sus vistas panorámicas, no sólo hacia el horizonte del mar, sino hacia Hondarribia, Irún, Hendaya, Urruña, Sokoa, San Juan de Luz, Getharie, Bidart, incluso en ocasiones, si la meteorología lo permite, uno puede detectar Biarritz a lo lejos.


El parque con sus diferentes edificaciones tiene una  superficie total de 73 hectáreas. Eugène Bühler, aprovechó los senderos que unían los diferentes caseríos, y los pavimentó. Estos, limitan los antiguos campos de cultivo, mediante vallas de madera o de piedra. La mayoría de los campos son hoy salvajes, aunque algunos se utilicen para el cultivo de manzanas, y otros como espacio para caballos. Uno puede darse cuenta observando las diferentes arboledas del parque, compuestas principalmente por robles, carpes, abedules y pinos, que están situados de forma pensada. Principalmente, acompañan durante los caminos, y se concentran en mayor medida en los cruces más importantes. Lo interesante de este juego de árboles, es que siempre se abren desde los puntos más interesantes del recinto, hacia el castillo; es decir, del mismo modo que el castillo tiene vistas hacia estos puntos, nosotros podemos ir viendo mientras caminamos, cómo se va abriendo y cerrando el telón vegetal hacia esta importante construcción. Los senderos, han sido ligeramente retocados durante estos últimos años, añadiéndose sobre las zonas más fangosas rejillas metálicas, y algunos escalones. Al final de ellos, nos aproximamos en la parte más bella del complejo, la más cercana a los acantilados, con sus diversos miradores, naturales, o artificiales sobre varios bunkers.


Pedro EGAÑA CARDELLI

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