pág.73. "Walter Gropius apenas obtuvo encargos en el año que transcurrió entre la llegada al poder de los nacionalsocialistas y su marcha a Inglaterra en 1934. A principios de 1933 había participado en el concurso para la construcción del Reichbankgebäude (edificio del banco del Reich), pero la intervención de Hitler hizo que la decisión no se tomara en base a criterios objetivos y la propuesta de Gropius fue rechazada porque "recordaba a una fábrica". En 1934 proyectó una Haus der Arbeit (Casa del trabajo) para un concurso convocado por el Frente laboral alemán. En este proyecto había conservado consecuentemente su moderna concepción estética y constructiva; sin embargo, las fachadas dibujadas mostraban banderas nazis. Al igual que otros arquitectos modernos, Gropius había alentado la pequeña esperanza de que los nuevos gobernantes aceptarian la arquitectura racional como estilo alemán (de forma similar a los fascistas de Italia).
Gropius obtuvo al menos un encargo público aún. En la primavera de 1934, tuvo lugar la exposición Deutsches Volk - Deursche Arbeit (Pueblos alemán - Trabajo alemán) en los recintos de ferias y muestras que se encuentran bajo la Frunkturm (Torre de la radio); esta exposición debía construir una muestra de los logros económicos conseguidos tras un año de gobierno nacional socialista. Por encargo de la asociación del metal, Gropius proyectó la Abteilung Nichteisenmetalle (Sección de metales no férreos) en colaboración con Joost Schmidt, antiguo miembro de la Bauhaus. Se trataba de una arquitectura expositiva absolutamente moderna, que convencía tanto didáctica como estéticamente y no inferior a los propios antiguos trabajos de Gropius (por ejemplo los de la exposición de la Werkbund en 1930 en Paris). En una habitación central, luminosa y técnicamente sobria, se habían colocado objetos sueltos; allí se encontraban, por ejemplo, la hélice de un barco o el esqueleto de un avión, acompañados de textos explilcativos, paneles gráficos, piezas y pruebas de material a fin de atraer la atención.
Gropius no fue el único representante del Movimiento Moderno invitado a participar en esta exposición. También estaban entre otros, Ludwig Mies van der Rohe y su antiguo colaborador Sergius Ruegenberg (sección de minería), Lilly Reich (sección de vidrio, cerámica y procelana) y Herbert Bayer (catálogo). Los motivos por ello eran de múltiple naturaleza; en 1934, no había aún una línea nazi común para las cuestiones culturales y estéticas; existían diferente grupos e intereses que competían entre sí en el amparo estatal, en el partido y en diversas organizaciones; el veredicto sobre el Movimiento Moderno aún no se había pronunciado. Aún así quedaban pequeños márgenes de acción para las tendencias modernas. Sin embargo, la "Sección de metales no férreos" sería el último encargo de Groipius en Alemania durante más de una década y media.