Pág. 530-564. ”Formación del Movimiento Moderno en Europa entre las dos guerras. Aproximación a los problemas urbanísticos”
4.-La urbanística de Le Corbusier.
De hecho, entre 1930 y 1933 - mientras Francia sufre, aunque de manera más lenta y menos grave, los efectos de la crisis económica europea - Le Corbusier tiene ocasión de construir algunos edificios de notable tamaño, donde el compromiso urbanístico está no sólo virtualmente presente, sino que se traduce en efectiva incidencia sobre el ambiente ciudadano: el pabellón suizo en la Cité Universitaire de París (figs. 631-633), la casa de viviendas Clarté en Ginebra (figs. 628-630) y la Cite du Refuge para el Ejército de Salvación, también en París (figs. 634-636)...
...El problema de la Cité du Refuge es distinto: se trata aquí de un solar bastante desafortunado e irregular, que presenta sólo dos cortas fachadas a Este y a Sur, y que plantea un grave problema de distribución.
Le Corbusier demuestra que, utilizando como punto de partida, no el volumen permitido por las ordenanzas, sino el programa distributivo y articulando los varios elementos en cuerpos de fábrica separados, se puede llegar a situar convenientemente todos los ambientes, según sus funciones, y lograr así sacar partido de las propias dificultades del solar para obtener singulares efectos expresivos. El edificio se caracteriza, sobre todo, por el juego apretado de los volúmenes, que componen una especie de escena abstracta frente y encima de la gran vidriera continua de la fachada sur (fig. 636). El estudio de los materiales es un aspecto subordinado (los volúmenes de muro están revocados o bien cubiertos de cerámica blanca) y el edificio presenta varios defectos técnicos debidos al deseo de enfrentarse, con reducida experiencia y escasa disponibilidad de dinero, a problemas nuevos; por ejemplo, la vidriera de cierre hermético se ha demostrado incompatible con las instalaciones de acondicionamiento, por lo que, recientemente, se le ha debido añadir un brisesoleil.
Los tres edificios examinados se insertan en el tejido urbano con una violenta solución de continuidad, quizá menos visible en el caso del colegio suizo debido al gran tamaño de los espacios contiguos.
De hecho, las tres obras son fragmentos de un nuevo tipo de ciudad que, insertándose en la actual, fuerzan irresistiblemente su trama; Le Corbusier es perfectamente consciente de ello y busca cada ocasión para ampliar la lógica del edificio al terreno que lo rodea, para enmarcarlo en un ambiente mucho más vasto. Su resentimiento por los fracasos en la práctica de sus proyectos se transforma en una tensión extrema para comunicar, a través de la arquitectura construida, un sistema completo de reglas metódicas y de ideas.
---
COHEN Jean- Louis., Le Corbusier 1887-1965. El lirismo de la arquitectura en la era de la máquina. Edit. Taschen. Colonia, 2006.
p.51 La "Cité de refuge", es el tercer proyecto llevado a cabo por Le Corbusier para el Ejército de Salvación, después del Palacio del Pueblo, construido en la calle de Cordolières en 1926-27, y el albergue flotante, una gran barcaza de hormigón convertida en un gran dormitorio para vagabundos en 1929-30. Esta vez se trata de crear gracias a la generosidad de veinte mil donantes y de la princesa Winaretta Polignac-Singer, un refugio para acoger entre 500 y 600 sin techo en Paris. La edificación de un amplio volumen en el tejido de un arrabaj parisino obliga a Le Corbusier a llevar a cabo largas investigaciones antes de llegar a la solución definitiva, que separa los servicios comunes situados al nivel de la calle Cantagres del prisma acristalado de los dormitorios, prolongado por un ala secundaria hacia la calle Chevaleret.
Con sus diferentes elementos, el edificio da cuerpo al interés expresado en "Vers une architecture" por Le Corbusier para el diseño de transatlánticos. La serie de grandes salas de la planta baja, desde la entrada hasta la rotonda de recepción, envuelta en bloques de vidrio, recuerda la de los salones de los barcos. Las plantas superpuestas, semejantes a los puentes de un barco, y el aspecto general del edificio, coronado por superstructuras que recuerdan las cubiertas, adoptan la figura de un barco. La sucesión de dormitorios modulares imita en cada nivel la mónótona repetición de cabinas de los transatlénticos. Y la vivienda de tres alturas, reservada en las últimas plantas a la generosa donante, recuerda sin duda el puente de mando de un almirante.
"La Cité de refuge" también se inspira en los transatlánticos para la estanqueidad. Le Corbusier aplica aquí el principio de la "respiración exacta", abandonado en Moscú. Los canales de ventilación tiene como objetivo ventilar y calentar de forma "higiénica" mediante unos circuitos independientes en los pasillos, dormitorios comunes e individuales de los residentes. Pero la ausencia de toda refrigeración en verano y la imposibilidad de abrir las venganas fijas de la fachada sur condenarán al fracaso este incompleto enfoque. Desde principios de los años treita. el Ejército de Salvación se enfrenta a Le Corbusier, quien afirma en una carta a la princesa Polignac que "las personas interesadas se acaloran y discuten en una perpetua confusión entre sus reacciones psicológicas y fisiológicas" y él tiene "el deber de no tenerlo en cuenta y proseguir serenamente con las investigaciones positivas y científicas".
Próxima a la estación de tren de Austerlitz, la "Cité de refuge" resulta gravemente dañada por los bombardeos de la II Guerra Mundial. Le Corbusier reconstruye la fachada totalmente destruida y añade una marquesina, diseñada en una colaboración recuperada temporalmente con Pierre Jeanneret, de quien se había separado en 1940.