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BANHAM, R., Teoría y diseño en la primera era de la máquina. Edit. Paidos. Barcelona, 1977.


Págs. 245-264.“Le Corbusier:Planeamiento urbano y estética” 


La casa Cook es más compleja, si bien el arquitecto mismo la describió, con justicia, como la vraie maison cubique (4). Tanto en la planta como en el alzado principal, la composición se desarrolla dentro de un cuadrado casi perfecto. Aunque el alzado principal muestra una terraza abierta a un lado del último piso, un «parasol» de hormigón que continúa la losa del techo mantiene la forma rectangular de la fachada; y aunque el salón principal, también al mismo nivel, es de doble altura, este hecho no queda de manifiesto en el frente que mira hacia la calle; éste subraya, por el contrario, que on vit par étages. También este edificio se levanta sobre pilotes, lo que permite una planta baja casi completamente libre entre las medianeras; en los dos pisos altos hay fenêtres en longueur, también de pared a pared, con la columna central desplazada hacia adentro a fin de permitir una superficie ininterrumpida de vidrio. En planta, esta manera de componer dentro de una forma rectangular predeterminada es aún más sorprendente a causa del uso de formas curvas, práctica que puede también observarse en la casa Guiette de Amberes (proyectada el mismo año) y en la grande y complicada villa construida en Garches para Charles de Monzie; ésta debe haberse iniciado poco después de la casa Cook, a la cual tomó sin duda como modelo. Esta manera de componer con elementos rectangulares y curvos dentro de un campo rectangular de dimensiones predeterminadas es no sólo análoga a la manera con que Le Corbusier compone sus cuadros: muchas de las formas curvas, cualquiera que sea su justificación funcional, parecen derivar también de las formas de los objets-type incluidos en las pinturas.


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CURTIS William. J.  La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Págs. 163 - 181.“La búsqueda de la forma ideal por parte de Le Corbusier”


... p.174   La depuración del lenguaje formal de Le Corbusier también podía atribuirse, en parte, a su experiencia diaria con la pintura. El control preciso del volumen, la superficie y el perfil pueden apreciarse en la casa Cook, sutuada en el barrio suburbano de Boulogne-sur-Meine (1936-27), al oeste de Paris. El solar era nuevamente angosto y formaba parte de una hilera de casas, pero ofrecía vistas hacia el cercano Bois de Boulogne. Sólo se vería la fachada principal y obviamente se habría de hacer un gran esfuerzo para estudiar esta única vista.  El cliente era unpintor norteamericano llamado Cook, quien estaba dispuesto a dejar que Le Corbusier experimentase. la fachada tal como se alza hoy es casi cuadrada y lo mismo ocurre con la planta. Así pues la forma es casi un cubo, una de esas formas ideales señaladas en las especulaciones estéticas de la revista L´Esprit Nouveau. la simetría de esta fiura global está reforzada por las bandas de ventanas que corren de un lado a otro, y por un único piloti cilíndrico en el eje central. Dentro de esta silueta estable existen una serie de ritmos asimétricos. La cabina curva de la entrada en la planta baja contrasta con las superficies rectangulares de arrib a, y el balcón de la parte superior izquierda sobresale de la fachada. Las relaciones y tensiones principales del proyecto están animadas por áreas de luz y sobra, tensos rectángulos de vidrio junto al revoco, y las finas líneas de barandillas, los bordes y las juntas. Los entrantes y salientes, lateralmente y en profundidad, se consideran equilibrados alrededor de ese elemento clave que es el piloti central.


Pero esto es analizar la casa Cook en términos estrictamente formales. Cuando se pasa bajo el cuerpo elevado del edificio hacia el interior, o se examina una sección o una planta, se da uno cuenta del modo tan ingenioso en que se han encajado las funciones de la casa,  como piezas de un rompecabezas de tres dimensiones, en la figura cúbica general. La disposición general se ha puestoo cabeza abajo, ya que los dormitorios y la habitación de servicio están en el primer piso, y la sala de estar, la cocina y el comedor enstán en el segundo.la sala de estar tiene doble altura y en su parte posterior hay una escalera que sube a la pequeña biblioteca del piso superior, abyacente a la terraza de la cubierta, con amplias vistas sobre el Bois de Boulogne. A medida que se suben las escaleras . que se encuentran en la parte posterior del edificio junto al eje central- se ve uno sumido en una serie de habitaciones en cada nivel. El arquitecto ha empleado el esqueleto de hormigón para esculpir una secuenci de espacios comprimidos y expandidos de proporciones, iluminación, vistas y carácter variados. Los tabiques curvos hacen resaltar la "planta libre", captan la luz y se alzan como objetos en un espacio resplandeciente, inevitablemente nos traen a la mente las botellas y las guitarras de los cuadros puristas. La unidad y el control se mantienen gracias a la regla de la geometría y la proporción, y mediante el dimensionamiento coherente de elementos tales como las ventanas corridas.


Pero existe también la claridad de un artista que ha alcanzado un control total de su vocabulario. Las "fuetes" (como la cabina del avión Farman Goliath evocada en el pequeño habitáculo inferior) se han integrado completamente y el estilo ahora resulta seguro. Le Corbusier parece haberlo reconocido, pues más tarde escribión:


"Aqui se aplican, muy claramente, las certezas adquiridas hasta hoy, loa pilotis, la cubierta ajardinada, la planta libre, la fachada libre, al ventana corrida deslizante lateralmente. El trazado regulador es aquí un "trazado automático" aportado por los simples elementos arquitectónicos a escala humana como la altura de los pisos y las dimensiones de las ventanas, las puertas y las barandillas. El esquema clásico se da la vuelta; la parte baja de la casa se queda libre. La recepción se encuentra en la parte alta de lacasa. Se sube directamente a la cubierta ajardinada desde donde se dominan las vastas arboledas del Bois de BOulogne. Ya no estamos en Paris; es como si estuviéramos en el campo"


Habiéndose asegurado los “cinco puntos” en el proyecto de la casa Cook, Le Corbusier pisaba terreno firme para explorar posibilidades adicionales de su sistema....


... El control preciso del volumen, la superficie y el perfil puede apreciarse en la casa Cook (1926-1927), situada en el barrio suburbano de Bologne-sur-Seine al oeste de París. El solar era nuevamente angosto y formaba parte de una hilera de casas, pero ofrecía vistas hacia el cercano Bois de Boulogne. Sólo se vería la fachada principal y obviamente se habría de hacer un gran esfuerzo para estudiar esta única vista. El cliente era un pintor norteaemericano llamado Cook, quien estaba dispuesto a dejar que Le Corbusier experimentase. La fachada tal como se alza hoy es casi cuadrada, y lo mismo ocurre con la planta. Así pues, la forma es casi un cubo, una de esas formas ideales señaladas en las especulaciones estéticas de la revista L'Esprit Nouveau . La simetría de esta figura global está reforzada por las bandas de ventanas que corren de un lado a otro, y por un único piloti cilíndrico en el eje central. Dentro de esta silueta estable existen una serie de ritmos asimétricos. La cabina curva de la entrada en la planta baja contrasta con las superficies rectangulares de arriba, y el balcón de la parte superior izquierda sobresale de la fachada. Las relaciones y tensiones principales del proyecto estan animadas por areas de luz y sombra, tensos rectángulos de vidrio junto al revoco, y las finas lineas de las barandillas, los bordes y las juntas. Los entrantes y salientes, lateralmente y en profundidad, se consideran equilibrados alrededor de ese elemento clave que es el piloti central.


Pero esto es analizar la casa Cook en términos principalmente formales. Cuando se pasa bajo el cuerpo elevado del edificio hacia el interior, o se examina una sección o una planta, se da uno cuenta del modo tan ingenioso en que se han encajado las funciones de la casa, como piezas de un rompecabezas de tres dimensiones, en la figura cúbica general. La disposición tradicional se ha puesto cabeza abajo, ya que los dormitorios y la habitación de servicio están en el primer piso, y la sala de estar, la cocina y el comedor están en el segundo. La sala de estar tiene doble altura y en su parte posterior hay una escalera que sube a la pequeña biblioteca del piso superior, adyacente a la terraza de la cubierta, con amplias vistas sobre el Bois de Boulogne. A medida que se suben las escaleras —que se encuentran en la parte posterior del edificio junto al eje central—, se ve uno sumido en una serie de habitaciones en cada nivel. El arquitecto ha empleado el esqueleto de hormigón para esculpir una secuencia de espacios comprimidos y expandidos de proporciones, iluminación, vistas y caracter variados. Los tabiques curvos hacen resaltar la `planta libre', captan la luz y se alzan como objetos en un espacio resplandeciente; inevitablemente nos traen a la mente las botellas y las guitarras de los cuadros puristas. La unidad y el control se mantienen gracias a la regla de la geometria y la proporción, y mediante el dimensionamiento coherente de elementos tales como las ventanas corridas. Pero existe tambien la claridad de un artista que ha alcanzado un control total de su vocabulario. Las `fuentes' (como la cabina del avicin Farman Goliath evocada en el pequeño habitáculo inferior) se han integrado completamente y el estilo ahora resulta seguro. Le Corbusier parece haberlo reconocido, pues más tarde escribio:


Aqui se aplican, muy claramente, las certezas adquiridas hasta hoy: los pilotis, la cubierta ajardinada, la planta libre, la fachada libre, la ventana corrida deslizante lateralmente . El trazado regulador es aqui un `trazado automatico' aportado por los simples elementos arquitectonicos a escala humana como la altura de los pisos y las dimensiones de las ventanas, las puertas y las barandillas. El esquema clasico se da la vuelta: la parte baja de la casa queda libre. La recepcion se encuentra en la parte alta de la casa. Se sube directamente a la cubierta ajardinada desde donde se dominan las vastas arboledas del Bois de Boulogne. Ya no estamos en París; es como si estuviésemos en el campo...


... Si volvemos a la casa Cook, es evidente que Le Corbusier no sólo había empleado los 'cinco puntos', sino que también los había enfatizado retóricamente como una especie de demostración. El piloti es el centro de atención y está retranqueado respecto al plano de la fachada, haciendo resaltar la separación de la estructura y el cerramiento externo . El paso bajo la casa se muestra también gracias al sendero peatonal a un lado y la calzada para coches al otro, como si implicasen una forma nueva tanto para la ciudad como para el edificio; además de esto, se ha colocado una pequeña jardinera bajo el voladizo, sugiriendo así que la naturaleza también podía pasar por debajo. El jardín de cubierta se hace visible en la parte superior mediante perforaciones, y la fachada libre queda acentuada por las ventanas que corren de un extremo a otro. Incluso es posible apreciar el carácter de la planta libre en el interior, gracias a las figuras curvas que dan a entender objetos cóncavos y convexos dentro de la 'caja'. Habiéndose asegurado los 'cinco puntos' en el proyecto de la casa Cook, Le Corbusier pisaba terreno firme para explorar posibilidades adicionales de su sistema. Los episodios particulares y las curvas complejas de su plant libre eran como versiones actualizadas de los nichos las cámaras entrelazadas rococó de un hótel particulier parisiense del siglo XVIII, y en varios de sus proyectos domésticos de la década de 1920 Le Corbusier introdujo sinuosos recorridos internos de escaleras, rampas y más en la década. Tabiques con forma de piano que quedaban 'resaltados' frente a la abstracción de la caja de cerramiento.


Págs. 257-273“El Estilo Internacional, el talento individual y el mito del funcionalismo” 


Para llegar a entender la vida interna del estilo de un periodo es preciso un ir y venir entre los elementos comunes, los vocabularios individuales y las obras de arte singulares. Una idea de lo que significan las divergencias del estilo pueden captarse examinando dos obras paradigmáticas de la década 1920 analizadas anteriormente en este libro: la casa Cook (1926), de le Corbusier, y la casa Schröder (1923-1924), de Rietveld. Estas tienen entre sí más cosas en común que cualquiera de ellas con, digamos, una vivienda Art Nouveau o un Expresionista, luego es correcto colocarlas en el mismo grupo; pero sigue sorprendiendo la diferencia de énfasis espacial entre la caja plana de le Corbusier, con su rompecabezas de intrusiones de pilotes y tabiques, y la explosión de planos de Rietveld hecho plan y se extienden en rededor (encarna algunas de las diferencias cruciales entre el turismo y De Stijl). Cada proyecto refleja también algo de su entorno: la primera en sí en cierto toque parisiense (en la escala, el equipamiento y la elegancia lineal), y la segunda destina el paisaje holandés, reticulado y artificial, esas geometrías rectangulares solapadas. Sin duda se podrían encontrar muchas distinciones más sutiles entre otras obras de Rietvield y le Corbusier con objeto de caracterizar a sus estilos personales. Poco a poco, se podría incluso indagar en el mundo del significado de cada artista; en algunos aspectos, sería posible identificar temas comunes relativos a la espiritualización de la máquina o la liberación de las restricciones del pasado, pero si se siguese profundizando se encontrarían metáforas personales, fuentes formales y posiciones ideológicas muy contrastadas. Los capítulos precedentes han mostrado la variedad de ideas sociales que se manifestaban mediante formas análogas durante la década de 1920.


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FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987. 


Pág.151-162. “Le Corbusier y el Esprit Nouveau”


En 1925 , Le Corbusier volvió también al tema de la villa burguesa, primero en la casa Cook -terminada el año siguiente como ejemplo de Los cinco puntos para una nueva arquitectura, que se publicaron en 1926- y luego en el proyecto para la villa Meyer , que ya anunciaba la villa en Garches y la villa Savoie en Poissy, terminadas en 1927 y 1929 respectivamente. Todas estas casas confiaban para su expresión en la sintaxis de los 'cinco puntos': 1, los pilotis que levantan la masa por encima del terreno; 2, la planta libre, conseguida mediante la separación de las columnas portantes y las paredes que subdividen el espacio; 3, la fachada libre, corolario de la planta libre en el plano vertical; 4, la ventana larga, horizontal y corredera o fenêtre en longueur; y 5, la cubierta ajardinada, que supuestamente recupera la superficie del terreno ocupada por la casa.


El potencial latente del entramado de Hennebique en la casa Dom-Inó y los muros laterales macizos de la casa Citrohan determinaron en igual medida el part/ o esquema básico de todas estas casas, con un uso generoso de las columnas exentas, las fachadas con ventanas corridas y los forjados en voladizo. La subdivisión estructural de la casa Dom-Inó (la fórmula rítmica AAB, que comprende dos entrepaños anchos más uno estrecho que contiene la escalera) enlaza el palladianismo manifiesto de la villa Schwob con el palladianismo contenido de la villa en Garches , estando ambas casas organizadas aparentemente según el clásico ritmo palladiano ABABA indi cado por Colin Rowe . La villa Malcontenta de Palladio (de 1560) y la villa en Garches de Le Corbusier (de unos 350 años después) se apoyan por igual, en la dirección longitudinal, en una composición de entrepaños alternativamente dobles y simples que producen un ritmo 2:1:2:1:2. Como ha señalado Rowe , en la otra dimensión se obtiene una síncopa similar: En ambos casos se establecen seis líneas de carga 'transversales' que alternan rítmicamente los entrepaños simples y dobles; pero el ritmo de las líneas de carga paralelas difiere ligeramente como resultado del uso del voladizo por parte de Le Corbusier . En la villa de Garches es ½ :1 ½ :1:1½:1 y en la Malcontenta 1½:2:2:1½. En planta, Le Corbusier consigue así una especie de compresión para el entrepaño central, y el interés parece transferirse a los entrepaños exteriores, que se amplían con la media unidad extra del voladizo; Palladio , por su parte, asegura el predominio de la división central y una progresión hacia el pórtico, que concentra allí el interés. En ambos Rowe continúa contrastando la centralización de la villa Malcontenta con el carácter centrífugo de la villa de Garches : En Garches, el foco central ha sido coherentemente disuelto: la concentración en un solo punto se desintegra y es reemplazada por una dispersión periférica de episodios. Los fragmentos desmembrados del foco central se convierten, de hecho, en una especie de instalación seriada del interés por los extremos de la planta.


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