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Almacenes Carson, Pirie & Scott

Carson Pirie Scott Building / Schelsinger & Mayer Department Store
  • 1899 - 1904
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  • SULLIVAN, Louis Henry
  • BURNHAM, Daniel Hudson Ampliación   1906
    Daniel H. Burnham dirigió la tercera y última fase de la construcción del edificio en 1906, añadiendo otro módulo horizontal. siguiendo el proyecto de Sullivan.
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  • Chicago (Illinois)
  • Estados Unidos
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BENEVOLO, L., Historia de la Arquitectura Moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987


P.262 Pero el itinerario de Sulllivan no es rectilíneo. Así cuando proyecta los almacenes Carson, Pirie & Scott - construidos entre 1893 y 1904 - , Sullivan se siente inclinado a subrayar precisamente el ritmo de las ventanas, todas iguales en las seis plantas tipo, limitándose a construir el último piso más bajo, con los cerramientos retirados (en el curso de la realización se añaden tres pisos y Sullivan, no admitiendo quizás un ritmo uniforme para nueve pisos, hace siete iguales y dos ligeramente más bajos, para dar paso al ático retrasado; más tarde Burnham & Co, cuando proyectan en 1906 la ampliación del edificio a lo largo de Strate Street eliminan el ático dando a los tres últimos pisos el mismo tratamiento, mientras que en los recientes trabajos de modificación del remate, esta simplificación se ha aplicado a todo el edificio). Aquí la estructura reticular interna, se proyecta tranquilamente al exterior, sin ningún refuerzo horizontal o vertical, y al quedar suavizadas las relaciones entre las masas, utiliza una abundante decoración que, como en sus obras juveniles, sirve para distinguir la zona del basamento del resto del edificio.


Como ya se ha comentado repetidas veces, el lenguaje arquitectónico de Sullivan varía mucho de unas obras a otras; no se diría a primera vista, que el autor de Wainwright sea el mismo que el del Carson, Pirie & Scott. El hilo conductor se encuentra más  bien en el pensamiento teórico, guiado en su búsqueda, por un juicio excepcionalmente lúcido, el paso de la teoría a la práctica tropieza con una incertidumbre fundamental, que constituye finalmente, la razón de su fracaso profesional. 


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PEVSNER, N.,  Pioneros del diseño moderno, desde W. Morris hasta Walter Gropius. Edit. Infinito. B. Aires, 2003.


Págs.85-108“Art Nouveau”


Pero el Art Nouveau como movimiento no pertenece exclusivamente al arte pictórico ni, a decir verdad, el término se aplica, por regla general, a la pintura. Significa habitualmente una moda decorativa breve pero muy importante, y si las obras de pintores y dibujantes han tenido aquí precedencia sobre las de arquitectos y diseñadores, la razón es que la nueva moda ornamental apareció en cuadros, ilustraciones de libros, etc., antes que en las primeras obras de sus dos creadores.


 Estos fueron Louis Sullivan en Chicago y Víctor Horta en Bruselas. Es probable que Sullivan (1856-1924) haya sido esencialmente original, pero Horta 1861-1947) debió estar bien informado de los últimos progresos alcanzados en Inglaterra y en el continente. El arte ornamental de Sullivan permaneció aislado, mientras el de Horta suscitaba un furor que por unos pocos años inflamó a la mayoría de los países del continente. Sigue siendo un misterio cómo Sullivan llegó a desarrollar esas curiosas marañas de zarcillos, berzas, hojas festoneadas y arrecifes de coral. ¿Pueden descansar realmente sobre terrenos más promisorios que la Botánica de Gray? ¿O puede oscuramente, reconocerse detrás de ellas las formas vegetales del follaje neogótico? Un nuevo análisis de la chimenea de Burges puede ser conveniente” “, Por la época en que diseñaba los interiores del edificio del Auditorio en Chicago, es decir, en 1888, su estilo ornamental había alcanzado ya su madurez. Aparece de nuevo en la sinagoga de Anshe Ma'ariv de 1890-91 y, en toda su libertad, en la tienda Carson Pirie Scott, de 1903-04, de la cual, por razones muy diversas añadiremos algo más tarde. El ideal ornamental de Sullivan era una “decoración orgánica, apropiada a una estructura compuesta sobre líneas amplias y macizas”, y por eso no podemos comprender su teoría del funcionalismo riguroso, tratada en un capítulo anterior, sin una atenta mirada a su fluyente ornamento, ni comprender su ornamento sin un vívido recuerdo de la austeridad de los bloques y líneas principales de sus edificios.


Págs. 161-186. De Sulllivan ya hemos hablado bastante con respecto a su revolucionaria teoría, a su revolucionaria ornamentación y a su revolucionario tratamiento del rascacielos en sus comienzos. Sin embargo, el edificio para Schlesinger & Mayer, ahora Carson, Pirie, Scott Store en Chicago (fig. 111), es su más asombrosa realización estética. Fue comenzado en 199 sobre Masdison Street y agrandado luego, en 1903-04, con la construcción de un bloque más alto haciendo esquina con State Street. La ornamentación de la fachada sobre planta baja y segundo piso es típica del más brillante e imaginativo estilo de Sullivan, pero los pisos exhiben el ritmo del siglo con más firmeza que cualesquiera de los edificios que hemos visto hasta ahora en estas páginas. También en este caso, si hiciéramos observar una fotografía de detalle de varis filas de estas ventanas apaisadas con las bandas blancas continuas que las separan horizontalmente, sin ninguna duda todas las personas que no estuvieran en antecedentes le atribuirían una fecha de construcción muy posterior. 


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CURTIS William. J.  La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Págs.33-51 .“La industrialización y la ciudad. El rascacielos como tipo y símbolo”


Entre tanto, su proyecto para los almacenes Schlesinger Mayer (más tarde Carson Pirie Scott), construidos en Chicago entre 1899 y 1904, reveló que estaba a la altura de sus facultades. En este caso se dotó a la estructura de un énfasis notablemente horizontal, con sutiles variaciones en la altura de los vanos, que daban vitalidad a la forma general. Pero este fue el último encargo importante de Sullivan en Chicago. En los años siguientes se fue retrayendo más y más en el mundo hermético de sus elaborados ornamentos, un microcosmos de temas panteístas y cósmicos. La sociedad industrial norteamericana parecía tener cada vez menos sitios para el ‘culto a una vida más elevada’ de este artista.


 

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