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Eigen Haard

Het Schip
  • 1917 - 1920
  •  
  • KLERK, Michel de
  •   2001
    La antigua oficina de correos ubicada en el número 140 de Spaarndammerplantsoen fue cuidadosamente restaurada y convertida en un centro de información y documentación dedicado al centenario de la Ley de la Vivienda de 1901.
  •   2015
    Un plan de conservación integral del edificio que se centró en investigar y restaurar los elementos decorativos únicos del complejo, desarrollar un plan de mantenimiento a largo plazo y garantizar el cuidado sostenible de las viviendas para los inquilinos.
  •   2022
    Se llevó a cabo una renovación utilizando herramientas digitales avanzadas, como Archicad, para revitalizar este monumento histórico y adaptarlo a las necesidades contemporáneas.
  •  
  • Amsterdam
  • Países Bajos
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PEEL Lucy, POWELL Polly, GARRET Alexander., Introducción a la Arquitectura del siglo XX. CEAC. Barcelona, 1990.


Págs.40-41.Expresionismo” 


La primera muestra de arquitectura expresionista en el norte de Europa tuvo lugar durante la I Guerra Mundial, en Holanda donde Michel de Klerk (1884-1923) y Piet Kramer (1881-1961) construyeron una serie de viviendas en Amsterdam que representaban formas poco ortodoxas en albañilería. Uno de los mejores ejemplos es el grupo de viviendas Eigen Haard de Klerk construido entre 1913 y 1920, con la utilización profusa de ladrillos redondeados para poder crear esquinas y  una torre curva.


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RIVERA, David., La otra arquitectura moderna. Expresionistas, metafísicos y clasicistas. 1910-1950.


Edit. Reverté. Barcelona, 2017.


Págs. 176-187 "Expresionismo. Amsterdam y Berlín".


Si reemplazamos <> por <>, podríamos reemplazar igualmente <> por <>, pues un aspecto de la obra de este último, tal como se manifiesta en esas casas de Spaarndam que tanto han ofendido a los racionalistas desde que fueron construidas, es el leve aire de lujo que de ellas emana, un lujo de cierta manera inadecuado para viviendas colectivas. Otro factor perturbador en las casas de Spaarndam es la dificultad de combatirlas con la acusación favorita de superficialidad. Prácticamente toda la escuela de Amsterdam era  de facto culpable de <> superficial en la obra realizada alrededor de Amstellaan, donde simplemente se encargó de colocar fachadas reglamentarias en casas construidas por contratistas; en cambio, en el Spaarndam y sobre todo en el bloque triangular frente a la Zaanstraat, no es posible considerar a de Klerk responsable de los crímenes cometidos por su grupo en otras partes. Espacios interiores y exteriores, edificios principales y subsidiarios, zonas públicas y privadas están relacionados e integrados con una sutileza y comprensión del efecto sin par en la Holanda de 1917, año del proyecto, cualidades que el mismo Oud no podría haber igualado probablemente en momento alguno, ni aun deseándolo.


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FRAMPTON Kenneth.,  Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.  


Pág.118-124.La Cadema de Cristal. El Expresionismo arquitectónico europeo. 1910-1925 ”


Mendelsohn hizo realidad su propia versión de la Stadtkrone en el observatorio que construyó para Albert Einstein en Potsdam entre 1917 y 1921. Dado que combinaba las formas escultóricas del teatro de Werkbund, de Henry van de Velde, con la silueta global del pabellón de vidrio, de Bruno Taut, el punto de partida del diseño era la Exposición de Colonia de 1914. En su silueta final, sin embargo, la torre de Einstein mostraba cierta afinidad formal con ese estilo vernáculo de tejados de paja practicado por los arquitectos holandeses Eibink y Snellebrand, quienes, junto con Theo Wijdeveld, representaban el ala orgánica más extrema del Expresionismo holandés, centrado en torno a la revista Wendingen, dirigida por el propio Wijdeveld. No es de extrañar, por tanto, que poco después de la terminación del observatorio Mendelsohn viajase a Holanda, por invitación de Wijdeveld, para ver personalmente la obra del círculo de Wendingen. En Ámsterdam visitó algunos de los conjuntos de viviendas expresionistas que por entonces estaban en construcción y que formaban parte del plan de Berlage para Ámsterdam Sur, entre ellos los de Eigen Haard (1913-1919),de Michel de Klerk, y De Dageraad (1918-1923), de Piet Kramer. Realizados con fábrica de ladrillo aplantillado y revestimiento de teja, estos conjuntos eran ejemplos de un enfoque mucho más estructural que el de las preocupaciones sumamente plásticas y populares de los arquitectos ‘vernáculos’ de Wijdeveld. Aparte de esta escuela de Ámsterdam integrada por Wijdeveld, De Klerk y Kramer, Mendelsohn conoció a otros arquitectos holandeses de muy distintas creencias que también influirían en él, como el racionalista J. J. P. Oud,de Róterdam, y W. M. Dudok, un seguidor de Wright que trabajaba en Hilversum. En una carta dirigida a su esposa, Mendelsohn explicaba cómo ni la escuela de Ámsterdam ni la de Róterdam contaban con su total aprobación:


La analítica Róterdam rechaza la imaginación; la visionaria Ámsterdam no comprende la objetividad. Sin duda el elemento primordial es la función, pero la función sin la sensibilidad se queda en simple construcción. Más que nunca, me reafirmo en mi programa reconciliador. […] Por lo demás, Róterdam proseguirá su camino de la construcción simple con una frialdad mortal en sus venas y Ámsterdam será destruida por el fuego de su propio dinamismo. Función más dinámica: ese es el reto”.


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CURTIS William. J.  La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006.


Págs. 241-255“La comunidad ideal: alternativas a la ciudad industrial” 


Otra importante obra urbanística que enlazó las concepciones del siglo XIX con los urbanistas progresistas década de 1920 fue la llevada a cabo por Hendrik Petrus Berlage en la ampliación de Amsterdam Sur entre 1902 y 1920 aproximadamente. Fuera de las murallas perimetrales de fortificación, el crecimiento de Amsterdam a lo largo de todo el siglo XIx había continuado sin orden ni concierto. El influjo de la industria exige una enorme dotación de viviendas decorosas concebidas a escala de barrio. Berlage puso orden en el caos con la ayuda de grandes avenidas que definen piezas importantes de carácter masivo y sólido; a su vez, éstas estaban atravesadas por sistemas secundarios de calles y plazas tranquilas con tiendas, escuelas e instituciones públicas. La unidad principal de alojamiento colectivo era la manzana cerrada, compuesta en torno a grandes patios interiores que contenían jardines. Muchas de ellas tenían una planta simétrica con elementos centrales macizos que marcaban las entradas. Los edificios tenían delicados detalles enladrillo oscuro, y los arcos, las ventanas, las esquinas, etcétera, contribuyen a dar a toda la zona unidad temática y sobriedad de efecto, todo ello compensado por el orden más relajado de los árboles y los senderos.


Un trazado básico similar fue adoptado por los arquitectos 'expresionistas' Piet Kramer y Michel de Klerk en sus diversos proyectos de manzanas colectivas en Amsterdam. El conjunto de viviendas Eigen Haard (literalmente hogar propio), construido por De Klerk en 19171920 también estaba más allá del borde del centro histórico compacto, y el arquitecto intentó consolidar el tejido urbano monumentalizando virtualmente las viviendas y tratando el perimetro como una unidad escultórica singular; sin embargo, todo ello estaba brillantemente articulado mediante cambios de ritmo, textura, escala y color para insinuar cambios en la función y la disposición interiores, y para responder a las presiones variables de un solar triangular. En un extremo, en el centro de la base del triángulo, se cortó el borde exterior para situar un portal de entrada y se usó una aguja para marcar su presencia. Una vez más, el tono era sobrio y compacto, como si la arquitectura estuviese intentando deliberadamente contrarrestar el desarraigo y el cambio continuo de la existencia urbana moderna con algo tranquilizador y evocador de cierta cooperación gremial anterior. Hablando de sus planes para Amsterdam, Berlage había afirmado que estaba instituyendo «una especie de revitalización urbanísticas; al parecer, De Klerk también equilibrio entre una solución innovadora a las nuevas exigencias y una sensación de continuidad.


En 1934, la urbanista norteamericana Catherine Bauer hizo una valoración del urbanismo holandés, que según ella, dejaba en evidencia los mezquinos esfuerzos realizados, en su porpio país, en Francia y en Alemania:


“Pero fue en Holanda donde el movimiento romántico dejó su impronta más duradera. Berlage y sus seguidores – influidos por un lado por el medievalismo de Morris, y por otro por el genio más libre y original del norteamericano Frnak Lloyd Wright- lograron hacer el prier estilo vernáculo auténtico de la arquitectura moderna. Es decir un “estilo” cuyos monumentos no iban a encontrarse simplemente en villas aisladas o edificios públicos, sino en manzanas, calles enteras de “casas”, tiendas y oficinas, en el trazado y la implantación, y dentro de la vivienda tanto del homme moyen sensuel como de la de los literati más avanzados o bohemios. Esto era así particularmente en Amsterdam, donde distritos enteros -incluyendo muchos alojamientos obreros de bajo coste levantados con ayuda oficial, y también hoteles palaciegos, excuelas, casas de baños y puentes son testimonios de un enfoque novedoso del mundo moderno, en su mayor parte completamente unificado… La misma clase de rejuvenecimiento (pues no hubo una ruptura completa o revolucionaria con el pasado hasta mucho más tarde), estaba en marcha en los países escandinavos, donde las primeras viviendas cooperativas tienen una especie de dignidad decorosa difícimente de descubrir en los modelos de casas de vecindad de Londres, Paris o Nueva York.”


Era raro entender el alojamiento como un elemento de un conjunto mayor, y la complejidad misma de la ciudad industrial, hacía difícil imaginar una totalidad


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 KOSTOF, Spiro., Historia de la arquitectura. Alianza Editorial. Madrid 1988. Tomo 3


págs.1211-1262. “Arquitectura y Estado . Los años de entreguerras” 


pág. 1213. La reconstrucción europea.


Pero antes que todo esto estaban las viviendas: este es el mayor tema arquitectónico de la Europa de la postguerra. La escasez era muy pronunciada. Esta era no tanto resultado del destrozo de la guerra - sólo Francia había sufrido realmente en este terreno, habiendo perdido 35.000 viviendas junto con una gran parte de sus establecimientos industriales-, sino que más bien era resultado de la pausa en la actividad constructiva durante el largo período de hostilidades, la incansable aglomeración urbana, y el rígido sistema de control de los alquileres que ahogaba a la iniciativa privada, al menos en Alemania.


Incluso antes de la guerra, las viviendas habían adquirido en Europa el estatus de servicio público. Hasta cierto punto significativo, el terreno, la construcción, y la gerencia de las viviendas de bajo y medio coste, fueron excluidas del mercado especulativo. Su responsabilidad recayó en los consejos municipales, cooperativas, y otras sociedades no lucrativas, y todas ellas comenzaron a establecer nuevos mínimos de decencia. Controlaban la forma y la calidad de lo que se construía, y fijaban el alquiler de las viviendas. Pero ahora la crisis era mucho más severa, tanto en términos de números como de coste anual. La superpoblación del terreno y, por supuesto, la agravada economía, hicieron que los precios subieran bruscamente. Tanto los materiales como la mano de obra se hicieron más caros. Incluso sin ninguna mejora real en la calidad, la casa mínima de 1920 costaba mucho más que antes de la guerra. La respuesta habían de ser las ayudas públicas masivas.


Los subsidios públicos se dieron a grupos de trabajadores y consumidores a los que no les importaba la posibilidad de un beneficioso regreso a la inversión. Esto contrasta con la práctica de Estados Unidos, en donde los subsidios, en aquellos lugares en que fueron ensayados, se daban bajo la forma de exenciones fiscales sobre la nueva construcción, lo que acabó beneficiando a los especuladores. En América, la construcción de iniciativa pública era de hecho muy excepcional estaba restringida a y una serie de ciudades como Nueva York, y a una serie de sociedades, destacando la Amalgamated Clothing Workers. Cuando el gobierno federal se introdujo seriamente en la construcción de viviendas hacia 1932, no lo hizo como una cuestión de política social, sino para refrenar el desempleo. Y lo que es más, insistió en restringir los programas deviviendas a aquellos que estuvieran destinados a derribar barrios ruinosos.


Europa tenía una visión general del problema que iba más allá de los derribos de casas ruinosas o de la ayuda a los pobres. En una década se construyeron casi 5 millones de viviendas con ayuda pública por toda Europa occidental. En algunos países, esta cifra ascendía hasta el 70 por ciento de la totalidad de las casas nuevas. Laclase trabajadora organizada era responsable de una porción considerable de este total. Durante el siglo XIX los trabajadores habían sido aleatoriamente alojados en función de los ímpetus de las sociedades filantrópicas o de los empresarios industriales paternalistas. Ahora las sociedades eran fundadas directamente por los propios trabajadores, o más bien por este estrato social superior que correspondía a la clase artesana tradicional....


...El estilo de esta vivienda europea variaba bastante. Gran parte de lo q que se construyó retomaba estilos anteriores, y el uso común del ladrillo contribuyó a que lo nuevo se integrara con lo que ya había allí con anterioridad. En Holanda, salió a la luz una vena romántica que se deleitaba en la fantasía y en la forma llamativa y que utilizaba a ambas para transmitir la singularidad del lugar. La precisa identidad de forma convertía a cada complejo de viviendas en un monumento a la clase trabajadora, lo que podía decirse que cumplía con la doctrina marxista de crear la conciencia de clase. Al mismo tiempo, la diferenciación de fachadas mediante el color, las ventanas y otros detalles, reducía el sentido de anonimato y dejaba claro que la unidad colectiva albergaba a familias individuales. La mejor obra de este tipo era la de Michel de Klerken Amsterdam para la sociedad de construcción de viviendas de Eigen Haard, de 1913 en adelante (Fig. 27.8).


 

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