Págs. 65-183. “Nuestra herencia arquitectónica”
La nueva concepción del espacio: la perspectiva y el urbanismo.
Los 150 años que pasaron entre el Tratatto de Filarete y la Idea se Scamozzi no presenciaron cambios notables, pues la ciudad poligonal era un tipo demasiado rígido para permitirse tener una evolución progresista.
Desde el particular ángulo visual de esa época, la ciudad en forma de estrella era un concepto perfectamente lógico, pues la perspectiva del renacimiento se basa en un rango de distancia estrictamente limitado y exige un punto de apoyo mensurable para el ojo. En la piazza ideale de Francesco di Giorgio, el arco de una de las puertas de la ciudad está colocado muy lejos, al fondo, como una especie de objetivo final de la vista. Nadie dio a esta clase de diseño una expresión más noble ni una escala más grandiosa que Miguel Ángel, en una obra de sus últimos años: la Porta Pia en Roma.