Diego Rodríguez de Silva y Velázquez nació en Sevilla en los primeros días del mes de junio de 1599, hijo Juan Rodríguez de Silva, abogado de origen portugués, y de Jerónima Velázquez. A los diez años ingresó en el taller de Francisco de Herrera el Viejo, donde permanecería pocos meses, pasando, en 1910, al de Francisco Pacheco durante un periodo de seis años. En este estudio recibe la influencia tenebrista de Caravaggio y un gran interés por la calidad material de los objetos representados. En 1617, a los dieciocho años, se somete al examen del gremio de pintores de Sevilla, quedando instantáneamente admitido y censado como pintor a todos los efectos. En 1618 contrajo matrimonio con la hija del maestro, Juana, que tantas veces le habría de servir de modelo y con la que tuvo dos hijas. En el taller de Pacheco, Velázquez aprendió a ver la pintura como una idealización de la realidad, lo que le llevaría a cultivar a lo largo de toda su producción un naturalismo mesurado que, por otra parte, se identificaba con su carácter sereno y equilibrado.
Durante su etapa sevillana, la pintura velazqueña aparece impregnada del naturalismo tenebrista que imperaba en el momento, aunque evitando la oscuridad total de los fondos de las escenas. Al mismo tiempo, dotó a sus figuras de un sentido plástico a través de la cerrazón de los volúmenes, a la vez que ya manifestaba su tendencia a la clara ordenación compositiva. La mayor parte de las obras de este momento presenta temas religiosos, aunque también son frecuentes las escenas de carácter popular, en las que Velázquez incluye, además, diversos objetos que por sí solos, constituyen extraordinarios bodegones.
En 1622, Velázquez visitó, por primera vez, la Corte de Madrid con la intención de introducirse en ella como pintor real, deseo que se vio frustrado en un primer momento, por lo que, al año siguiente, repitió el viaje, esta vez con más éxito, ya que a instancias del conde-duque de Olivares, consiguió hacer un retrato del rey que le valió ser nombrado pintor real en octubre de 1623. Ya establecido definitivamente con su familia en Madrid, desde su entrada en la Corte, Velázquez ocuparía a lo largo de su vida diversos cargos, siempre en función de su calidad de pintor real, lo que le proporcionaría una existencia estable, sin preocupaciones económicas, lo que influyó no poco en el artista a la hora de abordar sus obras, siempre equilibradas y sin asomo de inquietud. Además, el nuevo empleo fue definitivo en la orientación de su arte, al entrar en contacto con las colecciones reales, a través de las que pudo conocer la pintura del Cinquecento, en especial la veneciana, hecho que sería decisivo en su evolución pictórica.
Entre 1623 y1628, Velázquez se centró en la realización de retratos, al tiempo que abordaba, por primera vez un tema mitológico (el triunfo de Baco), fruto, probablemente del impacto que le causara todo el mundo de fábulas y leyendas de la antigüedad que se encerraban en las pinturas de la colección real. A través de estas obras es posible apreciar ya el sensible cambio operado en el arte velazqueño, que abandonó el tenebrismo de la etapa sevillana para introducir una mayor luminosidad en los fondos.
En 1628 Pedro Pablo Rubens visita la Corte, y aconsejado por éste, realiza su primer viaje a Italia en 1629. Ya en Italia, Velázquez tuvo ocasión de contemplar las obras de Rafael, Miguel Ángel y los venecianos, que dejarían profunda huella de su pintura posterior.
Regresa a Madrid en 1631 y es designado superintendente de Palacio. Su fama y sus encargos van en aumento. Realiza el primer retrato del infante Baltasar Carlos, una obra para el convento de benedictinas de San Plácido (Crucificado), pero esto son sólo algunas de las numerosas obras que realiza en estos años, aunque sigue prevaleciendo la calidad de los retratos. Después de una breve estancia en Aragón, en 1644, acompañando al rey Felipe IV, el monarca le envió de nuevo a Italia a comienzos de 1649 a fin de adquirir obras de arte para la real colección y contratar fresquistas y decoradores. En este segundo viaje a Italia, Velázquez efectúa el retrato del Papa Inocencio X, dos paisajes de la villa Medicis, y realiza también un retrato a su esclavo Juan Pareja, al que concede la libertad a lo largo del viaje, el 23 de abril de 1650.
Tras la insistencia del monarca español, Velázquez regresa a España en 1651, y es nombrado aposentador mayor de Palacio, lo que le permitió trasladarse con su familia a vivir dentro el propio Alcázar de los Austrias.
Entre 1656 y 1658 Velázquez pinta dos de sus obras más significativas, que serán quizá las que le harán más famoso con el correr del tiempo: Las Meninas y Las Hilanderas. En ambos lienzos Velázquez llevó hasta sus últimas consecuencias el estudio de la atmósfera y el aire mediante la pincelada suelta y el difuminado de los contornos que reflejan se manera impar la perspectiva aérea.
En 1658, Velázquez consigue uno de sus más fervientes deseos: ser nombrado caballero de la Orden de Santiago. Para lo cual el Papa debía otorgar una bula especial ya que algunos requisitos no estaban muy claros, tales como la limpieza de sangre o la nobleza. A comienzos de 1660, como aposentador real, acudió a la guipuzcoana isla de los Faisanes y se encargó de los preparativos del viaje de Felipe IV al mismo lugar, en donde tendría lugar el concierto matrimonial de la infanta María Teresa con el futuro rey Luis XIV de Francia. Se presume que este viaje, efectuado en Julio de 1660, debilitó la salud del pintor, que falleció el 6 de agosto de ese mismo año, en Madrid. Al día siguiente fue enterrado en la iglesia de San Juan Bautista con todos lo honores debidos a su calidad de caballero de Santiago. Una semana después moría su mujer, Juana Pacheco.
Obra
Cristo en Emaús o La mulata
1617-1619
57x113 cm
Óleo sobre lienzo
Colección particular, Dublín
La vieja friendo huevos
1618
99x128 cm
Óleo sobre lienzo
Galería Nacional de Escocia, Edimburgo
San Juan Evangelista en Patmos
1618
135x102 cm
Óleo sobre lienzo
National Gallery, Londres
La Inmaculada Concepción
1618
135x102 cm
Óleo sobre lienzo
Colección particular, Londres
Los músicos
1618-1620
90x112 cm
Óleo sobre lienzo
Museo de Berlín
La Epifanía
1619
203x125 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
San Pablo
1618-1619
99x80 cm
Óleo sobre lienzo
Museo de Arte de Cataluña, Barcelona
Cristo en casa de Marta
1619-1620
60x103 cm
Óleo sobre lienzo
National Gallery, Londres
El aguador de Sevilla
1621
109x82 cm
Óleo sobre lienzo
Metropolitan Museum, Nueva York
La cena de Emaús
1621
123x132’5 cm
Óleo sobre lienzo
Metropolitan Museum, Nueva York
El poeta Luis de Góngora
1622
51x41 cm
Óleo sobre lienzo
Museo de Bellas Artes, Boston
La imposición de la casulla a San Ildefonso
1623
166x120 cm
Óleo sobre lienzo
Palacio Arzobispal, Sevilla
Don Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares
1624
200x103 cm
Óleo sobre lienzo
Museo de Arte, Sao Paulo
Felipe IV, de pie
1624
200x103 cm
Óleo sobre lienzo
Metropolitan Museum, Nueva York
Cabeza de mujer
1625-1630
32x24 cm
Óleo sobre lienzo
Palacio real, Madrid
Retrato de Felipe IV, con coraza
1625-1628
57x44 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Felipe IV
1628
201x102 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
El triunfo de Baco o Los Borrachos
1628
165x225 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
La túnica de José
1630
217x285 cm
Óleo sobre lienzo
Monasterio del Escorial, Madrid
La fragua de Vulcano
1630
223x290
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Doña María de Austria, Reina de Hungría
1630
58x44 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Cristo Crucificado
1632
248x169 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Santo Tomás de Aquino, confortado por los ángeles
1631-1632
244x203 cm
Óleo sobre lienzo
National Gallery, Londres
El bufón Pablo de Valladolid
1632-1633
209x123 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
El conde-duque de Olivares a caballo
1634
313x239 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Cabeza de venado
1634-1636
66x52 cm
Óleo sobre lienzo
Colección particular, Madrid
La rendición e Breda o Las lanzas
1634-1635
307x367
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Felipe IV, de plata
1635
199’5x113 cm
Óleo sobre lienzo
National Gallery, Londres
Felipe IV, cazador
1635
191x126 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
El cardenal-infante don Fernando, cazador
1635
191x107 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
El príncipe Baltasar Carlos, cazador
1635-1636
191x103 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
El príncipe Baltasar Carlos, a caballo
1635-1636
209x173 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Felipe IV, a caballo
1636
301x314 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Retrato de escultor (¿Martínez Montañés?)
1635-1636
109x87 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Doña Isabel de Francia. Esposa de Felipe IV
1635-1636
301x314 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
El niño de Vallecas
1637
107x83 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
El dios Marte
1640-1642
179x95 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Autorretrato
1640
44x37 cm
Óleo sobre lienzo
Museo Provincial de Bellas Artes, Valencia
La Coronación de la Virgen
1641-1642
176x124 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
San Antonio Abad y San Pablo ermitaño
1642
257x188 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
El bufón llamado don Juan de Austria
1643
210x123 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
El bufón don Diego de Acedo, “el Primo”
1644
107x82 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
El bufón don Sebastián de Morra
1644
107x82 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Felipe IV (en Fraga)
1644
133’5x95 cm
Óleo sobre lienzo
Colección particular, Nueva York
Dama del abanico
1646
93x68’5 cm
Óleo sobre lienzo
Colección particular, Londres
El conde de Benavente
1648
109x88 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Entrada a la gruta del jardín de Villa Médicis
1650-1651
48x42 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
El pabellón de Ariadna, en el jardín de la villa Médicis, en Roma
1650-1651
44x38 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
La Venus del espejo
1650
124x180 cm
Óleo sobre lienzo
National Gallery, Londres
Retrato de Juan Pareja
1650
76x63 cm
Óleo sobre lienzo
Metropolitan Museum, Nueva York
El Papa Inocencio X
1650
140x120 cm
Óleo sobre lienzo
Galería Doria-Pamphili, Roma
Doña Mariana de Austria
1652-1653
231x131 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
La infanta Margarita, a los tres años
1654
128x131 cm
Óleo sobre lienzo
Kunsthistorïsches Museum, Viena
Busto de Felipe IV
1655
69x56 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Las Meninas o La Familia de Felipe IV
1656
318x276 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Las hilanderas o La fábula de Aracne
1657
220x289 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
Mercurio y Argos
1659
127x248 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid
El príncipe Felipe Próspero
1659
129x99’5 cm
Óleo sobre lienzo
Kunsthistorïsches Museum, Viena
La infanta Margarita
1660
212x147 cm
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado, Madrid