Inprimatu

RIVERA, David., La otra arquitectura moderna. Expresionistas, metafísicos y clasicistas. 1910-1950.


Edit. Reverté. Barcelona, 2017.


Págs. 159-190.” El clasicismo moderno en Italia” 


Entre los visionarios más delirantes e imaginativos de las décadas de 1920 y 1930 hay que mencionar especialmente a Armando Brasini, un apasionado amante del Barroco romano, inicialmente apoyado por Mussolini. Brasini fue restaurador, director artístico en el cine, urbanista, arquitecto colonial en Libia y diseñador de monumentos. A juzgar por sus proyectos de reforma urbana (como la creación del Foro Mussolini en el Campo de Marte, 1925-1926), habría sido capaz de derribar toda Roma para hacer realidad sus fantasías. Sus propuestas de avenidas inspiradas en Giambattista Piranesi, perspectivas kilométricas y monumentos gigantescos y babilónicos constituyen, por sí solas, todo un capítulo en el libro de las utopías arquitectónicas del siglo XX. Su obsesión por la forma de la pirámide o el cono facetados fue recurrente a lo largo de los años —desde el monumento a Dante (1916) hasta el proyecto de Mole Littoria (1929)— y reapareció también en su pro- puesta para el concurso del Palacio de los Sóviets (1931), al que fue especialmente invitado por el arquitecto soviético Borís lofán, que había trabajado en su estudio. Mucho más tarde aún, y en un clima decididamente adverso, Brasini siguió insistiendo en el tema con proyectos como la Mole della Cristianità (1951), que en ciertos aspectos recuerda otros proyectos utópicos tardíos, como el Palacio de los Sóviets del propio lofán (en su fase avanzada de proyecto), la catedral de Liverpool, de Lutyens, o el llamado 'Parlamento de Plečnik' para Liubliana.


Pero Brasini también llegó a construir buen número de edificios notables. Su imaginación barroca, exótica y preciosista quedó patente en los pabellones italianos de la Exposición de Artes Decorativas de 1925 y de la Exposición Colonial Internacional de 1931, ambas en París, y se concretó de manera espectacular en dos de las obras más extrañas de la arquitectura romana de su época: la basílica del Sacro Cuore Immacolato di Maria (1923-1951) y el conjunto del Buon Pastore (1929-1943)....


.. Sin embargo, Brasini cultivó también el estilo 'metafísico' y el estilo littorio en obras como la sede de la Banca Nazionale del Lavoro en Nápoles (1933-1938) o el puente Flaminio en Roma (1938), mientras combinaba su fantasía neobarroca y el 'clasicismo simplificado' en obras notables como las villas Flaminia (1920-1925) y Augusta (1932-1935) en Roma, el Palazzo del Podestà en Foggia (1928-1933) y la que acaso puede considerarse su verdadera obra maestra: el Palazzo del Governo de Tarento (1929-1934).


 

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