Inprimatu

 PEVSNER, N. FLEMING, J. HONOUR, H. Diccionario de arquitectura. Alianza Editorial. Madrid, 1975


pág. 265. " Arquitecto neoclásico francés educado bajo la dirección de Jean François Blondel y en la Academia Francesa en Roma (1761-74); viajó por Holanda e Inglaterra. Su obra maestra es la École de Medicine de Paris (1771-76), diseñada como un templo de Esculapio. La fachada que da a la calle tiene la forma de columnata jónica (perfectamente griega en los detalles), con el motivo de arco triunfal en el centro, que da acceso a un patrio cuadrado, en cuyo lado opuesto un pórtico corintio da entrada al teatro de anatomia, semicircular y cubierto con una media cúpula comola del Panteón de Roma. El edificio alberga también un pequeño hospital, una biblioteca, laboratorios etc. Monumental en diseño y práctico en alzado, es uno de los edificios públicos más elegantes y progresistas de la época. El teatro para las clases de anatomía fue el modelo de la Cámara de Diputados del Palais Bourbon (1795-97, reconstruido entre 1929-33) y de muchos edificios legislativos posteriores entre los que figura la cámara de representantes del Capitolio de Washington, de Latrobe. Gondouin disfrutó de una brillante carrera, pero le arruinó la Revolución y tuvo que esconderse. Bajo el Imperio, reapareció y diseñó la columna de la Place Vendôme, Paris (terminada en 1810), la primera de las columnas gigantes que se erigieron, a principios del siglo XIX, desde Baltimore a Leningrado."


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FRAMPTON, K., Historia crítica de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona,1987. 


pág.12-19  Transformaciones culturales: la arquitectura neoclásica, 1750-1900.


 "La labor de integrar la teoría de Cordemoy y la obra magna de Soufflot para formar la tradiciòn académica francesa recayó en Jacques-François Blondel, quien, tras abrir su escuela de arquitectura en la Rue de la Harpe en 1743, se convirtió en el maestro de esa generación de arquitectos denominados ‘visionarios’ que incluía a Étienne-Louis Boullée, Jacques Gondouin, Pierre Patte, Marie-Joseph Peyre, Jean-Baptiste Rondelet y Claude-Nicolas Ledoux, probablemente el más visionario de todos.

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